COSECHA PROPIA...

TAREAS TALLER POESIA 22-4-2024


POEMA: "NUEVAS SEMILLAS", de Lourdes Ponce


Una consigna, un maletero,

el gigante subido en la parte

delantera, silbando una melodía

apagada pero pegadiza.


Las madrugadas son así:

huelen a piedra seca rociada

de vino, a escalofríos con

traje sin corbata, a navaja

cosida al forro de la chaqueta.


Entre luces fosforescentes,

surge una nueva semilla

colorada, de ojos redondos,

profundos, y luego otra y otra

y otra más.

 

 El chasquido metálico

tras el cual se ahoga en llanto

la vieja palabra.

Una montaña tránsfuga corre

hacia la garganta.

Los hijos de las nuevas semillas

velan la madrugada.



HISTORIA: "UN DÍA CALUROSO", de Lourdes Ponce



En un día caluroso, el bebé intenta explicar a su madre, con balbuceos y miradas, que las mantas son demasiado. Ella, interpretando cada sonido como un temblor de frío, añade otra manta. El bebé suspira, resignado bajo el peso de tanto amor y lana.



POEMA:"NUEVAS SEMILLAS", de Dora Robledo



Tengo miedo,

ocupa todo mi lugar

la oscuridad de la incertidumbre 

de no saber estar

creer no ser nadie

ser cobarde una vez más.


Tengo una jardinera 

que semillas quiere venderme

para que contigo florezcan 

nuestras flores

y podamos ser primavera.


Tengo un pez en mi acuario

y enfrente tengo el mar

¿Si paseo con el pez hacia la orilla 

mi miedo volará?




HISTORIA: "UN DIA CALUROSO", de Dora Robledo 


Verano  del 2006 vuelven las clases a su fin… un año más y soy especialista.

El calor pega fuerte, las playas a rebosar de gente, los chiringuitos sin poder parar y este calor….

No hay que estudiar más, sin embargo el calor es mi especialidad…

Agua, helado, limón, sol…. ¿Quién aguantará más?

Todos los días voy y me doy un baño, sólo quiero algo más de verano…



POEMA: "NUEVAS SEMILLAS", de Antonio Pérez



Cielo azul espectacular eléctrico,

tierra húmeda soñadora fértil,

empujando al futuro prometido,

cual crisálida vegetal imperial.

Luchando en silencio,

creciendo desde cero,

construyendo un castillo vivo,

siendo la profecia más hermosa posible.




HISTORIA: "UN DÍA CALUROSO", de Antonio Pérez



Todo iba magníficamente aquella tarde, la brisa acariciaba mi piel, el arrullo de un rio a lo lejos, el canto de los pájaros vibrando en las copas de los árboles.

Era algo que siempre había soñado, un día perfecto que se hacía realidad. Sólo había algo que no encajaba: hacía mucho calor, de hecho estaba ahogándome literalmente. Sin previo aviso apareció el siguiente mensaje en el cielo: "stress térmico". No daba crédito a lo que estaba pasando. Un segundo después, alguien me quitaba el casco de realidad virtual y me cegaban los focos del centro comercial donde estaba sentado en un sillón.

Un joven pecoso se me acercó y me dijo:

- Disculpe la molestia, el ordenador se ha recalentado, en el momento que lo reparen tendrá una partida gratis.











TAREAS TALLER POESIA 15-4-2024



POEMA: "CAMARADA DE LA NOCHE", de Lourdes Ponce


 


En los campos de batalla, 

los hombres caminan

con el peso de sus rifles 

sobre un suelo quebrado 

por las semillas del acero y la pólvora. 


Los más débiles, esos que el destino 

nunca dotó de garras o de dientes de lobo, 

se disuelven en el barro, 

reclamados por la tierra

que una vez prometió sostenerlos. 


Camarada de la noche, 

testigo mudo de la pérdida, 

¿cuántos ojos cerrados 

podrás contar antes del amanecer? 


Si pudieras invertir tu suerte,

trocar en meteoritos fugaces

los crujidos de la ciudad enemiga,

nada podría conmoverte

más allá de la cortina húmeda

de la sangre alborotada

en el camino.


 

 


HISTORIA: "LA MÁQUINA DE ESCRIBIR", de Lourdes Ponce

 


En un rincón olvidado de la habitación, la máquina de escribir yacía cubierta de polvo, testimonio mudo de tiempos más fervorosos. Don Ernesto, ya anciano, se acercaba a ella cada mañana, como quien visita un viejo amigo. Sus dedos, temblorosos pero decididos, acariciaban las teclas gastadas, evocando el eco de palabras que una vez danzaron en el papel. Para él, la escritura no era mero acto de registrar pensamientos, sino aliento de vida, el latido que confirmaba su existencia en el mundo. Cada frase que plasmaba era una batalla contra el olvido, una afirmación de su ser en el vasto universo. En la tinta, en el sonido metálico de cada letra impresa, encontraba su esencia, su conexión más profunda con la humanidad.


Un día, mientras intentaba colocar la máquina en un lugar más accesible, esta se deslizó. En ese instante, Don Ernesto logró esquivarla, riendo al darse cuenta de cuán cerca estuvo de un final trágico. Ese día, mirando la máquina hecha añicos en el suelo, encontró una profunda felicidad al pensar en la vida que aún le quedaba por escribir.


POEMA: "CAMARADA DE LA NOCHE", de Antonio Pérez


Abrázame oscuridad,

acógeme en tu silencio fundador de mundos,

cofre donde guardar los miedos,

urna donde depositar el insomnio.

Eres la camarada perfecta de la noche,

amiga incondicional y fiel,

cómplice de mil planes imposibles,

y reina de los corazones rotos por la luz del Sol.




HISTORIA: "LA MÁQUINA DE ESCRIBIE", de Antonio Pérez

 

  Año 3046. La tienda de antigüedades es mi sitio favorito del mundo. Hay un montón de cosas que ni siquiera sé cómo se llaman o cómo se usan, pero ahí está el encanto. Averiguar nombres y funcionamientos distrae sobremanera mis neuronas y hace que el tiempo vuele rápidamente. Sin ir más lejos, ayer descubrí cómo en el siglo XX conseguían que un montón de papeles no se desordenara cuando llegara una ráfaga de viento. Simplemente situaban encima un objeto muy pesado que impedía que los papeles salieran volando por doquier.

Es un objeto asombroso porque tiene muchas partes móviles, con un rodillo, letras dentro de unas teclas que no sé para qué pueden servir si lo que quieres es que no se te vuelen los papeles. Algo me dice que tengo que seguir investigando.










TAREAS TALLER POESIA 8-4-2024



POEMA: "ADIÓS VIAJERO, ADIÓS", de Dora Robledo



Navegante 

que surcaste los mares de otras vidas, 

dejando el ancla de tu sabiduría 

en cada puerto donde arribaste. 

Dibujaste almas perdidas 

y en cada cuadro, 

la solución definitiva.

Coronaste el arte de hablar en otros idiomas 

para llegar a más mundos 

y conseguiste dibujar sonrisas 

en caras ajenas, 

nuevas ideas que fueron bandera

en otras muchas historias.

Hoy que ya has hecho tu último viaje 

a colonizar otros planetas 

viajero entre mundos desiguales, 

goloso Galán, 

que conquistaste miles de corazones 

ya por fin llegó tu descanso.


Adiós viajero… adiós.



HISTORIA: "LA NARANJA", de Dora Robledo



Siempre recordaré las naranjas que, con buen y tierno esmero, mi abuela exprimía para deleitarme con un rico, sabroso y dulce jugo al llegar de la escuela de dónde venía sediento y con ganas de estrujar la dolorida espalda de la misma,  que siempre olía a bizcocho,  al acercar mi nariz a su pelo.

Toma, hijo, el zumo de varias naranjas que te dará fuerzas y te recompondrá para seguir cosechando sabiduría en tu paladar… Se refería mi abuela a mis estudios del máster de cocina al que me apunté cuando ella ya sólo podía exprimirme esas naranjas…




POEMA: "ADIÓS VIAJERO, ADIÓS", de Lourdes Ponce


Adiós, viajero, adiós, en este tránsito de sombras y luz. 

Aquí, donde los caminos se bifurcan en el laberinto de lo efímero, 

cada paso es un eco en el vasto silencio del universo, 

una huella que se borra con la misma facilidad con que fue hecha.

 

El mundo, un escenario de marionetas sin hilos, 

donde las estrellas parpadean indiferentes 

a la fugacidad de nuestras existencias, 

y la luna, un espejo roto que ya no refleja.

 

El hombre, un peregrino en la inmensidad, 

portando solo sueños y polvo estelar en sus bolsillos, 

caminando hacia el olvido con la gracia de lo no permanente, 

una sombra entre sombras, buscando un significado 

en el murmullo del viento y el susurro de las hojas.

 

La despedida, una puerta entreabierta a lo desconocido, 

un salto al vacío lleno de promesas y misterios, 

donde cada adiós es un preludio de bienvenidas no nacidas, 

y cada huella, un recuerdo en la arena antes de que la marea regrese.

 

Adiós, viajero, adiós, 

en tu viaje hacia la nada y todo, 

donde el final del camino es solo otro comienzo, 

y el eco de tu voz, una melodía en el viento, 

recordatorio de que estamos aquí, pero de paso, 

efímeros, como el destello de un cometa en el cielo nocturno.



HISTORIA: "LA NARANJA, MICRORELATOS", de Lourdes Ponce




En su interior, la naranja guardaba un puñal diminuto. Al cortarla, liberó su propia furia.

 La naranja, única y lustrosa, atrajo miradas. Al día siguiente, el árbol yacía marchito.



POEMA: "ADIÓS VIAJERO, ADIÓS", de Antonio Pérez


Nunca entendí la nostalgia.

Inunda de insensatez la razón,

llena de mentiras lo que fue verdad,

enturbiando bellos recuerdos con ruido.

Celebro profundamente lo que sucedió,

valorado en aquel momento, no ahora,

una sensación de satisfacción me invade,

cuando me despido de ti, viajero.



HISTORIA: "LA NARANJA", de Antonio Pérez



Un día como otro cualquiera en el mercado central de la ciudad. Aquello fue un flechazo a primera vista. Ella estaba allí, en el puesto que hacía esquina en uno de los puntos más transitados, con una aglomeración constante de compradores, hasta prácticamente la hora de cierre del comercio.

Reinando en la caja más alta se encontraba la naranja más excepcional que había visto en mi vida. Ese color, ese brillo, esa textura,... hacía que la imaginación volara y las papilas gustativas trabajaran en valde.

Esperé la cola pacientemente rezando para que nadie la cogiera. Tuve suerte y, al fin, llegó mi turno:

- Quiero aquella de allí.- le dije al frutero.

- Lo siento señor, esa de ahí es de plástico, únicamente para adornar.








TAREAS TALLER POESIA 1-4-2024



POEMA:"TEJIDO EN LA ARENA", de Dora Robledo



Desgranando los pasos de mi madre coloqué en primer lugar sus besos seguidos de esos abrazos contados .

Tejido en la arena de la playa de mi vida puedo ver los pasos de aquellas caricias que nunca di.

Puedo sostener en una mano aquel recuerdo que me cautivó con la mirada de aquellos que creyeron en mí.

Tejida en la arena de la playa de mi vida hay castillos que sólo con soplar no se desmoronan .

Hay vertientes que acuden a mí como ríos salvajes en el Amazonas, y hay otros lugares donde me perdí y nunca encontré las llaves de este nuevo mundo .



HISTORIA:"EL CAUTIVO"


Caminando por el centro cada lunes santo él va .

Muchos son los que lo persiguen, creyendo que por ese camino podrán conseguir el fin de sus promesas.

¿No saben acaso si simplemente lo que ellos quieren es que otros se encarguen de sus deseos?¿No ven que es una figura de madera de aquel autor que la hizo completando su sueño?

Fieles incrédulos, desalmados, creyentes parásitos de esta sociedad espiritual que nos venden. .

Hoy… el cautivo… eres tú?




POEMA:"TEJIDO EN LA ARENA", Lourdes Ponce


Para cavar un foso en la arena,

para cegarlo después,

contigo dentro, con tus hijos,

hermanos, amigos,

y por fin, un colibrí de alas grandes,

posado sobre él.



HISTORIA:"EL CAUTIVO", de Lourdes Ponce


Eran las 7 de la tarde y el Cautivo aún no había salido.

Eran las 8 de la tarde y cautivo aún el Cautivo estaba.

La lluvia golpeaba las lágrimas de los cofrades.

Tristes y encolerizados, con los puños en alto, una saeta

de blasfemias armonizaba con el aire.

A oídos de Jesús Cautivo llegó el “Me cago en Dios y en tos

mis muertos”. Si en sus manos hubiera estado, él habría salido

a que le diera el aire, pero su padre le dijo que con el tiempo que hacía, mejor se quedara en casa.

Ojalá mi Inocencio hubiera obedecido como Jesús Cautivo obedeció a su padre...



POEMA:"TEJIDO EN LA ARENA", de Antonio Pérez


Entre los dedos se escapaba,

grano a grano uniforme y mineral,

testigo de mil tempestades y una gaviota,

tendida frente al mar.

Nunca pidió estar siempre allí,

su condena atemporal fue autoimpuesta,

desde el principio de la creación,

a esa arena viajera de mil lugares.




HISTORIA:"EL CAUTIVO", de Antonio Pérez


Nunca fue uno de los más populares de la prisión, de hecho, como muchos otros, pensaba que su lugar no era aquel. Sinceramente, la costumbre y la rutina habían conseguido doblegar su voluntad y ya no se planteaba la opción de salir de aquel hogar. Sin embargo, por accidente, su abogado lo inscribió en aquella lista que poco a poco fue madurando, acortándose y, finalmente quedándose únicamente con su nombre; que fue el que sonó en el patio aquella soleada mañana de marzo. Jamás había ido de tronos, no era creyente y no le gustaba la semana santa; pero desde ese año no se perdió nunca la procesión de Jesús el Rico de Málaga.



















TAREAS TALLER POESIA 18-3-2024


POEMA: "LETRA CERCANA", de Dora Robledo


Letras, palabras 

que olvidan pronunciarse,

caminos ocultos 

en este lenguaje 

que de niños aprendimos.

Seguimos adelante, 

pronunciando, 

calificando y enjuiciando 

a todo aquello

que sentimos distinto.


Ayuda verbalizar los sentimientos

pero dañamos 

cuando lanzamos 

dardos de tinta.

Bien usado 

es arte.



HISTORIA: "EL ESPECTÁCULO DE MAGIA", de Dora Robledo


  A las 22:00 horas comenzaba el espectáculo, magia, magia, magia potagia.

  De pronto una varita, luego un sombrero de copa y de ahí un conejo q prometía buena actuación.

Yo me dormí y de pronto un estruendoso conejo entró en el salón llevaba un gran sombrero y en la mano un corazón.

¿Sería del mago? ¿Sería de su amor?

Mi sueño trascendía tranquilo pero el conejo se movió, no paraba de vociferar verdades de a cada cual que miraba. 

Cada vez menos gente expectante en la actuación, luego pegando gritos poco a poco nadie quedó.

  Lo que prometía ser una gran actuación se quedó en un bochornoso conejo y sus alaridos sin pasión.




POEMA: "LETRA CERCANA", de Lourdes Ponce


Acércate al calor de mis manos,

sin rubor ni apasionamiento,

con calma.

Déjame notar en tu forma

el latido insincero de una flauta

escrita pero no entregada.



HISTORIA: "EL ESPECTÁCULO DE MAGIA", de Lourdes Ponce



 Entró, tres espadas clavadas, un cinturón de hierro y medias largas.

Entró con sonrisa blanda.

Al finalizar el espectáculo, entre ovaciones y música alta, salió intacta, con tres besos tatuados, un cinturón de raso y medias largas.




POEMA: "LETRA CERCANA", de Antonio Pérez


Lágrimas sobre papel escrito,

recuerdos que se pegan a una carta,

para volver a su destino final,

junto al resto de pensamientos.

No recuerdes cómo fue el pasado,

son mentiras que inundan la razón,

hechizos que nos engañan a nuestro antojo,

cuando la letra cercana es la única salvación.




HISTORIA: "EL ESPECTÁCULO DE MAGIA", de Antonio Pérez



Las imágenes aún se sucedían en la mente del muchacho, las luces, las explosiones, las música animada a todo trapo. La cara de sorpresa y emoción de todos los espectadores había calado muy hondo en la personalidad, aún en formación, de nuestro protagonista y no dejaba que otra cosa ocupara sus pensamientos.

Afortunadamente para él su vida había cambiado hacía bien poco y por primera vez sentía que encajaba en el mundo, en ese nuevo mundo que era el internado donde había ingresado.

El conserje le saludó desde lejos al día siguiente cuando iba a clase:

- ¡Buenos días señor Potter!.












TAREAS TALLER POESIA 11-3-2024


POEMA: "REIR CON LA RISA MÁS SONORA", de Dora Robledo


Siempre reír aunque el alma esté rota,

sin quejas ni mañana 

sin ganas, con dolor.

La vida llenó el vaso, 

el camino lo vació. 

Rodeado de quebrantos

el cuerpo, lo que más dolió. 

Reír aunque duela,

no hay que mostrar amor

sólo seguir caminando 

haciendo el camino menos feroz.

Sucede que ya no río 

sólo gozo por amor.



HISTORIA: "EL FESTIVAL DE CINE", de Dora Robledo


Uno de marzo, comienzan famosos y famosas a desplegarse por todo el centro.

No doy crédito, hace veinte años ahí estaba yo, detrás de las vallas que separan el arte casual del trabajo del arte..

Veinte años que han crecido y cambiado conmigo… hoy día siguen habiendo jóvenes talentos y los de mi época, que ya son la experiencia  de caminar por tantas y tantas alfombras rojas… Veinte años después y sigo emocionándome como si fuera a ver a mi actor favorito de aquella serie o a la chica que no acabó de ser sentenciada por aquella otra…

Siempre la misma historia … el glamour que no se ve detrás de las cámaras…




POEMA: "REIR CON LA RISA MÁS SONORA", de Lourdes Ponce



Si utilizas la risa para esquivar

las piedras del camino, cuídate

de ir descalzo, pues antes o después

brotará un pequeño río cálido

como la arena de un desierto.


Para no resbalar, sujeta la risa

al poste más grueso,

cuanta mayor calidad tenga

la madera, más oirás las voces

de los martillos ahondar

los clavos en las raíces del árbol.


Sonora y burlona, la risa se

troncha viendo cómo te ahogas

con los calcetines puestos

del revés. Al abrir la boca,

una risa métrica, azulada y gigante

coge el timón y salva el último

bocado de comida disponible.


Sin la risa no eres nada, date

cuenta. Rubrica el contrato

de permanencia, ensaya varias

veces al día a reír con la risa

más sonora, los vecinos excusarán

la hora. Aprende a reírte en la

oscuridad, cargado de baladas

tristes, de poemas anunciadores

de catástrofes.


De risa también se muere.




HISTORIA: "EL FESTIVAL DE CINE", de Lourdes Ponce


-Buenas noches, damas y caballeros, cineastas y soñadores de todo el mundo. ¡Bienvenidos al prestigioso Festival de Cine de Málaga! Esta noche, estamos reunidos para celebrar la magia del cine, ese arte que nos hace soñar despiertos, reír, llorar y reflexionar.


 -A nuestros increíbles nominados, cada uno de ustedes ha traído algo único y poderoso al mundo del cine. Sus historias nos han movido, desafiado y entretenido. Esta noche celebramos su pasión, su arte y, por supuesto, su indomable espíritu creativo.


-Y a ustedes, nuestros queridos espectadores, gracias por apoyar el cine en todas sus formas. Su amor por las historias es lo que hace que noches como esta sean posibles. Ahora, sin más preámbulos, ¡comencemos con la ceremonia y descubramos quiénes serán los galardonados de esta noche!


El presentador se detuvo un instante, abrió el sobre, dudó, lo volvió a leer, proclamando al fin:


-Y la ganadora a mejor poeta-actriz revelación es…… Dora Robledo, en su interpretación de Dora Robledo en los lunes poéticos a la luz de la luna. Por su trabajo, esfuerzo y tesón, le ofrecemos la Biznaga de Oro.



POEMA: "REIR CON LA RISA MÁS SONORA", de Antonio Pérez


El agua irreverente de un arroyuelo,

el chapoteo de un niño en un charco,

el viento silbando entre las ramas de los árboles,

tu mirada a través del filtro de mi corazón.

Aquellos fueron mis profesores,

los eruditos de los que aprender,

los mentores a los que seguir,

para desarrollar la risa más sonora en mi vida.



HISTORIA: "EL FESTIVAL DE CINE", de Antonio Pérez 



Todos estaban nerviosos, el papeleo para la candidatura como sede del festival de cine había sido toda una epopeya fantástica con tintes de película de terror. Había otras tres ciudades que querían tener su festival de cine y las tres tenían más habitantes, más padrinos y más dinero.

A pesar de todo eso, el esfuerzo del equipo que formó el ayuntamiento logró la gesta de presentar toda la documentación en tiempo y forma.

Justo cinco minutos antes de dar a conocer el veredicto final salieron a relucir todas las dudas: no tenemos bastantes salas, no hay un auditorio grande, etc. Hasta que las palabras del comité anunciaron al ganador: eran ellos.

- ¡¡¡¡SIIIIIIII!!!!¡¡VAMOS A TRIUNFAR!!- gritaron todos.

Ya no había ninguna duda, eran los mejores.











TAREAS TALLER POESIA 04-3-2024


POEMA: "DEJAR VOLAR", de Lourdes Ponce


Pinocho ha vuelto a mentir

su nariz ha crecido hacia la luna

el enredo en los cables de los palos

telegráficos fue mayúsculo.


La sirenita está enferma

de tanto soñar con unas piernas,

toma dos dosis de peces al día

pero ni con esas se consuela.


Desde el rascacielos Torres de Martiricos

el Alcalde ha volado sin alas

lleva una semana de torre en torre

erre que erre con su destino.


Si todos acometemos con energía

la pasión de nuestras vidas,

creceremos por los lados

hasta explotar al mediodía.



POEMA: "DEJAR VOLAR", de Antonio Pérez


Con dolor indecible e insoportable,

finalmente sueltas la mano

 que acompañaste fielmente

 desde el principio hasta ahora,

agridulce sensación de trabajo completado.

Ser testigo de la evolución,

mitad orgullo y mitad tristeza,

de los primeros aleteos de un pajarillo,

que ya vuela solo,

 pese a todo y a todos.




HISTORIA: "EL ALMANAQUE", de Antonio Pérez



Sólo estaba mirando al vacío, sin hacer otra cosa que divagar en pensamientos aleatorios cuya única función era que pasara el tiempo lo más rápido posible. A esa productiva tarea me encomendaba cuando mis ojos se posaron en un objeto que colgaba de la pared sin aparente propósito: un almanaque.

Al entrar en detalle me percaté que había un día señalado con un círculo rojo. Era justo el día en el que nos encontrábamos. Ponía con letras mayúsculas: CUMPLEAÑOS.

Con un esfuerzo máximo levanto la mirada hasta que compruebo que el almanaque era de hace dos años.

- Mejor- dije.- hoy cumplo dos años menos.









TAREAS TALLER POESIA 26-2-2024


POEMA: "CAMINAR EN VOZ BAJA", de Dora Robledo


Paso a paso sin ruido al caminar,

tejiendo vidas, palabras que pronunciar.

Sentimientos encontrados

bagaje al que no volver a mirar.

Tristezas de lo olvidado

recuerdos que no caben en este viajar.

Caminos nuevos encontrados

sin señales ni miradas que se tengan que ocultar.

Sola y el mundo… 

¡ahí esperándote está!



POEMA: "CAMINAR EN VOZ BAJA", de Antonio Pérez



Pensamientos fugaces y frenéticos,

pasos cortos y lentos,

caminos angostos flanqueados de piedras,

decisiones que marcan el destino escrito.

La duda que surge en cada latido,

la batalla que librar en cada respiración,

el sigilo de los pensamientos pasados,

guiando los designios del futuro.




HISTORIA: "LA ENTREVISTA DE TRABAJO"



Siempre pensé en cómo sería mi primera entrevista de trabajo. Una mesa grande con una o varias personas que me harían un sinfín de preguntas cuyas respuestas por mi parte les darían las claves de mi idoneidad para el puesto en juego. No dormir la noche anterior haciendo mil simulacros o simplemente repasando los conocimientos que describían en la oferta de empleo.

Y ahí estaba yo, con mi traje negro y mi camisa blanca. Se abre una puerta y sale un señor corpulento con un atuendo muy similar al mío. Tras un primer reconocimiento visual que pasa la prueba sin lugar a dudas, el entrevistador lanzó una pregunta al aire:

- ¿Tienes carnet de conducir?

- Sí.- le respondí yo.

- Estás aceptado, bienvenido a UBER.











TAREAS TALLER POESIA 19-2-2024



POEMA: "QUIZÁS VIDA", de Dora Robledo


Tal vez esta vez será.

La primera vestida de mi alma,

que acusa el vivir más ferviente,

que añora lo que nunca fue, 

lo que existe, aun cuando no existo.

No sé lo que digo,

sólo sé que siento,

en lo más profundo, un amargo mar de tempestades.

Enjaulada, robusta, inquieta

mis alegrías luchan por existir,

Aunque no saben dónde, ni quién, ni cuándo,

 ¿quizás ahora?

¿Quizás viva?




HISTORIA: "EL VIOLÍN", de Dora Robledo


Cada nota que las cuerdas pronunciaban lo llevaban más lejos, a otros lugares donde nunca antes había estado.

La música era calma para él. Sostenía en sus manos y miraba su violín, como si fueran a salir solas las notas musicales, tal y como ella las hacía vibrar.


Y un día, otro día y siempre en el mismo lugar como fiel lazarillo esperaba su dueña para hacerlo sonar.



POEMA: "QUIZÁS VIDA", de Lourdes Ponce


Antes de ti hubo vida,

también la habrá horas

después del letargo

en que caeremos como hojas

desprendidas.

Días, meses, años más tarde,

pétalos de rosa resucitarán

las montañas nevadas,

los topos saldrán de su

escondrijo, cegará el sol

la mirada de la vieja

como si con un guiño quisiera

avisarla.

Vida absorbida vomitada

en palabras.

Vida en los cuadros rojos

de la antesala.

 



HISTORIA: "EL VIOLÍN", de Lourdes Ponce



Decidí empezar a tocar el violín para castigar a mis padres. Los primeros años les hice sufrir a diario, rasgando las cuerdas al borde de la locura. En cuanto les fue posible, alquilaron un local de ensayo. Ahí decidí dejarlo. Me reprendieron por el dinero y el tiempo malgastado.

Entonces me apuntaron a clases de judo. Hasta que le partí la nariz a mi hermano pequeño en una muestra de la técnica japonesa. Dijeron que yo era un chico imposible. Entonces me llevaron a un reformatorio. Para no decepcionar a mis padres, herí a uno de los tutores, lanzándole un balón de un puntapié directamente a las gafas de miope. Cinco días aislado del resto de mis compañeros me hicieron reflexionar.

Así comencé a estudiar filosofía. Ahora si no tienen más preguntas, podemos dar por finalizada la entrevista.

Gracias a todos por su asistencia.




POEMA: "QUIZÁS VIDA", de Antonio Pérez


Quizás fuera en otra dimensión,

quizás será en un futuro,

quizás no suceda nunca,

quizás no para de suceder.

No sabemos nada de ella,

nada realmente revelador,

sólo la queremos para siempre,

hasta que nos vamos de ella, 

hasta que nos vamos de la vida.




HISTORIA: "EL VIOLÍN", de Antonio Pérez



El auditorio estaba en silencio, no se oía ni un solo sonido. La expectación era máxima y los meses de antelación con el que se habían comprado las entradas hacían mella en algunos espectadores que se revolvían nerviosos en sus asientos. Las luces bajaron de intensidad y dos potentes haces de luz enfocaron al centro del escenario. Allí estaba el protagonista de la velada: un Stradivarius en perfecto estado que había sobrevivido a los siglos con estoica resistencia hasta nuestros días.

Las primeras notas desgarraron el silencio con una precisión quirúrgica. Los expertos oídos eran deleitados con cada segundo de concierto. Todo era perfecto hasta que ¡zas! una de las cuerdas saltó violentamente al partirse. Por lo visto las cuerdas no llevaban tan bien el paso del tiempo y al cambiarlas se desajustaron lo justo para crear el desastre. El público aplaudió enfervorizada mente. No tenían ni puta idea.









TAREAS TALLER POESIA 12-2-2024



POEMA: "SE UNIRÁN A NOSOTROS O SE ESCONDERÁN", de Dora Robledo



Disipadas las nieblas del mañana, 

las concubinas del dictador 

desenmarañan cualquier duda. 

Comienza una nueva era, 

preparemos la mente,

 nuestras manos 

ya escriben sobre ello.

Inundemos el mundo 

de aquellas ideas 

que no disipan el amor.

Ayudemos a los incautos 

en deberes primordiales 

para que consigan 

ser más y mejores.

Entrando en el laberinto del saber 

conseguiremos establecer 

un mundo 

en el que todos 

podamos trabajar.


HISTORIA: "CIERTAS DIFERENCIAS", de Dora Robledo 


Notaba ciertas diferencias en el camino de regreso a casa.

20 años atrás, ese camino era más largo, pero siempre estaba amenizado por la compañía de ella .

Sostenía las manos del aún niño protagonista de esta historia, siempre charlando sobre algunas anécdotas que corría en el colegio, con los compañeros, con su profesora, con ella, ella misma…

Palabras que no se desvanecieron con el tiempo.

Consejos, que sólo ella sabía dar.

Consejos, que no eran imposición, simplemente cómo ella a través de esa conversación instauraba en el niño, en aquel niño, la idea de cómo vivir la vida, su vida, aunque hubiera ciertas diferencias .


POEMA: "SE UNIRÁN A NOSOTROS O SE ESCONDERÁN", de Lourdes Ponce


Abre las puertas, recoge el sombrero

y vayamos a guarecernos del viento

gélido, pues se avecina tormenta.

 

La he visto agazaparse

tras el iris del ojo, vigilante,

a la espera del verde presagio.

 

Yo sé que se unirá a nosotros

porque lo dejó escrito hace

millones de años.

 

Vendrá con su séquito tumultuoso,

a zarandear las espigas dobladas,

las que dimos por perdidas,

por su aspecto macilento.

 

Nos pedirá cuentas, explicaciones,

querrá registrar nuestros corazones,

con la esperanza de encontrar

nuevas semillas.

 

Regalaremos las más brillantes,

las últimas brotadas, ligeramente

doradas por el sol.

 

Le daremos a conocer el sabor del pan fresco,

será atraída por el olor de la mies recién segada,

bordaremos con las hojas las iniciales de su nombre

y aunque quiera quedarse para siempre,

la enviaremos de vuelta hasta la próxima vez.



HISTORIA: "CIERTAS DIFERENCIAS", de Lourdes Ponce



Entre un río y otro río hay ciertas diferencias: como por ejemplo, uno lleva agua y el otro también. Entonces la diferencia está en el cuánto, pero no en el río.

Entre un beso y otro beso hay ciertas diferencias: por ejemplo, uno arde en sí mismo

y el otro también. Entonces la diferencia está en el quien, pero no en el beso.

Entre un hombre y otro hombre hay ciertas diferencias: por ejemplo, uno muere y el otro también. Entonces, la diferencia está en el cuándo, el dónde, el otro, pero no en el hombre.


POEMA: "SE UNIRÁN A NOSOTROS O SE ESCONDERÁN", de Antonio Pérez


El silencio imposible era,

helar la sangre conseguía

a todo aquel que le atendiera

más que a la luz del día.

Pies arrastrándose sonaron,

y voces roncas susurraron,

mas los que no se unieron,

mutis por el foro hicieron.


HISTORIA: "CIERTAS DIFERENCIAS", de Antonio Pérez


Había sido un viaje ciertamente largo y agotador, hay que tener en cuenta que recorrer 300 años luz no es una tarea fácil y que sobrevivir a varias generaciones humanas requiere un diseño y una ingeniería sin precedentes.

Por fin tenían a la vista aquel planeta que había sido catalogado como "la nueva Tierra prometida". Había gran cantidad de agua en él, pero de color púrpura. La atmósfera que se veía desde fuera era de color rojizo mientras que lo que venia a ser tierra firme era e color verde oscuro. En fin, algo que los científicos definieron como "pequeñas diferencias".







TAREAS TALLER POESIA 5-2-2024




POEMA: "AMANTE DE TODO LO QUE CRECE", de Lourdes Ponce



Un terremoto crece a la vez que las  

grietas por donde desaparecen los ladridos, 

los zapatos, los juguetes, las billeteras, 

el almanaque de la cocina, el candelabro 

con remaches de plata, el camisón bordado. 

 

Una boca crece al compás de succiones, 

caricias, imitaciones, soplidos, lavados, 

letras, cuadernos, dientes, historias,  

dedos, canciones de cuna, aburrimiento, 

sonrisas, mordeduras. 

Puedes crecer para adelante  

y para atrás, ganando partidas, 

saltando a la comba, dibujando osos, 

cortando esmeraldas un domingo. 

Ten siempre a mano un buen libro 

porque el riesgo de crecer torcido 

también existe. 

La acuarela es gran aliada cuando 

crecen los días grises en la comisura 

de los ojos o cuando se mete una 

cebolla sin querer en la boca. 

¡Qué maravilloso es ver crecer 

el estómago con cada palabra 

nueva, o el pelo cuando me sonrojas! 



HISTORIA: "EL VERDEROL", de Lourdes Ponce



Cuando compré la casa junto al acantilado pensé en la tranquilidad y soledad que me proporcionaría vivir tan alejado del bullicio mundano. Al fin y al cabo, ¿quién necesita visitas inoportunas que nunca encuentran el momento de marcharse? La comida almacenada me daría para no tener que hacer compras en tres meses aproximadamente. Dedicaría todo mi tiempo a lo que siempre había soñado. Empecé escribiendo el título: EL VERDEROL.



POEMA: "AMANTE DE TODO LO QUE CRECE", de Antonio Pérez



Paciente espectador de la no muerte,

sujeto a una narcosis sostenida,

viajando sin desplazar mi cuerpo,

sólo imaginando el reino onírico.

Ver cómo cambia todo lo vivo

es cambiar el paisaje sin transmutarse,

observando todo lo que crece siempre,

incluso cuando el olvido se hace fuerte.




HISTORIA: "EL VERDEROL", de Antonio Pérez



El impacto fue realmente fuerte, creía que la ventana había saltado en mil pedazos. Corrí hasta el zaguán que llevaba a la cristalera para descubrir con alivio que no había pasado nada, todo estaba bien. Bueno, para ser exactos, todo no estaba bien, había una pequeña forma entre amarillenta y verdosa que se movía en el suelo junto a la hoja derecha del ventanal. Todo encajaba, aquel pajarillo había impactado contra el cristal de la ventana. Es que no se pueden tener los vidrios del cerramiento tan pulcramente limpios. Que luego pasa lo que pasa. Con cierto sentimiento de culpa salí para auxiliar al pobre Verderol, que era la variedad a la que pertenecía el pajarillo. Cual no fue mi sorpresa cuando el susodicho levantó el vuelo no sin antes dejarme un certero excremento en la frente como dulce venganza.










TAREAS TALLER POESIA 29-1-2024


POEMA: "BOCA QUE CALLA", de Dora Robledo


Alrededor de mi alma 

círculos ancestrales. 

Bocas que callan .

intensifican el ardor de vivir 

atienden a llamadas no vanas

Quieren lanzarme un llamamiento 

que lucha por existir.

Oigo a lo lejos 

claras melodías 

que investigan en el hoyo del infierno.

Aquí en el mundo todo es posible, mientras las bocas que callan luchan por ser escuchadas.

Mujeres, hombres y niños tomad la palabra

 y el alma seguirá su existir.



HISTORIA: "EL BURRO", de Dora Robledo


Acunado en un establo mi burrito nació solito.

Desde pequeño se le vio muy listo. Se empecinaba en algo y hasta que no lo conseguía no paraba. Así fue cómo a los pocos días de nacer, sin ayuda de su mamá porque no estaba, mi burrito empezó a andar. Se cayó para la izquierda, luego para la derecha, luego para adelante. Todos los de alrededor se reían, pero él no les hacía caso. Él lo intentaba, y lo intentaba, y lo intentaba, hasta que lo consiguió. Primero anduvo lentito. Comenzó a trotar un poquito y luego ya se daba carreras con los amigos, los patos, los conejos y las ardillas. No sabía a qué se parecía. A un conejo, no. Él no pegaba saltos. A una ardilla tampoco,  él no trepaba los árboles. Ni a un pato, no le gustaba el agua. Por lo que un día se dijo: soy único y estoy rodeado de amigos diferentes entre nosotros.



POEMA: "BOCA QUE CALLA", de Lourdes Ponce


Porque al callar te aventuraste

sobre el río lechoso, desbordante

de ondas sinuosas como

redondos torbellinos

fundidos en tu prosa.

 

 

Al callar también le hiciste un bien

al rocío de la noche, fresco, entregado,

como un ángulo abierto por tres lados,

emplumado majestuosamente por tus

manos.

 

Quemaste trozos de jazmín

enredados en el fondo de una luna

asomada a palabras anteriores.

Boca que calla no es plana

boca que calla está próxima

a saltar sobre el silencio de una madre,

sobre el bostezo del camello,

sobre la ventisca arremolinadora del saber.




HISTORIA: "EL BURRO", de Lourdes Ponce


El burro no está en el cercado ni comiendo yerba en el altozano. Preocupados, con la esperanza de encontrarlo, hemos salido todos a una a buscarlo.

- ¡Burro, burro! - grita la mujer.

- "Budito, budito" - llama la niña que todavía no ha aprendido a decir la erre. 

- Hemos visto otros burros, pero no el nuestro. Sabemos reconocerlo porque nació con una mancha roja oscura detrás de cada oreja. Sin el burro que transporte la carga, no habrá manera de recoger la leña que tan amablemente nos ha ofrecido de balde Martín el de la tienda.

Tendremos que aceptar con gran desconsuelo que algún mal animal se lo ha comido, o que algún mal hombre lo ha robado, si entrada la noche, el burro no aparece.Vamos para casa - insiste la mujer.

- Tengo frio - dice la niña.

 Con la mirada perdida y el corazón pequeño, emprendemos el camino de vuelta.


POEMA: "BOCA QUE CALLA", de Antonio Pérez


Inerte expresión contrariada,

suplente espíritu melancólico,

usurpando el aliento que no le pertenece,

asintiendo el hecho olvidado.

Sin decir un solo fonema,

una boca que calla,

impone un respeto mayor,

que un discurso vacío de corazón y alma.



HISTORIA: "EL BURRO", de Antonio Pérez


El camino era sinuoso y lleno de piedras enormes que dificultaban el avance cada vez más. Mi pobre borriquillo lo estaba pasando realmente mal en la travesía, más aún con aquella púa enorme clavada en la patita derecha.

En condiciones normales hubiera sido una excursión de lo más entretenida pero el percance de la astilla lo había trastocado todo. El desgraciado animal no hacía más que lanzar alaridos de dolor que me encogían el corazón y me empujaban a ir más y más rápido cuesta arriba.

Cuando por fin llegué al puesto de socorro dejé a mi amigo cuadrúpedo en la camilla de curas pues fui yo quien llevó a cuestas a aquel adorable borriquillo hasta el veterinario.











TAREAS TALLER POESIA 22-1-2024



POEMA:"VOLVEMOS A LA PÁGINA", de Dora Robledo



Caminos intransitables.

Oscuros bosques donde nadie sabe qué pasa.

Hojas en blanco.

Mares en calma.

Volvemos a la página nunca escrita.

Transitamos en un mundo

donde nada es lo que parece.

Escribo diariamente lo que por mi mente

no se detiene a raudales.

Enmarañadas letras que sólo dicen lo que siento.

Pensamientos autónomos que desbordan los sueños del mañana.

Utopías de un mundo siempre soñado.

No puedo volver a la página que nunca ha sido escrita.



HISTORIA:"EL PATINETE", de Dora Robledo



Y tuvo que volver a montarse en ese patinete, donde un día de mañana, cuando sus padres estaban aún acostados, se escapó de casa con él. 

Lo vieron la cotilla del bloque y el conserje. Salía corriendo como si no hubiese un mañana por esas carreteras aún no despiertas, con su patinete, el del abuelo. Se lo regaló en su  16 cumpleaños, poco antes de dejar de darle uso para su trabajo, ya que él se dedicaba a la correspondencia entre amigos y con el patinete el abuelo repartía dichosos mensajes entre sus más allegados.




POEMA:"VOLVEMOS A LA PÁGINA", de Lourdes Ponce




He recordado la casa en llamas

al aparecer el gato negro,

de lomo redondeado, esbelto,

maullando por la esquina

del cuarto de baño.


Su presencia ha abierto la

célula color terciopelo

con la que mi madre tejía

el cerebro de la familia

en noches insistentes como ésta.


Volver la cara hacia la mágica

escalera, ayudaría si fuese

un maniquí de cuerpo entero,

pero he de recordar que nací

en un día de sol quejumbroso

sin botones, sin pena ni gloria.


Volver, sí, para salir corriendo

de la casa en llamas, mientras

arde el gato con olor a hilo tenso,

con olor a pasado verbal y remoto.

O quizás debiera salvarse ¡es tan esbelto!





HISTORIA:"EL PATINETE", de Lourdes Ponce



El patinete salió disparado por un lado y yo por otro. Tumbado en el suelo esperé a la ambulancia. Alguna magulladura sin importancia en los brazos, dos dientes rotos además de las gafas. Al día siguiente no fui a trabajar. En la tarde, fui informado de que al Jefe de RR.HH le había dado un infarto de miocardio, mientras redactaba mi carta de despido.


POEMA:"VOLVEMOS A LA PÁGINA", de Antonio Pérez


Cada momento cuenta,

en el destino programado oculto,

nunca encontrarás la opción fácil,

lo más obvio será la norma a cumplir.

Siempre podemos regresar,

volver a la página en blanco,

para reescribir nuestra historia,

nuestra forma de afrontar el destino.



HISTORIA:"EL PATINETE", de Antonio Pérez


Allí estaba él. Impecable, retador, con una imponente presencia que dejaba claro su dominio de la situación. Otros habían intentado usurpar su puesto pero habían fracasado estrepitosamente y sin ganas de volver a intentarlo. Simplemente era el mejor y todos lo sabían. No era necesario tener que demostrarlo continuamente. Pero hoy no era una de esos días, un novato había retado al rey. Algo que iba a pagar muy muy caro.

Desde lo alto de la colina iban a tirarse cuesta abajo para ver quién ganaba. Por supuesto no hubo sorpresa, ganó el de siempre: Josete "El del patinete". Su mote se debía a la maestría extrema que tenía en el descenso de colina usando este medio de transporte.













TAREAS TALLER POESIA 15-1-2024


POEMA: "FILOS DE REALIDAD", de Dora Robledo


Desbordante gratitud la que conlleva 

que tus ojos en mis ojos se fijen nada más.

Envolviendo la inmensa alegría por ver tu sonrisa 

al final del vendaval.

Enmascara un aluvión de quejas, esa mirada desbordante del mar.

Y no puedo parar de mirarte porque no eres igual que los demás.

Te quisiera todo para mí que tus ojos y tus manos Solo para el paran, las ideas que se me ven venir.

Pero todo esto es imposible la humanidad obliga a vivir a ser felices y a compartir.




HISTORIA: "EL ALMANAQUE", de Dora Robledo


Señala día a día, experiencia a experiencia, lo que le digo a la vida, los errores que cometo y los aciertos que también tengo.

Las virtudes, los pros y contras qué día a día me doy cuenta que padezco.

Alguno lo celebro y otros me arrepiento .

El almanaque marca el tiempo que vivimos, el tiempo que nos queda, el que no usamos y el que regalamos, el que compramos y el que vendemos.

El almanaque no señala que cada día es diferente distinto al anterior, una nueva oportunidad nos ofrece de hacer de nuestra vida un lugar mejor.



HISTORIA: "EL ALMANAQUE", de Lourdes Ponce


Treinta días trae noviembre con abril, junio y septiembre. Treinta días trae noviembre, con abril, junio y septiembre. Cien veces debía repetir esa frase como castigo por desobediente. ¿Cuántas frases llevo? me quedan cincuenta y tres aún. Maldito almanaque con sus meses de 30 días. Con esta llevo sesenta y cuatro. Necesitaba hablar con Teresita y decirle que no estuviera tan triste. Su madre se recuperaría. Treinta días trae noviembre con abril, junio y septiembre. Cuando Teresita me mira, se me olvida la lección, no sé por qué. Treinta días trae noviembre con abril, junio y septiembre. ¡Profesor, terminé! 



POEMA: "FILOS DE REALIDAD", de Antonio Pérez


Derramando el amanecer por mi ventana,

renazco una mañana más, cual fénix urbano,

con alas nuevas capaces de volar a Urano,

mirando al resto de los humanos pequeños y ufanos.

Mas la realidad dicta sentencia,

al filo de la humanidad, todo es clarividencia,

casi ser es más que ser entero,

con espacio por ocupar con algo de provecho.




HISTORIA: "EL ALMANAQUE", de Antonio Pérez


Hoy es lunes, lo tacho del almanaque y sigo con mi rutina diaria. Comidas, trabajo, familia, ocio,... Cuando por fín caigo rendido en la cama pienso en lo que me deparará el día de mañana y una sombra de pesadumbre inunda mi mente. Siempre sumido en un bucle que relativiza enormemente el paso del tiempo y hace perder la noción del momento actual.

Pero en mi caso no es ningún rollo traumático ni psicológico, lo mío es mucho más visceral: cuando aquella noche, borracho como una cuba oriné en la puerta de aquella tienda esotérica china y el dueño me maldijo con vivir siempre el mismo día, una y otra y otra vez... Y encima lunes, blue monday.









TAREAS TALLER POESIA 8-1-2024



POEMA:"UN TEMBLOR HA RECORRIDO TODA MI MIRADA FUTURA", de Lourdes Ponce


De gota en gota

llorando con un ojo,

riendo dos dientes su

deslucida dentellada,

con aplomo lógico, bucólico 

centellean las luces sobre

mi cabeza, que arrastro

por las calles.

Entre tanto y tanto,

va quedando nada.

Así con dulzura, pasan días 

buscando a Dios,

a tiempo marchado 

de vacaciones al Nilo,

donde Moisés sobrevivió.







POEMA:"UN TEMBLOR HA RECORRIDO TODA MI MIRADA FUTURA", de Dora Robledo


Recorrida de amor 
por todos lados, 
mi mirada furtiva 
acierta mis horizontes deseados.

Navego en pro de la vanidad que nos ostenta 
y pretendo aprender de otros amores, 
saliendo a la vida distinta 
que desconozco.

No pretendo ser mejor que nadie
en mudez, en presencia de aquellos 
que perturban mis sueños.

Si no puedo defenderme, atemorizaos sueños, 
que esta vez iré a por vosotros .


HISTORIA:"CARTA A LOS REYES MAGOS", de Dora Robledo


Queridos Reyes Magos:
Este año comenzó y terminó complicado, aún así contemplo mis pasos y son diversos unos más acertados, otros complejos, pero nunca paré de andar y en el camino encontré otros pasos que me llevaron a nuevos lugares, nuevas ideas, nuevos amores y nuevos desafíos.

Aún sigo teniendo un sueño, y es que quisiera me trajérais algo más  de paciencia y constancia de ese tiempo para seguir rodeándome de buenas personas que me aportaron aquello de lo que carezco y a los que poder aportar lo que tengo.

También me gustaría poder discernir entre tener un libro y leerlo a veces siento que es lo mismo y ya voy sabiendo que no…

Además quiero que me traigáis espacio para mis amores, que a veces parece que se agolpa en uno solo y lo reviento.

Tal vez si pudierais también traerme algunas más perlas de quita miedo, ya sabéis, para el día día afrontarlo con más ganas…

Y ya por último, y tal vez lo más importante traerme salud para llevar a cabo por mi misma y con otros todas estas peticiones que deseo.

Feliz Navidad y muy próspero Año Nuevo.







POEMA:"UN TEMBLOR HA RECORRIDO TODA MI MIRADA FUTURA", de Antonio Pérez


Desde la atalaya celeste,

de reojo, observo el mundo.

Con miedo a la indiferencia,

asimilando el camino recogido.

rechazo la venda que cubre mis ojos,

asumo la verdad absoluta que no existe,

y sitúo cada piedra en su sitio,

para construir mi castillo futuro.



HISTORIA:"CARTA A LOS REYES MAGOS", de Antonio Pérez


Queridos reyes magos, este año he sido muy humano y por lo tanto he cometido muchos errores. Me ha costado armarme de valor para escribiros esta carta porque igual no he llegado al nivel.

De todas formas lo voy a intentar y si lo estimáis oportuno me respondéis y entramos en debate.

Entrando en materia quiero que este año la ignorancia en el mundo caiga en picado y que la humanidad sea un poco menos imperfecta para que por fin desandemos el camino equivocado y construya un futuro de un color más clarito que el actual.

Creo que con esto me he pasado, así que, como segunda opción os propongo traerme un utensilio de lo más práctico para mi: un buen cinturón de cuero negro.

Dejo a vuestro buen criterio el decidir cuál de los regalos me concedéis.

No quiero enrollarme más, que con la cantidad de cartas que tendréis el tiempo lo debéis tener justo justo.

Un abrazo de vuestro ferviente admirador Antoñito Pérez











TAREAS TALLER POESIA 11-12-2023

POEMA:"SOMOS EL RELÁMPAGO SOBRE LA COLINA", de Dora Robledo



Camino brevemente en tus manos con frío en mis pies.

Alzo el vuelo y no me coges.

Esclava fui sólo una vez.

Casi me escapo de pronto, vuelvo a encoger.

Parece que quiero, 

pero no por querer.

Me atrae la esencia 

que una vez respiré.

Encadenada a la silla 

sigo soñando 

que una vez lo logré.




HISTORIA: "COMIDA NOCTURNA", de Dora Robledo



Por quinta vez me levanté, esta vez el chocolate no pudo con mi tozudez. 

Eran las fresas del desayuno, las que cayeron esta vez. 

La primera fue un caqui, la segunda unas almendras, a la tercera, un yogur, a la cuarta un vaso de agua y ya con esta un delicioso porridge en la barriga tendré.






POEMA:"SOMOS EL RELÁMPAGO SOBRE LA COLINA", de Lourdes Ponce



Si quisiéramos morir atragantados 

de palabras, tendríamos que  

caminar durante muchos días y noches, 

mudos, sin decir nada. 

Adquirir una batea de letras minúsculas, 

mezclarlas con interjecciones como  

"ay, uy, hala", torcer luego a la derecha, 

morir de verdad y esperar a la próxima 

reencarnación. 

 

Sólo hay un antídoto: convertirse en 

relámpago, visto y no visto, un clic 

terciado por azarosa conducta, ignorante 

del decir, capitulación de la voluntad 

que habla, un dejarse iluminar por la 

nueva forma adoptada,  

entregada al anonimato sin par. 

 

Decir alas y salir volando mascullando 

tierra, convencerse de la inutilidad 

del convencimiento, alegrarse con 

la palabra tristeza, darle la razón 

a la locura, convertir un ratón 

en asesor comercial. 

 

Para el relámpago fugaz en el que 

nos habremos convertido, 

la verdad es un arma duradera 

sin existencia, la paz un soliloquio 

teatral, la unidad un compuesto 

de muchos, el orgullo un aguijón 

inofensivo….. 

 



HISTORIA: "COMIDA NOCTURNA", de Lourdes Ponce



  Como ganadores del concurso “No hay más ciego que el que no quiere ver”, el próximo viernes 15 de diciembre a las 20.30 horas, están invitados a una comida nocturna en el restaurante “La Noche”. Se adjunta ubicación. Se ruega confirmación. 

Manuel dejó la tarjeta encima de la mesa y se dirigió a la cocina donde se encontraba su mujer preparando un tiramisú para el décimo aniversario de Tino. Ella no sabía nada de tal concurso, quizás se la habían enviado por error. En cualquier caso, irían. 

Nada más entrar al restaurante, observaron que los comensales les saludaban como a viejos conocidos. Aunque ellos eran tres, en la mesa había cubiertos para cinco personas. Antes de poder ver el menú, quedaron en total oscuridad, al parecer por efecto de la tormenta. A los 10 minutos, cuando regresó la luz, todos habían desaparecido menos Manuel, quien no dudó en pensar que todo era producto de una broma de mal gusto. Marcó el número de teléfono de su mujer. Al otro lado de la línea le respondió una voz masculina, que pronunció las siguientes palabras: corre Manuel, corre. Antes de poder reaccionar, cayó al suelo desplomado. Dieron con él un año después junto a una veintena de personas desaparecidas. Más bien con lo que quedaba de ellas en el congelador.



POEMA:"SOMOS EL RELÁMPAGO SOBRE LA COLINA", de Antonio Pérez


Desde inmemorial tiempo,

un eco hace mella en el ser humano,

la insoportable levedad del presente,

como el destello de un relámpago sobre la colina.

Siempre podemos soñar el futuro,

surcar las dudas de lo desconocido,

subidos en un navío cual bucaneros,

dispuestos a robarle los secretos a la vida.




HISTORIA: "COMIDA NOCTURNA", de Antonio Pérez


Siempre me había maravillado el escrupuloso orden con el que se organizaba una mesa para muchos comensales, sobre todo si era una cena. Aquellas hileras de cubiertos perfectamente ubicados milimétricamente cual desfile marcial. Las copas y platos mostrando su desnudez como presagio de un buen banquete.

En esta ocasión el motivo era la excepción: una huelga de controladores había causado la cancelación de la mayoría de los vuelos de aquella noche y todos los hoteles circundantes al aeropuerto estaban ofreciendo cenas tardías a los hambrientos viajeros.

Las cenas de gala quedarían para otro día.












TAREAS TALLER POESIA 4-12-2023




POEMA:"LA VIDA SE ABRE PASO", de Dora Robledo



Rugen las campanas en la iglesia del pueblo, aquí yace quien no supo vivir. 

La Navidad acerca corazones y aleja tempestades, 

las ocultas y enmascara 

en dulces y gominolas 

que todos quieren disfrutar y engullir como si no hubiera un mañana.

No se come la vida, no se comen los problemas. Aparte los hechos son lo que son y aunque tú no quieras la vida se abre paso y continúa a pesar de ti .




HISTORIA: "EL ATROPELLO", de Dora Robledo




El suelo estaba mojado, la fría calidez de la asfalto hacía que mis huesos temblaran aún más. 

No podía resistir el inmediato y veloz refulgir de las miradas ajenas, preguntando qué había pasado.

Unos solo miraban, 

Otros sacaban el pañuelo para enjugar sus lágrimas y seguir la vida tal cual.

Mi cuerpo estaba desquebrajado en el suelo, 

Dolorido, frío y casi inerte, esperanzado por ser rescatado por un desconocido proveniente de la ambulancia, en donde se desataría mi destino camino a la morgue, donde despediría mi alma sombría.




POEMA:"LA VIDA SE ABRE PASO", de Lourdes Ponce


Hubo sangre negra

agolpada en las sienes, 

en cada casa, manojos

de sangre acurrucados

tras las cortinas,

pero el ciego levanta la vista

con ánimo de apartar

de su plato la incordiosa mosca.


Agazapada, esperando al ojo,

anterior a la mirada vencida,

la sangre gira

como un trompo, rodando

hasta caer de lado, 

golpeando lo incierto.


Se abre paso la vida,

sangre, fuego, temores,

salen a su encuentro, temblorosos,

asustados como pájaro abandonado.

La vida encuentra el cauce,

la salida, digamos la grieta.

El ciego comprende que la

sangre va y viene como agua

de arroyo, unas veces inunda

los sentidos, otras los adormece.

Ahí sigue la mosca, cautelosa,

sin perder de vista un momento,

la salida.




POEMA:"LA VIDA SE ABRE PASO", de Antonio Pérez


Enjuto optimismo atravesado,

como un incentivo fútil,

el obstáculo es sobrepasado,

alejado en el horizonte.

Sin esfuerzo debido a la costumbre, 

en todo su recorrido existencial,

la vida se abre paso,

una vez más hacia su siguiente límite.



HISTORIA: "EL ATROPELLO", de Antonio Pérez




Grandes titulares incendiaron los medios de comunicación y las redes sociales. Fue un tema de conversación recurrente en todos los corrillos y grupos de whatsapp del país. Nunca nada ni nadie había conseguido captar la atención de una forma tan unánime sin ser un partido de fútbol o una boda.

Analizando el suceso en cuestión, se podía ver desde muchos puntos de vista, pero todos llegaban al mismo punto de encuentro, donde ni siquiera los más inconformistas eran capaces de no estar de acuerdo. Aquel presentador con una camisa a cuadros y un pantalón de rayas fue el atropello más grande que se había hecho al buen gusto.









TAREAS TALLER POESIA 27-11-2023



POEMA: "TÍTULO LIBRE", de Dora Robledo



“Si la palabra aclara, el silencio no oscurece: regenera.” EDMOND JABÉS

Remontando tiempos pasados

la alegría de tus tertulias

sólo puede mejorar el ignífugo tesoro

de tus ojos.

Contemplo, asombrado

cómo tu lengua elucubra 

distintos idiomas a la vez 

y yo los entiendo.

Viniendo a tu día demorado

anochece y acontece este verso

no sin más pronunciado

su significado 

por lo que a mi cabeza

viene a descubrir.

Elogios ocultos bajo las letras de un idioma aún por resolver.



HISTORIA: "¡QUÉ CASUALIDAD!", de Dora Robledo




Que cuando fuiste a sentarte, se te clavó la aguja del pajar nunca nadie sentó ahí, pero llegaste tú con tu peculiaridad y te la tuviste que clavar. 

Luego recogimos, ninguna aguja quedó en el pajar, sólo algún trozo de hielo que en el corazón se te clavó sin llorar. 

Y así, la niña que nunca quiso llorar, con el trozo de hielo, en toda su vida, no paró de lamentar.



POEMA, de Lourdes Ponce



“Si la palabra aclara, el silencio no oscurece: regenera.” EDMOND JABÉS

Ancha es la mano de mi Dios

que todo lo puede

 y a nadie olvida

Oh Señor, haz de mí 

una esclava, por ti moriré 

cuando dispongas.


Dejaré atrás mi peronista vida,

bañaré mi cuerpo en tu esplendorosa

luz, mi alma gozará con tu palabra sanadora

y abrazaré la miseria tanto

como la riqueza.


Acogeré con rigor y santa devoción 

La privatización de mi bienestar,

Entregaré el fruto de mi trabajo

A tu juicio,

Hasta que consigamos bajar

La inflación. 


Mis órganos están a tu disposición,

mi discernimiento anulado,

avanti con la dolarización.

Mi ley es grande,

Mi ley es la salvación.



POEMA: "COLIBRÍ", de Antonio Pérez




“Si la palabra aclara, el silencio no oscurece: regenera.” EDMOND JABÉS


Continúo tintineo de luz,

crisol colorido y vitalista,

las alas del colibrí mueven incesantemente

un espíritu libre en la naturaleza.

Juan al semáforo implacable,

veo cómo tres colores básicos,

mueven al mundo en derredor suyo,

como un almirante en un desfile dominical.



HISTORIA: "¡QUÉ CASUALIDAD!", de Antonio Pérez




Sentado en un banco de piedra del parque, repasaba los acontecimientos de la última década que me habían llevado hasta allí. Cómo conseguí salir de aquel pequeño pueblo, ir a la universidad, encontrar un trabajo que me llevó por todo el mundo conociendo a todo tipo de personas y vivir mil y una experiencias enriquecedoras. Ensimismado en mis pensamientos estaba cuando me percaté de que alguien se había sentado a mi lado. Con un leve sobresalto comprobé que era Pedro, mi primer compañero de pupitre que tuve en el colegio. Él también me había reconocido, y en nuestro intercambio de miradas se podía sentir la historia de una vida entera.












TAREAS TALLER POESIA 20-11-2023


POEMA: "CIUDAD EXTRAÑA", de Dora Robledo



Me encuentro en ciudad extraña

no vendo  besos ni amores

tan sólo pretendo una muerte tranquila.


En el horizonte taciturno de mi vida,

a mi lado él,

delante ella,

por detrás quedan las lágrimas no vertidas.


Anhelo el ardiente deseo de ser libre,

de nadie que me agarre el corazón 

y lo envuelva en cadenas invisibles.


Así y hoy sobrevivo a mí misma

en un mar de novedades 

deseando destapar esta locura

que a mi mente viene a socorrer.


No olvido la diligencia de mis letras, 

solas, para agradecer y alzar la voz del poder

que vive en mí.



HISTORIA: "EL ARTE QUE VENDE", de Dora Robledo



30 de marzo de 1987, París,  comienza a llenarse la sala.

Todos apremiantes ante tal belleza, las señoras cautas, pero irreverentes, quieren sentarse cerca para apreciar el trazo, la energía, la explosión de colores. 


Nick Finch observa al otro lado de la cortina espesa de color rojo Burdeos que tapa tal belleza.

No quiere desprenderse de la obra, sabe que su precio es muy alto y se alegra por ello. 

Piensa:  tal vez hoy no sea el día…


Pero fue un momento mágico cuando entre algarabías y gritos, vociferaban los asistentes que no podía ser la obra de arte más cara de la historia. 

“Los girasoles de Van Gogh” se vendieron por unos 5000 millones de pesetas que pagó el magnate japonés Yasuo Goto.





POEMA: "CIUDAD EXTRAÑA", de Lourdes Ponce



Alguien ha paseado

alguien ha dormido

alguien cayó por tierra

alguien perdió el camino.


En la ciudad de T.

las aceras son burdeles al aire libre,

gatos con peces se aparean,

música gótica en las enredaderas,

lápices puntiagudos para cortar la carne,

cuchillos afilados embellecen el cementerio.


En esta ciudad, las mañanas son de nieve,

a las cuatro de la tarde sale la luna y

estudia el número de veces que la mira

el joven estudiante enamorado.

A las cinco los párrocos orinan por la

ventana vidriada.


En cada plaza, dando vueltas a modo de peonza,

una niña de goma juega a la comba

sobre un pedestal apolillado.

El campanario de la iglesia

echa espuma por el badajo, cada vez que

las cigüeñas ponen huevos.


Es norma contar con la gente averiada,

así en los talleres te reparan, cambian

piezas por manos, alambres por ojos,

caballetes por piernas.


Todo el día se anda reciclando las

palabras, cambiándolas de significado.

Le he dicho a un policía 

que quiero volver a casa,

al parecer no me puede ayudar

porque su oficio es la carnicería.




HISTORIA: "LA AGUJA EN EL OJO", de Lourdes Ponce



Mis padres me educaron en un ambiente religioso, donde el respeto, la consideración y las buenas palabras eran pilar fundamental y, aunque de vez en cuando, en los momentos en que mi hermano y yo hacíamos alguna trastada muy gorda, se enervaban, profiriendo algún grito, en casa reinaba la concordia y la buena educación.

Por eso, el día que supe que mi mejor amiga se había liado con mi marido justo el día de mi boda, le dije:


-Pili, me gusta la fruta.


-¿Cómo? dijo ella


- Coge esa gorra.


-Ay, Pili, no te entiendo.


Sin querer, le clavé el alfiler de boda en el ojo. 




POEMA: "CIUDAD EXTRAÑA", de Antonio Pérez



Caminando por calles estrechas.

únicamente iluminadas por la soledad,

pienso en la ciudad de mi niñez,

que nunca volverá a ser.

No reconozco los portales, los negocios,

siento que ya no me pertenecen,

quizás sea yo el que ha cambiado,

quizás sea yo el extraño.



HISTORIA: "MARINERO", de Antonio Pérez



Tenía mucha hambre, hacía más de un mes que habíamos zarpado para hacer no se qué demostración de que algo era redondo. Pensaba que al enrolarme no pasaría tanta necesidad como sufría viviendo en el suburbio del puerto. Pero no fue así. Además no tenías otra opción ya que no podías huir del barco, estabas condenado a permanecer en él hasta que arribara a puerto o se hundiera por una tempestad. Perdido en mis pensamientos estaba, cuando resonó un grito en la quietud del mar: ¡¡TIERRAAAAA!!

Una sensación de alivio me recorrió la espalda, era 12 de octubre de 1492 y la aventura apenas había comenzado.









TAREAS TALLER POESIA 13-11-2023


POEMA: "SEGUNDO MOTIVO", de Dora Robledo


Ahora tu secreto

a viva voz lo dirás,

seguro tienes motivos

pero aún así vivirás.

Sólo un paso al frente

para enrudecer la piel

las palabras no bastaron

y hay que ceñirse al papel.

El segundo motivo

lo tienes,

sólo has de querer.

Mover las fichas adecuadas

y mantenerte de pie.

Solo no estás

mi corazón contigo va.

Ponte de pie y anda

que yo iré por detrás.


HISTORIA: "EL GOTERÓN", de Dora Robledo


El goterón sentenció la salida rápida de aquel callejón.

Las manos cubiertas de la sangre aún caliente del individuo mayor, el niño y su madre llorando por la muerte del deudor.

Nadie escuchó nada, sólo yo. Aquel goterón que en mitad de la nada, silenció el cargador.

Corriendo me fui de allí, y lo que al día siguiente se leyó:

"La familia Main se quedó sin sucesor".


POEMA: "SEGUNDO MOTIVO", de Lourdes Ponce


Al loco ritmo de la guitarra,

con un blues enamorado,

una música azul

y un pascuero gigante, 

llegó el sapo cantando 

a la ciudad.


El primer motivo fue

una rana de ojos grises,

a la que quiso seducir.

Ella estaba harta de

príncipes y enseguida 

se echó a reír. 


Su segundo motivo

causó un gran revuelo,

por una falda y un liguero

armaron la de San Quintín. 


Al ritmo de un pandero

salió el sapo, en silencio,

de la ciudad.


HISTORIA: "EL GOTERÓN", de Lourdes Ponce


A las 11.30 de la mañana estábamos ya todos montados en el 600. Lupita llevaba la bolsa con el chocolate para el mal de altura; Armando, el reproductor de casette que le habían regalado para su último cumpleaños. En el maletero iban los bocadillos de filete empanado, el trozo de queso y las bebidas. 


-Luis, cariño, ¿te importa cambiar la emisora? Sabes que no soy nada fan de Radio María - le dije a mi marido. 


-Mira, si empezamos ya desde el principio a protestar, nos damos la vuelta y listo. 


Continuaba escuchando hablar sobre la fe que había que tener en Dios, en su hijo Jesucristo y la confianza en la Divina Providencia, cuando me dijo: 


-Inma, pásame un cigarrillo, anda, que me has puesto nervioso y necesito relajarme. 


-Luis, a los niños no les sienta bien el humo del tabaco. Recuerda lo que dijo el médico cuando fuimos la semana…


Antes de acabar la frase, Luis furioso, gritó: 


-¡Que me pases el cigarro, te digo! A ver si no voy a poder fumar ahora en mi propio coche. 


-Mamá, qué peste, ¿puedo abrir la ventana? 


-Sí, abridla, a ver si así no nos intoxicamos. 


  En radio María decían: interrumpimos la programación para emitir una triste noticia de última hora: se ha estrellado un avión comercial francés en el Goterón, el Tajo próximo al Pico Alcazaba en Sierra Nevada en Granada. En él viajaban un total de 75 pasajeros. No hay ningún superviviente. En estos momentos un grupo de soldados busca la caja negra….. 


-¿Por qué la quitas? -dije - Estaba escuchando la noticia….¿Al Goterón no es adónde vamos nosotros de excursión? 


-Este viaje estaba gafado desde el principio, contigo no se puede salir a ninguna parte.  



POEMA: "SEGUNDO MOTIVO", de Antonio Pérez


No me hagas pensar de más,

sólo quiero avanzar en mi camino,

resolver los bretes del destino,

por traicioneros que puedan ser.

No tengo un segundo motivo,

no tengo tiempo que perder,

la vida es demasiado corta,

para coger un atajo.


HISTORIA: "EL GOTERÓN", de Antonio Pérez


Tres de la madrugada, en plena noche de invierno, con una temperatura glacial, cuando más acogedor es el lecho y más dulce es el sueño, hay un sonido que rompe la quietud de una forma rítmica, pausada, nada estridente, pero en contraposición absolutamente desquiciante. Un goterón que no sonaba al principio de la noche pero que ahora se había abierto paso entre las juntas de goma de algún grifo y no paraba de taladrar el silencio de la noche con una cadencia demencial que empujaba a la desesperación al más calmado de los calmados. Mientras me enfadaba por tener que levantarme a ver qué diantres pasaba, sucedió lo 1que tenía que suceder: me dormí.








TAREAS TALLER POESIA 06-11-2023


POEMA: "APRENDIMOS A MARCAR EL PASO", de Lourdes Ponce


Como en un desfile militar,

Aprendimos a marcar el paso.

Con decisión, elegancia, 

ruedines en los pies,

gran sombrero en la espalda,

antifaz en la cabeza

y pantalones en los brazos.


Aprendimos a marcar el cuaderno,

rompiendo la punta de los lápices,

cambiando cromos en el camino,

disimulando nuestra ignorancia 

en el andar.


Veinte años después de haber

comenzado a marcar,

el paso sigue yendo por su lado

a saltos descompasados,

con buen ritmo fuera de tono,

así todo el mundo lo puede bailar.


Aprendiendo a marcar el paso,

pasaremos los días experimentando

burbujas en el corazón, 

deslizando nuestro culo

por el tobogán azul,

desfilando delante de ojos de pez

que nos comeremos después. 


Aprendiendo, aprendiendo

sin saber el qué o creyendo

que sabemos sin aprender,

Un dos, un dos,

marcaremos el árbol.

Un dos, un dos,

marcaremos el calendario.

Un dos, un dos,

marcaremos el paso 

antes de perderlo

con un traspiés.


HISTORIA: "LA ABUELA", de Lourdes Ponce


A tu abuela la quemaron por brujería. Pero de eso no gusta hablar en el pueblo. Figúrate que hasta la casa en que vivía la demolieron, por miedo a que el alma de la abuela siguiera pegada, dicen que a sus paredes. Tu madre aprendió sus hechizos desde pequeña y  para que tú nacieras, tuvo ella que aceptar la esclavitud.


Pero eso te lo contaré otro día. La enfermera llega. Pórtate bien. Hasta mañana. 


Cuando salí del centro psiquiátrico, llovía.



POEMA: "APRENDIMOS A MARCAR EL PASO", de Antonio Pérez


Mirando el mar infinito,

peinando el viento con los dedos,

recordando el sentido de ver con el corazón,

subimos a un estado perfecto de ser.

Aprendimos a vivir el momento justo,

a saborear las palabras amadas,

a olvidar los lastres inútiles,

a marcar el paso para siempre jamás.



HISTORIA: "LA ABUELA", de Antonio Pérez


Era un                 día como otro cualquiera en la sucursal bancaria. Los empleados de banca atendían con desgana a los pocos clientes que aún osaban personarse físicamente en la oficina.

Casi todos los clientes que acudían a la caja eran personas de cierta edad que no comulgaban con las nuevas tecnologías y que desconfiaban de todo lo que no fuera el dinero contante y sonante.

Una señora mayor, el prototipo de abuela se acercó a la cajera de turno y solicitó:

- Buenos días, vengo a sacar 10€ de mi cuenta.

- Lo siento señora, no podemos sacar tan poco dinero.- respondió la simpática y servil cajera.

- De acuerdo, está bien, quiero sacar entonces 500€ de mi cuenta y luego, le ingresaré 490€ ¿le parece mejor así?.







TAREAS TALLER POESIA 30-10-2023


POEMA: "TODA ESTA CERTIDUMBRE", de Lourdes Ponce


No quiero ni pensar

lo que harías con los

mofletes helados, 

rojos como 

los labios de la prostituta 

de la calle Torreón,

con el cuerpo ligero

henchido de sangre,

bailando sin descanso.


Mirarías a lo lejos,

algún día subirías al coche

sólo para protestar 

por las altas velocidades 

de circulación.

Otro día, cerrarías la boca

para que los amigos de la farándula

no dispararan sus pistolas.


Nadie sabe qué harías

con las mordeduras 

si te vieras un día

necesitada de amor.


HISTORIA: "EL GORRO NARANJA", de Lourdes Ponce



A trompicones, varias veces estuvo a punto de caerse caminando como iba, descalzo y con los pies doloridos.

A su paso, el viento lo empujaba como si estuviese enfadado por algún feo asunto pendiente entre ambos.

Las farolas, juguetonas, se reían del chico, parpadeando en guiños alternos que lo dejaban en penumbra, a ratos.

Aurelio no había tenido lo que se dice un buen día. Era ya la segunda vez que los chicos de la clase de al lado le quitaban las deportivas, el dinero y las ganas de volver al colegio. Pero sin duda, lo que más hirió a Aurelio fue la pérdida en manos de esos criminales, pues así los consideraba, de su gorro naranja, aquél regalado por su abuela el mismo día en que esta se despidió de sus vidas para siempre.


POEMA: "TODA ESTA CERTIDUMBRE", de Dora Robledo


Pasmada en los libros de hojas,

azules y blancos de la vida,

plasmada está la historia,

de cuya incertidumbre mi vida es.

Arranca todas las hojas en blanco,

para apreciar sus canas,

y ríos, sus venas vacías,

llenas de verdad.

Despójala de esa incertidumbre,

que ahogando momentos,

la convierten en nada.

Ábrela poco a poco 

y deja que salga lo más íntimo

 que tiene en su ser.

Dícese incertidumbre.


HISTORIA: "EL GORRO NARANJA", de Dora Robledo


Alegre y divertido son siempre los gorros que teje mi abuela. 

Azules, amarillos, rojos, blancos de todos los colores menos el naranja.

Siempre le digo: "¡abuela, quiero un gorro naranja que es mi color preferido! y ella cariñosamente me contesta: "¡Y esta niña con la de colores bonitos que hay, el rosa, el morado o lila, el azul cielo o azul mar según se mire... y siempre me pide el naranja que es fuego, que es ardor como en la batalla o naranja como las yemas del huevo.

Yo te los hago de todos menos del naranja, los tengo de todos los colores gracias a mi abuela; y cuando se murió me dejó,... un gorro, unos guantes, una bufanda y una manta todos naranja.


POEMA: "TODA ESTA VERTIDUMBRE", de Antonio Pérez


Todos los colores del espectro,

todas las notas musicales,

todas las letras del alfabeto,

todos los pensamientos de una vida,

guardados en un dedal imaginario,

esperando ser expuestos

en un crisol de almas expectantes,

en mitad de toda esta certidumbre.


HISTORIA: "EL GORRO NARANJA", de Antonio Pérez


En la grada del estadio no cabía ni un alma más. Como era de esperar, en un partido de máxima rivalidad. El ambiente era de lo más pintoresco.

Había un montón de colores que se mezclaban entre sí de forma constante, dividido el campo en dos: por un lado blanco y por el otro azul.

Tuve la precaución de llevar un elemento diferenciador en el que esperaba que mis conocidos pudieran verme por la televisión.

A los diez minutos de comenzar el partido, empezaron a llegar los mensajes al teléfono: "¡Pedazo de gorro naranja que te has puesto!".







TAREAS TALLER POESIA 23-10-2023


POEMA: "EL ALMA TRAIGO EBRIA", de Lourdes Ponce


Me llamas, te olvido.

Singladura a un alma cerrada.

Contrarios propósitos férreos, 

nominaciones que dicen nada.


Ven a sacudir la embriaguez

de mi alma, con tildadura plana,

acentuando lo escrito

con tinta de grana.


Mira que ebria,

traigo el alma.



HISTORIA: "LA BUFANDA", de Lourdes Ponce


Cuando salí a la calle, había dejado de llover. Me metí el gorro en la cabeza, los guantes en las manos y con paso apresurado me dirigí hacia el hotel La Fonda.

Pegué algunos resbalones en la nieve, pero sin caerme.

Mejor sería coger un taxi y asegurarse de llegar puntual a la cita, pensé.

Había anochecido prematuramente, el aire venía cargado de olor a pollo frito, sin duda, del establecimiento del cartel rojo con farolillos de colores en la puerta, cuyo dependiente se hallaba fumando un cigarrillo en el momento en que pasé por delante, de camino a la parada de taxis.


Tras darle la dirección,  el conductor comenzó a quejarse de la inteligencia artificial, que acabaría con los puestos de trabajo, de los políticos, que nos llevarían a la ruina. Mientras hablaba sobre la última borrasca del fin de semana y de todo lo demás,  yo veía pasar a través del cristal de la ventanilla, las luces en los escaparates, las señales de tráfico, transeúntes sin cara....


Llegué al hotel cinco minutos antes de la hora. Me había citado con alguien a quien debía reconocer por la bufanda de lana  anaranjada que llevaría puesta, según indicaciones del jefe de la banda secreta.


POEMA: "EL ALMA TRAIGO EBRIA", de Dora Robledo


El alma traigo ebria

de tanta soledad al mar.

No escucho cualquier sonido

que toleren mis ojos mirar.


Advierten mis oídos un chillido

que rechinan tanto al brillar.

No quieren mis versos hoy volar

al son de cualquier canción.

No dejo a mi mano esbozar

aquel corazón ebrio de mar.


Marinero que vienes a arrancar

de mi pecho este dulce cantar.

Llévatelo entero ni mil trozos dejes atrás.

Que los restos que vayan cayendo, 

floreciendo también  lo harán.



HISTORIA: "LA BUFANDA", de Dora Robledo



No abrigues tanto al chiquillo

que lo vas a agobiar.

Los virus vienen del cielo

y para creyente no va a ganar.


La bufanda de su madre

no hace solo abrigar.

Lo acompaña al colegio 

lo refugia de los demás.


Cuando él se la quite

Siente esa Libertad.

La del viento, la del tiempo y la de la soledad.

Chiquillo la bufanda

ya te la puedes quitar.



POEMA: "EL ALMA TRAIGO EBRIA", de Antonio Pérez

Desde el inicio del día,

llevo este atisbo de sonrisa,

sin querer salir al mundo,

pero sin querer permanecer anónima.

Paso a paso discurro por el pasillo,

rodeado de reflejos inertes,

parecidos entre sí a falsos recuerdos,

que colman el alma que ebria traigo.


HISTORIA: "LA BUFANDA", de Antonio Pérez


La ficha del guardaropa estaba en el fondo del bolsillo, pensaba haberla guardado en mi cartera de ante azul con borde rojo, pero no era así. Aliviado por no haberla perdido fui a recuperar mi querida prenda de abrigo que durante unos minutos había dado por perdida sin remisión.

La chica encargada de devolver las prendas en el guardarropa me regaló una sonrisa cómplice al darle el resguardo que me permitiría volver a encontrarme con mi bufanda favorita. Al volver a tenerla entre mis manos, alrededor de mi cuello con esos colores fucsia, verde pistacho, amarillo y bermellón, recordé porqué me gustaba tanto ser una gota de color en un mundo gris.







TAREAS TALLER POESIA 16-10-2023


Poema: "LOS IMPALPABLES HILOS DEL AROMA ", de Lourdes Ponce


No es más hábil quien roza 

sin romper la información del diario. 

La función de los hilos es seguir  

en el camino para que alguien 

los use, corte, palpe. 


¿Serás tú quien teja ese mundo 

imaginario, donde lo imposible 

y lo poético profeticen otras  

maneras de vivir? 


Quedarse varados en tierra, 

acorta las horas.

Coger el elixir aromático, 

combinar los vocablos 

aunque haya que meterlos 

en la boca, enteros.



HISTORIA: "SANTO Y SEÑA ", de Lourdes Ponce


No es que quiera apaciguar la cólera asestando golpes como si fuera un boxeador nervioso que reconoce a su rival mayor preparación, presiente la derrota, viviéndola como un acto vergonzante, calamitoso y definitivo en una carrera deportiva previsiblemente corta. 

Tampoco se trata de empuñar, amenazante, cualquier arma blanca, como árbol agitado por el peor temporal jamás imaginado, pareciendo querer rasgar la tapicería del sofá, hacer virutas de la madera de la mesa o dibujar en el rostro de la fotografía en el salón, una ignominiosa cicatriz desfiguradora. 

¡¡¡Pero si se comen mi rosquilla de chocolate, me enfado!!!. No soy ningún santo, Seña, digo Seño. 



POEMA: "LOS IMPALPABLES HILOS DEL AROMA ", de Dora Robledo

Recorriendo tu cuerpo,

comprendí que si algún día volvías,

no estremecería mi mente a tu voluntad.

Entendí que no hay patrones

a lo que siento.

La medida de lo absoluto vive en mí.

Tu aroma me hace mujer en celo,

quiero preservar ese instante,

en que me convertí en animal de presa,

y hoy por fín pude ser yo.



HISTORIA: "SANTO Y SEÑA ", de Dora Robledo


Columpiándome por la vida,
llegué a un laberinto,
donde el santo y seña
me fue requerido.
Comencé por mi nacimiento,
por tantos motivos,
y al continuar por mi
sepelio de nuevo el santo
y seña requerido.
Toda prueba de amor,
requiere una contraseña,
un trueque, una muestra,
o una prueba de que
en la vida con tu
santo y seña
todas las puertas están
abiertas.

POEMA: "LOS IMPALPABLES HILOS DEL AROMA ", de Antonio Pérez

Invisibles en toda su extensión,
ocupan el vacío del eter,
incluso dentro del váter,
para culminar una existencia completa.
Coge una pizca y vuela,
sin pensar en consecuencias futuras,
que mentiras son sin confirmar,
mientras el telar del destino teje sin parar.


HISTORIA: "SANTO Y SEÑA ", de Antonio Pérez

Hacía frío. Aquella noche el invierno había llegado sin avisar y la garita de guardia a la entrada del cuartel parecía un frigorífico gigante más que un puesto de vigilancia.
El recuerdo de una manta y un lecho caliente alteraba la capacidad de atención de la pareja que estaba haciendo el turno correspondiente.
Sólo faltaban veinte minutos para el final de la vigilia cuando en el marco de la puerta apareció un ser espectral de color blanquecino, sin orejas, ojos inyectados en sangre,...
- ¡Santo y seña!.- gritaron al unísono los dos soldados.
- La tortilla de patata siempre redonda.-
- Pase usted comandante, no le habíamos reconocido.




TAREAS TALLER POESIA 9-10-2023


POEMA: PARA SER NUEVAMENTE, de Lourdes Ponce


Tiri, tiri, tiri, hace la noria,

color calor aprende la flor.

Qué delgadez la de esa pared, 

qué albornoz tan aprensivo, vivo

y cansino.

Sólo los caracoles hacen pan,

con semillas y garbanzos 

perejil y laurel.


Turiruri tu tu tu

el grillo canta más y mejor.

Avanzamos todos juntos

o aquí no se hace el amor.

Nuevas historias 

nuevos amaneceres

clarea el mar y muerde.



HISTORIA: LAS ALAS, de Lourdes Ponce


Daniela había quedado con su mejor amiga una tarde en que el sol sobraba. Pelota en mano, se disponían a jugar un partido de fútbol cuando sintió como un hilo fino agarrarse a la piel de la pierna derecha. 

Dejó caer la pelota y salió apresuradamente en busca de una compresa con alas.



POEMA: PARA SER NUEVAMENTE, de Dora Robledo


Para ser liberada nuevamente

por las rosas del destino

me confieso culpable.

Culpable por vivir la vida

que me otorgaron.

Culpable por querer todo 

lo que a mis ojos muestran 

el camino andado por mis ancestros.

Culpable por ser ingenua e incauta ante la vida que quiero vivir.

Culpable por y para ser nuevamente una mujer.


HISTORIA: LAS ALAS, de Dora Robledo


Fue una vez un niño que no sabía que podía y pudo hasta volar.

Su mamá y su papá temeroso nunca le enseñaron lo que la mente y sus manos podían crear.

Pero no pudieron encadenar su imaginación.

Y ese niño creció y creció, estudió, se interesó por los libros, por la escuela, fue a la universidad y se especializó y fue quien creó el avión Gustave Whitehead…


POEMA: PARA SER NUEVAMENTE, de Antonio Pérez


Fuerte como el merengue,

azul como la amapola,

rojo como el cielo,

atronador como una tarde de verano.

Tranquilo como carrera de caballos,

silencioso como un trueno,

salvaje, como un hámster,

para ser nuevamente, el principio.



HISTORIA: LAS ALAS, de Antonio Pérez


Más de tres horas llevaba observando al anciano junto al estanque. No movía un  solo músculo, estaba totalmente ensimismado en algo o simplemente, ido. Cuando estaba a punto de llamar a urgencias para que vinieran a recogerlo, me percaté que no perdía detalle de un padre con su hijo que estaban montando la maqueta de un avión. Ahora todo encajaba un poco.

Cuando padre e hijo terminaron con el montaje, hicieron un primer intento que resultó fallido. Lo que desoló a los constructores. Como por arte de magia, el anciano apareció al lado de la maqueta diciendo: "Son las alas, cenutrios.".






TAREAS TALLER POESIA 02-10-2023


POEMA: ESTRUENDO DEL ECO, de Lourdes Ponce


No sin cierto donaire, 

empuñó las muñecas al aire, 

haciéndolas girar como se gira 

el pomo de una puerta.

Voltearse hacia un lado, 

dejar pasar al gato correteando 

bajo los nudillos glotones.

El aire enfundó sus silbidos 

en los blancos guantes. 

¡Escribe, escribe, escribe!, 

retumbaba el eco en los salones. 



HISTORIA: EL ABANICO DE BODA OLVIDADO, de Lourdes Ponce


Al llegar a casa y deshacer la maleta, echó en falta el abanico de boda. Miró en los bolsillos de la chaqueta, en el doble fondo de la maleta. Inútil. Recordó la escena en casa de la tía Engracia, mostrando la belleza del encaje, los bordados en las puntas de las aspas, la ligereza del cuerpo de madera. Sin duda, era un abanico especial. Llamó al teléfono de su tía, que le dijo que allí lo que sí se había dejado era una rebeca azul con botones dorados, colgada del perchero en la entrada. Al principio, pensó que era suya, pues tenía una muy parecida. 


Por cierto, Elena, encontré una llave en uno de los bolsillos. 


(...continuará)


POEMA: ESTRUENDO DEL ECO, de Dora Robledo


Miles de flores oriundas de mi castillo,

para recibirte niña, cultivaron mis jardineros.

Pensamientos furtivos,

enloquecen al ver tus pechos dormidos.

Mis manos en tu cara,

ensucian al más limpio.

Déjame esbozar

la sonrisa de mi declive.

Pues a la cárcel iré,

por no poderte volver a ver.

Enjaulados pensamientos,

libres de esposas,

encerradas en cuadernos

y limpios de hacendosa alevosía.

Quisiera desgranar ésta mi poesía,

por vestirla de rojo,

cuando son verdes mis teorías.


HISTORIA: EL ABANICO DE BODA OLVIDADO, de Dora

 Robledo


Por fin te casaste niña, 

con el ojal de aquel vestido

conquistaste ese marido

que te puso mantel ibérico.

El abanico de tu abuela

vaticinó ese final.

El aire que a él daba

conquistándole cual animal.

Tu abuela, mujer de relumbre

quiso un hombre sin igual,

sin estudios, sin caballo

pero que la supiera gobernar.

Poco le duró esa felicidad,

una vez bajo tierra

ella tubo que labrar

el futuro de su hijo,

de su nieta y de su libertad.


POEMA: ESTRUENDO DEL ECO, de Antonio Pérez


Las rocas hablando,

mientras en el cielo temblando,

resuenan los titanes bramando,

con sus martillos golpeando.

Los dioses rezan en silencio,

con devoción de incendio,

crujiendo sus huesos de acero,

contra el eco de un recuerdo.


HISTORIA: EL ABANICO DE BODA OLVIDADO, de Antonio Pérez


La lluvia caía con mucha violencia y el viento era huracanado. Las gotas de agua obligaban a los limpiaparabrisas a trabajar a destajo par poder ver la carretera con claridad. Tras dos curvas muy cerradas apareció la silueta de la iglesia donde hacía unas pocas horas se había celebrado el enlace matrimonial entre dos de los espías más importantes de Europa.

Cuando se fue todo el mundo fueron asaltados por agentes de un gobierno enemigo aunque consiguieron escapar no sin antes reconocer que habían escondido sus archivos secretos en un abanico que curiosamente se habían olvidado en la iglesia. Lo que no dijeron es que también tenía explosivos...BOOM.






TAREAS TALLER POESIA 25-09-2023


POEMA: LAS CADENAS QUE NO QUIERO ROMPER, de Antonio Pérez


Tan roto estaba el jarrón,

que sólo tenía el recuerdo

sobre la mesa remanente,

sin esperanza reconstructiva.

Un futuro no escrito,

sólo con trabajo vislumbrado,

será capaz de perder,

las cadenas que quiero romper.



HISTORIA: "INSISDETÓN", de Antonio Pérez


El muelle estaba sumido un una total oscuridad sólo rasgada por la débil luz de unas pocas lámparas salpicadas por los pantanales. Las siniestras figuras de los navíos atracados aumentaban exponencialmente la sensación de desasosiego que producía pasear entre ellos. Una luz roja en la proa de uno de ellos llamó la atención de un caminante que se deslizaba por el tétrico conjunto descrito anteriormente.

Cuando llegó a la rojiza señal, saltó la pregunta por encima del silencio:

- ¿Santo y seña?

- Insisdeton.

- De acuerdo, pasa.

- Tenéis que usar palabras que existan como clave de entrada.

- Ahí está la gracia hombre, por algo éste es el mejor scape room de del mundo.






TAREAS TALLER POESIA 18-09-2023


POEMA: PRETEXTO, de Dora Robledo


Aunque sea un pretexto

este texto,

tengo que escribirlo,

significa que he cumplido,

que he dormido, que he amado,

y que he hecho de la vida,

de mis días,

de mis noches,

de mis horas,

algo con provecho, con amor,

con derecho.


HISTORIA: EL COMIENZO DE CURSO, de Dora Robledo


Sentada de nuevo en este paisaje azul, comienzo el curso,con ilusión pero asustada. Todos podemos llegar lejos, aprender, andar y seguir tolerando situaciones reflejo.

Comienzo este curso experimentando sucesos, queriendo aportar lo que me piden los huesos: corazón, maña, ganas, amor y deseo.


POEMA: PRETEXTO, de Lourdes Ponce


Tengo un pretexto que no acabará 

ni se convertirá en ardilla campesina 

ni vencerá a Aladino con su alfombra 

ni marchará en busca del asesino. 

Un pretexto no es más que un 

cansancio con ojeras manchadas de  

grises sombras y surcos profundos 

y huellas de fuertes vientos que pasaron

mas sin aniquilación, sin furia, sin pérdidas. 


POEMA: PRETEXTO, de Antonio Pérez


Tronando en la lejanía,

y ruge,

y aterroriza,

con sumo gigantismo hercúleo,

el avance de la humanidad.

Con futuro,

con empuje,

con todo lo que un alma puede hacer por amor.


HISTORIA: EL COMIENZO DE CURSO, de Antonio Pérez


Las aulas estaban desiertas porque aún faltaban diez minutos para el comienzo del nuevo curso escolar.

Todo el personal del centro se había afanado en que cada cosa estuviera en su lugar, cada aro, cada soporte, cada triciclo, las figuras geométricas de madera y un sinfín de artilugios necesarios para el adiestramiento.

Finalmente, dieron las nueve en punto de la mañana y una algarabía de aleteos inundó los pasillos y las grandes salas acristaladas para que un ejército multicolor de loros inundara todas las estancias. El colegio adiestrador de loros daba por iniciado el año lectivo.





TAREAS TALLER POESIA 03-07-2023


POEMA: DISFRUTAR DEL ERROR, de Dora Robledo.


Sin mirar,

me dije cosas que no entendía,

sus ojos tenían sed de libertad,

y fue cuando se encerró en su cuarto.

Mirando las fechas,

consiguió intimidarme,

y resultó ser,

la incandescente,

mirada de una niña.

Ahí estaba mierror,

disfrutando con cada palabra,

impronunciable para ella.

Desahogada del respeto por lo ajeno,

ya conocía.

Yo la seguí imperturbable,

pero abrumada por tanto dolor.

Ella siguió allí,

construyendo castillos de arena,

a su alrededor.

Era como si nos dijera dejadme,

pero no sola, hacerme sentir

vuestra compañera.

Y sin más cerré los ojos,

y soñé.


HISTORIA: EL VERANO, de Dora Robledo


Se presentó inesperado, radiante y lleno de calor, las piscinas eran alborotadas por niños, mayores y jóvenes con todo el ardor de su edad, a llevar ropa fresca y jugar con el color a tomar helados y cerveza para vencer esa sensación de ser de agua y fuego y derretirnos al Sol.

El verano ya llegó, ya llegó y así que disfrutemos de su amor.



POEMA: DISFRUTAR DEL ERROR, de Lourdes Ponce


Servido con mermelada

de aciertos en bandeja

de pasta, el error desea

ser reconocido por el paladar, 

aunque apesta.


Un anuncio en el periódico 

ofrece mil dólares a quien

aguante el error más fofo,

cien mil por un error inquebrantable.

Los hay que perjudican carreras

de nadador exitoso sobre trampolín. 


Hay quien por ocultarlo,

se envuelve en listas interminables

de canciones aburridas, que nunca 

llegarán a sonar en la radio.

Otros, bucean con calma para no

llegar al destino en la firme creencia

de ser un destino erróneo en sí mismo. 


Disfrutar del error en verano

para no pasar calor, es un consejo

de la organización mundial

de la salud. 

En invierno, alivia pretensiones 

Azarosas.



Disfrutar del error puede hacerte

conseguir el mayor premio

de tu vida. 

Con natillas y galletas

harás una tarta con la que siempre

aciertas. 


Por error el mundo es redondo,

por error las motocicletas son discretas,

por error las banderas cuelgan

de los balcones 

y se airean.



POEMA: DISFRUTAR DEL ERROR, de Antonio Pérez


Caída libre descontrolada,

sin frenos vetustos que culpar,

sin prejuicios obsoletos que contemplar,

para juzgar una errata voluntaria.

Salir a la superficie duele,

siempre que el aire huele a jazmín,

recuerda el impoluto sentimiento,

de no fallar nunca en el amor.


HISTORIA: EL VERANO, de Antonio Pérez


Todo cabía en una botella, que primero se usó en contener un refrescante brebaje que al ser suministrado muy frío hacía olvidar por unos segundos lo torrido que era el ambiente. 

Una vez vacía podía rellenarse de todas las arenas de las playas amables que se pueden recorrer a la puesta de Sol.

También tienen cabida pequeñas conchas que evocan a la vida marina que en ocasiones esgalana una estupenda comida a la sombra de una palmera mientras la brisa alivia el implacable Sol de mediodía.

En septiembre, cuando el frío inicia su retorno, siempre nos queda el verano en la botella.





TAREAS TALLER POESIA 26-06-2023


POEMA: NADA ES SEGURO, de Lourdes Ponce

Sembrando cartas en el asunto

se golpeó la cabeza.

Quedó como tonto,

dirigiendo a las cabras

en una especie de democracia vacía.


Los vecinos aplaudían el cambio

de las cabras por manteca colorada

ya que tenían mucho apetito

y las cabras exigían leyes de más.


El triunfo llegó con la tienda

de chanclas para playa.

Aunque era un pueblo montañoso,

tenía pensado rebajar unos picos,

plantar palmeras y cocoteros.


Como nada es seguro cuando

pinchas con alfileres,

la burbuja feliciana explotó

en mitad del río seco

como una pasa.

El pueblo quedó mudo.

Los vecinos se trasladaron

a Madrid en busca de mejor futuro.


Como nada es seguro,

un día continuó a una noche,

así hasta acabarse la vida.

No hay moraleja,

no hay lección que aprender.

Queda el trabajo en ristras,

la luz de las estrellas

y el balido de las cabras.


HISTORIA: DOS FLORES ROJAS, de Lourdes Ponce

En una ciudad pacífica y llena de flores rojas, dos flores amigas, Rosa y Margarita, compartían su belleza y fragancia en un parque encantador. Un día, una abeja amarilla llamada Maya se unió a ellas. Juntas, exploraban el jardín y disfrutaban de su amistad.


Sin embargo, un evento inesperado cambió sus vidas. Extraterrestres de un lejano planeta invadieron la ciudad, sembrando el caos y el miedo entre sus habitantes. La ciudad estaba sometida y necesitaba desesperadamente un líder.


En medio del caos, la abeja Maya, valiente y decidida, decidió enfrentar a los extraterrestres. Con su inteligencia y aguijón afilado, luchó contra ellos sin descanso. Impresionados por su valentía y determinación, los extraterrestres la reconocieron como la reina de la ciudad conquistada.



POEMA: NADA ES SEGURO, de Dora Robledo

Las turbulencias de las letras,

no son nunca seguras.

Si se leen en contexto,

algo te dirán.

Nada es seguro,

no des por zanjada la palabra,

si al pronunciara varias veces,

cada vez sonara distinta.

Así son los días,

sin repetirse, imposible,

algo sucederá,    

Terminando el poema,

¿con qué cara miraste?

al que escribió aquella,

vez en algún lugar de su alma.



HISTORIA: DOS FLORES ROJAS, de Dora Robledo


El jardín de mi memoria concilia el bien y el mal. A veces la balanza se  tuerce  y entonces sangra.

Duele un poco, pero sigo equilibrándola, a veces lo hace el mal y sigo creciendo.

Quien dice que es bueno y qué es malo, para mí significará algo distinto que para los demás, entonces sigo equilibrando esa balanza que pesa sobre mis hombros y que a veces es difícil de llevar.

Pero en el jardín de mi memoria hay dos flores rojas, unas veces son el bien y otras veces qué más da.

 

 

POEMA: NADA ES SEGURO, de Antonio Pérez


Un atardecer con el cielo nublado,

sentir la espuma de una ola del mar,

guardar la brisa fresca de la madrugada en un cajón,

encontrar el propósito perdido de una vida.

Todo circulo puede cerrarse,

siempre que se sincera la voluntad,

limpio el propósito de conseguirlo,

y cierta la seguridad de que nada es seguro.



HISTORIA: DOS FLORES ROJAS, de Antonio Pérez


La barra del bar estaba muy concurrida aquella tarde, las instrucciones que tenía que seguir eran muy claras: "tenia que buscar dos flores rojas".

Sin muchas prisas eché una visual al local para hacer mi primer tanteo: no había nadie con flores.

Pasé al siguiente nivel de sondeo: chicas con ropa roja que estuvieran en la barra. La búsqueda dio el mismo resultado que la primera. Llegados a este punto decidí emplear el tiempo en pasarlo bien y por lo tanto pedí una botella de tequila para encargarme de ella personalmente.

Fue una dura tarea pero finalmente culminé mi propósito y tumbé la botella vacía sobre la madera de la barra. Al despertar miré mi reflejo en el espejo detrás del barman. Tras de mí había una fémina con una chaqueta negra con una rosa roja en cada ojal.








TAREAS TALLER POESIA 19-06-2023


POEMA: UN LAZO DE ESTRELLAS, de Dora Robledo


Un lazo de estrellas se vacían por doquier,

y nadie viene a recogerlas.

Nadie quiere volar a lo más alto

por si allí estuviese aquel que más brilla.

Jaulas abiertas,

gaviotas solitarias,

albergan la esperanzo nítida de

quienes sientes humanidad en sus venas.

Traste melodía,

que revolotea en el balcón,

del días después.

Sientes que el día llega a su fín.

Vuelan rápido a pescar el último

latido de aquel que ya no siente

Frío ensordecedor cuando afilan sus

ganas antes de cazar su fiera

presa en los rescoldes de la vida.

Nadie quiere nada,

las estrellas volvieron a su lugar.

Todo está ya acabado.


HISTORIA: SUBE, de Dora Robledo


Una vez más subió el telón, pero ella no salió a recibir los aplausos. Cansada, aturdida y angustiada, ahogó sus lágrimas en ese vaso de cristal con tapa.

Lo llenó con todos sus silencios, lo estrujó y lo meneó como si con ello consiguiera olvidar lo que sucedió.

Al subir el telón ese hueco vacío se instaló en su mente, desmembró cada instante, cada segundo que conseguía olvidarlo y sin más cerró las páginas de aquel libro que un día escribiría para curar sus heridas.


POEMA: UN LAZO DE ESTRELLAS, de Antonio Pérez


Cierro los ojos y empieza la magia,

relámpagos multicolores surgen por doquier,

las fanfarrias se suceden sin descanso,

un desfile de imágenes imposibles me deslumbra.

¿Cómo preservar tanta locura?

la osa mayor me ayuda con sus hermanas,

las estrellas se alineas impecablemente,

y rodean con un lazo todo lo bonito que existe.


HISTORIA: SUBE, de Antonio Pérez


La nota en la puerta era lo suficientemente descriptiva: SUBE. Y a ello que me puse. Al no haber ascensor inicié el ascenso por la escalera ante la perspectiva de una recompensa acorde al esfuerzo. Aquella chica del bar tenía suficientes atributos para motivarme hasta el final. En el rellano del décimo piso volví a leer "SUBE" y proseguí en mi empeño. La imaginación hacía las veces de animadora simulando el final de la aventura. Sólo quedaba un tramo de escalera para llegar al ático (en el piso 22). La nota de la puerta no dejaba lugar a dudas. "BAJA, mañana en el mismo sitio a la misma hora".






TAREAS TALLER POESIA 12-06-2023


Poema: MÁLAGA Y SU PROVINCIA, de Emma Teresa Pérez


¡Oh! Mi pequeña Málaga 


¡Oh! Mi pequeña Málaga 

con sus pies de tierra,

sus rodillas de espuma,

también su torso de agua,

sus brazos de ramas,

su cara tan bonita de hierba 

y su pelo de papel.


¡Oh! Mi pequeña Málaga 

con tu ternura y tu querer. 

tu vergüenza y tu aventura,

tus ganas de vivir

y lo poco que te dejan esos estúpidos humanos

con la contaminación.

Pero tranquila 

porque no será el fin.


¡Oh! Mi pequeña Málaga 

¿Qué más te puedo pedir?

¡Si tú ya eres de mi gusto y mi querer!

 


Poema: MÁLAGA Y SU PROVINCIA, de Dora Robledo

 

Málaga, la más bella y mora,

llena sus calles de gentes

de alegrías y de zarzamoras.


Sus playas bañan la bahía,

las llenan de arena, sal y mucha empatía.


Los montes coronan el terreno

que Málaga tiene junto al resto.


Sus pueblos lo enriquecen

con frutas, verduras, 

con su arte y con su gente.


Qué honra ser de Málaga, 

qué orgullosa me siento

cada vez que me asomo a la playa,

y puedo respirar la gracia y belleza,

del litoral malagueño!

 


Historia: CONTRADICCIÓN, de Dora Robledo


Generaba en mí esa incertidumbre cuando tu madre hacía la comida y no sabías cuándo ibas a comer.

Desconocido momento sólo podía sentarme a esperar viendo cualquier cosa en la televisión.

Esperando esa llamada que nunca llega, el día después de hacer el amor con un desconocido ya conocido.

Ya no me acuerdo, sólo no existe mi contradicción. Está en otro de mis problemas, que ya no tengo, que ya no genera esa contradicción que busco, con mi suerte, su suerte, nuestra suerte…



Poema: MÁLAGA Y SU PROVINCIA, de Lourdes Ponce


Humedecidas y alegres, saltan

otras épocas del pasado.

Somnoliento está el naranjo,

y el tejado de la rosa 

se difuminó entre varales bailando

al paso celeste.


Dónde están las fuentes etéreas

dónde las hermosas arenas.

El cáliz en la boca ya no mancha,

no hace sombra la sotana.

Desnuda está el alma y llena

de agujeros por donde escapan

los ayes entre iguanas.


Calamar redondo, tus brazos

me asaltan, casi no puedo caminar

entre tanta y tanta guasa.

De día y de noche, solemnemente

el pelo rizado en volantes,

adelantada a tus hermanas,

las que nadas y vuelas,

por los embozos de las faldas gitanas.


Antes que arrasen con tu cielo

de plata, defiende con ojos,

con tiros de manzana,

la verdad en la calma,

lo esencial de tu lengua,

la divina marisma de 

tus poetas de agua.



Poema: MÁLAGA Y SU PROVINCIA, de Antonio Pérez


Sólo quería ser feliz,

buscando un remanso de paz,

soñando una calma divina,

para volar libre de ataduras.

En la orilla del mar buscaba,

y te respiré profundamente,

el olor a espeto y la espuma de mar me invadió.

En esa playa de El Palo me conquistaste,

me abriste los ojos para admirar tu plenitud.

Pasear por tus calles: Larios, Granada , Alameda,...

oÍr la alegría de tus gentes.

empaparme de tus frescas tardes de verano,

me encontraste Málaga, cuando no te buscaba.


Historia: CONTRADICCIÓN, de Antonio Pérez


No encontraba la salida de la carretera, pasaba por múltiples carteles que sólo me llevaban a desvíos sin salida. Fue entonces cuando comprendí que me había dormido al volante.

Para intentar despertarme me dí un par de buenas bofetadas (con el coche parado en el arcén, claro está) pero no conseguí el efecto deseado.

Desechada la idea del sueño busqué una gasolinera donde me pudieran indicar la ruta más corta a mi destino. Todas las que encontraba estaban cerradas debido a lo avanzado de la noche.

Finalmente, decidí parar para descansar en un área de servicio en el que, por supuesto no había nadie.

Resultaba contradictorio el haberme perdido en una zona que conocía desde otoño.

Caí como un tronco. Por la mañana un par de golpes en el hombro me despertaron: 

- ¿Quién eres? - pregunté.

- Soy San Pedro, bienvenido.






TAREAS TALLER POESIA 05-06-2023


Poema: AFUERA LAS ESTRELLAS ILUMINAN, de Lourdes Ponce


Allá lejos, en el recóndito mundo de las 

ilusiones perdidas, anidan en los árboles, 

multitud de cálidos deseos, que bostezan 

al caer la tarde. 


Espera, no huyas, cargada con tu carne, 

deja al menos la cabellera honda y espesa, 

que sirva de mullido asiento al espíritu 

que desorienta tus actos. 


Callas cuando todos esperan un canto 

que aleje las nubes agolpadas en la 

tierra virgen. 

Lloras en horas alegres donde cien pájaros 

se levantan junto a versos de poetas. 

Bailas en los cementerios, de pie sobre 

el frío mármol, apartando del silencio 

los cadavéricos cuerpos. 


Espera, no te vayas, aunque finjas 

que no sabes, afuera, las estrellas 

iluminan mundos nuevos, mundos 

ágiles y flameantes para ti. 



Poema: AFUERA LAS ESTRELLAS ILUMINAN, de Antonio Pérez


Las paredes suenan a cartón,

pienso en atravesarlas con el puño,

simplemente ceden ante el impacto,

el aire fresco inunda mi existencia.

Pero no hay Sol en este mundo,

al menos en este momento,

una cúpula celestial adorna el techo,

que no es otra cosa que las estrellas en el firmamento.

 


Historia: EL GRIFO QUE GOTEA, de Antonio Pérez


Era mi primera noche en el castillo y para mi propio asombro, me sentía como en casa. A pesar del enorme tamaño de la construcción no me daba sensación de desamparo o soledad. Cuando llegó la hora de irse a la cama y estar totalmente en silencio fue cuando comencé a escucharlo: "un goteo lejano".

No había reparado en él pero ahí estaba, casi imperceptible. "Bueno, casi no se escucha", pensé. Pero al cabo de unos minutos me sorprendí a mí mismo dando vueltas por todas partes buscando el origen de tan incómodo sonido. Cuando ya perdía la fe, tras la última puerta por inspeccionar encontré lo que buscaba: un reloj de agua.

Inmediatamente cerré el grifo y regresé a la cama. Miraré la hora en el móvil.








TAREAS TALLER POESIA 29-05-2023


Poema: RUEDA TU PORVENIR, de Lourdes Ponce


Confiesa que no sabes adónde 

 

dirigir el calor que llevas en los ojos. 

 

Acabas en el bar de Bill 

 

haciendo gárgaras como un espantajo. 


El baile te ha abierto el apetito, 

 

vas al árbol a comer manzanas 

 

con los oídos cerrados a los gritos 

 

de la serpiente. 


Cuando la noche te cubre los hombros 

 

con su manto, preguntas por dónde 

 

se va a casa. 

 

Te vendría bien contar a alguien el bello 

 

día que tuviste. 


Enciendes el ordenador 

 

 y echas a volar tu vida 

 

como bandadas de pájaros

 

a los que han cortado el pico. 


Quizás en la cama, durmiendo, 

 

seré feliz, dices mientras suena 

 

en Spotify “Aserejé a de jé”. 

 


Historia: EL DESPIPORRE, de Lourdes Ponce

 

La fiesta de los vecinos del quinto estuvo genial. Me divertí a más no poder. En realidad, hacía tiempo que la incapacidad para divertirme  me perseguía. Gracias a las sesiones de hipnosis para dejar de fumar, sufragadas por el Corte Inglés, dejé atrás el estado deconmiseración en el que me había sumido a raíz de mi subida de peso. 


Lo pasé fatal aquel día en el probador, intentando meter la cabeza en el sombrero de 500 euros a juego con el traje azul y gris. 


-Le queda como un guante, señor.-, dijo la vendedora, una esbelta joven, con los ojos sombreados de purpurina, las cejas tatuadas y la boca color carmín intenso. 


Como si notara en su timbre de voz un cierto sarcasmo, pedí llamar inmediatamente al encargado de la tienda. La vendedora tuvo que disculparse para no perder su puesto de trabajo. Debía saber que no podía ofender ni mofarse de los clientes. 


Me indemnizaron con un bono de diez sesiones de hipnosis para dejar de fumar. Como efecto colateral, empecé a ser invitado a fiestas donde sonreír era una exigencia. Se permitía no hacerlo mientras se masticaba o bebía, el resto del tiempo, ya fuese bailando, hablando o sentado en una silla, era obligatorio sonreír. 


Al principio me dolían las mejillas, he de confesarlo, pero con práctica y un bono de cinco sesiones fitness para fortalecer los músculos, regalo de El Corte Inglés por compra superior a dos mil euros, soy número uno sonriendo. Espero que no pase de moda ahora que soy bueno en algo.


   



Poema: RUEDA TU PORVENIR, de Dora Robledo


No encuentro en mi camino

lobos hambrientos, lujuriosos y soberbios.

No quieren mi carne,

están saciados de ella, 

buscan mi alma impertérrita,

iracunda y volátil, pero no está en mi.

No la hallarán en mis manos ensangrentadas.

Si la buscan… que vayan a aquel castillo.

La encerré con 1000 candados y tire las llaves al agujero negro de tu porvenir…


Historia: EL DESPIPORRE, de Dora Robledo


Ahondamos en nuestra economía buscando una solución a tanto despiporre,

y no es así, ahí no está el asunto.

Lo está en la poesía…

Escribe, escribe, lee, lee y así cuando te hayas hinchado y sigas ahí encontrarás el despiporre de palabras inconexas que conectan, de términos indefinidos que se definen.

Estará el sentido de todo, el sentido … de la vida.



Poema: RUEDA TU PORVENIR, de Antonio Pérez


Hipnotizado por el rodar de un dado,

en el tapete rojo del destino,

comprendo para mi tardío asombro,

que nada es por casualidad.

Vuelvo a probar suerte,

y el resultado, el mismo de siempre,

 es: el destino tiene mil caminos

que te llevan a tu porvenir.



Historia: EL DESPIPORRE, de Antonio Pérez


Todos hablan de todos, algunos en voz baja, otros gritando y con grandes aspavientos que enfatizan el mensaje que quieren expresar.

Cuando el portavoz entra en la sala todos se callan al instante y fijan sus miradas en el recién llegado. Con los ojos muy abiertos y atentos a cualquier movimiento.

Con mucha ceremonia sube a un pequeño púlpito hacia donde apuntan todas las cámaras de los medios de comunicación. Saca un sobre de su maletín de cuero negro con un movimiento preciso y ensayado. Mira el contenido del sobre que no es más que una cuartilla con algo escrito:

- ¡Hemos ganado! ¡¡Tenemos cuatro años más de despiporre!!





TAREAS TALLER POESIA 22-05-2023

 

Poema: ITINERARIO INSEGURO, de Dora Robledo


Camino a pasos por pueblos oscuros.

Descubro en cada uno a alguien

a quien poder olvidar.

Por el camino entre uno y otro,

 descalzo de palabras,

recojo las piedras

 que no encontré ese día.

Hablo con desconocidos sin sentido,

deshago el camino para volver atrás,

 y al volver a comenzar el día,

 mi destino lo escribo 

en cada paso que doy

 y conmigo tú das.


Historia: EL SOBRESALTO, de Dora Robledo


Arrepentida de miradas obsoletas,  vuelven sobre mí aquellas que guardo en la mochila.

No me intranquilizo por no oír lo que yo quiero, mi mente siempre está alerta. Mi mayor sobresalto fue cuando te escuché decir "te quiero" y yo estaba oculta.

Vinieron a mi mente aquellos sueños que tuve de niña, jugando con mi muñeca favorita y cuando de un sobresalto viniste y la arrancaste de mi vida.


Poema: ITINERARIO INSEGURO, de Antonio Pérez


Navegando en un mar desconocido,

en compañía de la incertidumbre,

preso de la impaciencia,

rendido a la desesperación,

encuentro mi guía en tu calor.

Con esmero lo atesoro junto a mí,

cual brújula certera y mediadora,

que me acerca a tu corazón.


Historia: EL SOBRESALTO, de Antonio Pérez


Paredes blancas y perfectamente lisas, un sonido lejano de agua salpicando en una fuente. La brisa suave y fresca acariciando mi piel. Luz a raudales entrando por las ventanas de aluminio blanco enmarcadas. Rodeadas de unas cortinas de encaje blanco presidiendo un salón con muebles de estilo minimalista de nácar blanco. Una suave melodía perfectamente armonizada con el resto del conjunto que consigue trasladar los pensamientos al momento más gozoso de tu vida y hacer que se queden ahí. Baldosas de mármol blanco, una mesa de escritorio blanca... ¡Dios qué sobresalto! Una papelera negra.




TAREAS TALLER POESIA 15-05-2023


Poema: TOCAR TU NOMBRE, de Dora Robledo


Tocar tu nombre,

mil veces quisieron tocar tu nombre,

nunca lo consiguieron.

Desdoblando tu mirada,

ya tenemos los cuerpos frígidos,

alzándose sobre la tierra,

viendo crecer la flor

que enmascara la realidad que te perturba.


Mil veces quisieron tocar mi nombre,

siempre lo consiguen,

perturban mi silencio,

atajándome la vida,

cortándola a ras,

desvaneciendo la oleada,

de libertad que pretendo.



Poema: TOCAR TU NOMBRE, de Lourdes Ponce


Alicia, Gema, Leonor...

cuántas veces estuve tentado

de coger vuestros nombres

y rodar con ellos camino del Norte,

donde el frío nos encontrara

reunidos junto al fuego.


Nombres de amarillento sueño

a la aurora entregados

como regalos bordados

por manos piadosas,

celebrando el júbilo

de formar una amalgama

separada al mismo tiempo.


Reconfortante es tocar

vuestros nombres calizos,

sentir en su cálido tejido

la frondosa espesura del cielo,

sin recelo ni puntos solitarios,

cogidos de la mano en

silencioso sigilo,

Alicia, Gema, Leonor,

brillando.



Poema: TOCAR TU NOMBRE, de Antonio Pérez


En la penumbra insoportable,

tracé una firma en el aire,

esbelta como el pico de un colibrí,

rápida como el parpadeo de un mosquito.

Fue sólo un sueño fútil,

un intento desesperado e iracundo

de completar mi existencia,

llegando a tocar tu nombre.


Historia: EL RECITAL, de Antonio Pérez


En el comienzo, la nada. Sólo algunos curiosos miraban el cartel y luego proseguían su camino.

Los nervios iniciales dejaron paso a la intranquilidad de no saber qué va a pasar.

Primero llegaron de uno en uno, luego de dos en dos, hasta que un nutrido grupo terminó por completar el aforo.

Las luces se apagaron y tiñeron de colores ambientales para favorecer la potencia del ritual. A medida que pasaban los versos, la voz invocada era la que tomaba la posesión de los actos y teniendo al tiempo como testigo fueron desfilando los poemas que no pertenecen a nadie pero que hablan de cada uno de nosotros.




TAREAS TALLER POESIA 08-05-2023


Poema: ¿SE ENFRIARÁ EL MUNDO ALGÚN DÍA?, de Dora Robledo

 

El mundo clama amor,

el verde oscuro del día

reverbera por iluminar

las pupilas de aquella

inexplicable razón 

por la que nunca amanecen dos días iguales.

El calor de la batalla,

de esas miradas intensas  de desdén

 abren la grieta gris de ese muro,

que encierran las palabras

que nunca produjo el hombre.

Llaman los helechos

y lloran los días en

que el Sol inunda

cada una de las salidas

por donde nadie supo

nunca volver.


Historia:: "EL CONCURSO", de Dora Robledo.


Sucedió que un día l por teléfono y lo cogieron. Participaba en un concurso de paciencia.

El premio era un boleto para adquirirla.

¿Y de qué trataba el concurso?

De esperar...



Poema: ¿SE ENFRIARÁ EL MUNDO ALGÚN DÍA?, de Antonio Pérez

 

Cuando las hormigas se paren,

cuando los peces dejen de nadar,

los pájaros de volar,

y el ser humano de ser absurdo,

sólo entonces, por fin,

con un merecido descanso,

como reconocimiento no oficial,

el mundo se enfriará.




Historia:: "EL CONCURSO", de Antonio Pérez


Todos estaban haciendo cola enfrente del edificio enorme con pinta de castillo abandonado. No sabían cómo enfocar la convocatoria de forma que alguien se alzara con el premio anunciado. Algunos salían llorando, otros muy serios, en silencio.

Cuando se disolvió la fila, salieron los jueces y un rezagado que llegó tarde pregunto:

- ¿Puedo participar?

- Has mostrado interés-, respondió uno de los jueces.

- ¿Entonces gané?-. respondió el muchacho.

- Efectivamente, te has ganado nuestra gratitud y admiración por imbécil.




TAREAS TALLER POESIA 24-4-2023


Poema: EN LAS TINIEBLAS PUSE MIS MANOS, de Antonio Bustos


I


Me duelen. 

Las manos me duelen infinitamente. 

Necesito manos nuevas. 

Descansar.

Olvidar la tierra que piso y el aire que respiro.

Así, desaparecido, tratado por los mares,

en las tinieblas, puse mis manos.

¡Que los diablos las cuiden !


II


Cansado. Demasiado cansado para vivir.

Todos los amaneceres iguales.

Los mismos patéticos hombres,

las mismas sucias mujeres,

siempre encima de la tierra. 

La tierra corroída, putrefacta. 

La tierra dará ya mismo su último latido, 

Ya mismo, de no cambiar, 

la contaminación será la Ama.

Dará igual. Maldito dinero.

Siempre nos quedará Marte y Mercurio.

O tal vez Júpiter o el tobogán infinito y redondo de Saturno.


 Historia: UNA ESTRELLA EN LA MAÑANA, de Antonio Bustos


Era temprano cuando salía del hotel. Apenas acababa de pisar la acera y paró unos instantes para ver las estrellas. Estaba realmente cansada. Demasiados clientes. Se sentía sin futuro y cada vez que le cogían de la mano para ir a los dormitorios se le volvían a caer sus sueños: astróloga. Habían pasado muchos años desde esa época pero las escaleras que la cosificaban  las recordaba con demasiado dolor. Su vida podía haber sido otra. Al cabo de unos segundos estaban ya en la habitación. Se volvía el objeto de placer de otro y comenzaba el mismo juego infinito. El mismo teatro varias veces al día durante los últimos diez años. Cuando volvió otra vez al salón de fiestas, diez variadas pastillas le proporcionaron su viaje más querido: soñar con las estrellas. Ya no volvió a subir escaleras.



Poema: EN LAS TINIEBLAS PUSE MIS MANOS, de Lourdes Ponce


Este corazón que late junto a mi corazón.

Este corazón que late junto a mi corazón

es mi esperanza y toda mi fortuna,

Desdichado cuando nos separarnos

y feliz entre beso y beso.

Mi esperanza y toda mi fortuna -¡si!-

Y toda mi ventura.

Pues allí, al igual que en nidos musgosos

 los reyezuelos amontonan múltiples tesoros.

Deposité los caudales que yo tenia

antes de que mis ojos hubieran aprendido a llorar.

¿No seremos de su misma sensatez

Aunque el amor no viva sino un día?


Historia: UNA ESTRELLA EN LA MAÑANA, de Lourdes Ponce


En las tinieblas puse mis manos

anchas y presurosas como la llanura roja

que recorre los ojos de quienes, 

a pesar de miles de moscas temblando,

en el interior, no lloran.


Poema: EN LAS TINIEBLAS PUSE MIS MANOS, de Dora Robledo


Derivando hacia el río de mi vida,

desafío el talento de las mariposas

que vuelan hacia el Sol.

Ensordecedor ruido el de las olas,

en ese restaurante de la esquina,

negativo al ser despojado de la tranquila mañana

que despierta a mis oídos.

Ando apesadumbrado por el plan familiar

 que se urda tras de mí.


Historia: UNA ESTRELLA EN LA MAÑANA, de Dora Robledo


Al sonar el despertador se olvidan los sueños afligidos que fueron tan extenuantes al acontecer lo  anterior.

Una estrella en la mañana es la causante de ello.

Adolezco de amor cuando rápida y ávida de calor rechaza mi beso mañanero.

Desatendiendo mis demás quehaceres voy rápida a su encuentro y la enrrabio, queriéndola in situ, lista ya para partir.


Poema: EN LAS TINIEBLAS PUSE MIS MANOS, de Antonio Pérez


Lento y dubitativo pálpito,

así era mi sentimiento nocturno,

asiéndome con fuerza contra todo,

en el encuentro con el futuro.

Con ausencia absoluta de luz,

volaré siempre buscándote,

para que, suavemente,

deposite mis manos sobre ti.


Historia: UNA ESTRELLA EN LA MAÑANA, de Antonio Pérez


Como todos los días, muy temprano salgo hacia el trabajo. Distraídamente miro hacia el cielo mientras espero el autobús para descubrir uno de esos milagros cotidianos que nos endulza la vida. El fulgor de una estrella sobrevivía al clareo del incipiente amanecer con una majestuosidad tal que parecía una postal. En momentos como éste, se aprende a apreciar los regalos que el destino prepara sin avisar.

Gracias al momento contemplativo celeste, logré perder el autobús. En el siguiente que pasó conocí al que ahora es mi jefe y mejor amigo. Desde aquel día espero con anhelo volver a ver aquella visión que vaticinó sin querer un giro en mi vida.





TAREAS TALLER POESIA 17-4-2023


Poema: BROTA UNA SEMILLA, de Antonio Bustos

I


Brota una semilla,

pequeña, bien diminuta,

rompiendo el aire.

Revienta de amor

para venir al mundo

como cálida sonrisa.

Más, qué pena.

Que lágrima más gorda,

más infinita,

más extensa que el mismo mar.

Pues siempre, siempre,

hay un horrible feo

para romper la tenue y suave

esperanza de lo bonito. 


II

Brota una semilla, diminuta,

un sueño débil,

inconcluso estado.

Un alma débil, etérea,

y el infinito dolor de mujer con dinero pagada.

Algo nace de entre las hojas 

que caen del cielo.

Algo inapropiado, incorruptible.

Un deseo, duro como el hierro,

que crece desde el alma

que para mí se vende.


Historia: LA TIRANÍA DEL VECINO, de Antonio Bustos



I



El vecino del segundo  se creía tocado por Zeus, y como si tal cosa fuese cierta, Ricardo, que así se llamaba el volado, molestaba de todas las formas posibles. Absolutamente todos los vecinos sufrían por sus bellaquerías a título personal.  Al no pagar las cuotas de la comunidad, la bolsa común del bloque también padecía sus vacas flacas, con el saldo bancario rozando mes a mes los números rojos. 


Día tras día se sucedían los innumerables padecimientos sin que la policía ni los juzgados hicieran mella en la vil conducta de nuestro conciudadano.


Un día llegó Xin Lu, un chino de conducta intachable que había alquilado el apartamento 3b para unas tranquilas y sosegadas vacaciones.  Todo en el plan del chino era serenidad y paz hasta que,  muy cansado del comportamiento del vecino, fue a intentar modificarlo con palabras de serenidad y calma. Xin Lu no daba crédito a sus ojos ante la respuesta de su vecino y volvió a su departamento a buscar medidas más contundentes que proporcionarán calma al ambiente. Xin Lu cogió su katana y sin mediar palabra separó la cabeza del vecino del resto de su cuerpo. Repuesta su honra y consolado su espíritu volvió a reposar su alma.


II



La rueda y los verdugos callaron a golpes la tiranía del vecino impúdico y cruel. Atentar contra la juventud y contra la ciudad debía de ser castigado con ejemplaridad.  Este era un final justo y adecuado para él y su conducta. Sus congéneres volverían a disfrutar de la paz y la serenidad que sentían antes de la llegada del vecino autócrata.  Este método irracional y cruel en gran manera proporcionaba mucha seguridad para el futuro: con cada hueso fracturado el reo gritaba agonizante el sufrimiento padecido y cualquier otro vecino cambiaría su comportamiento antes de verse atado en el mismo redondel. Era el plan justo y preciso. Simplemente el terrible dolor que provocaba era un pequeño mal que garantizaba con creces el buen funcionamiento de la ciudad.


Poema: BROTA UNA SEMILLA, de Dora Robledo


En la sien de mi pestilente vida,

hoy acuso superfluas lindes de costras secas 

 donde el afán de persistir no tiene consistencia.

Admiro con vehemencia la calidez del Sol en la mañana,

cuando aún no perturba la felicidad innata de mi sueño.

No entiendo cómo brota la semilla de la desidia a la contra de lo que buscan mis deseos.

Por mar o por tierra siempre huye el que teme ser alcanzado por mis sueños.


Historia: LA TIRANIA DEL VECINO, de Dora Robledo


En cierta ocasión vislumbré cómo aquel vecino del tercero al no haber conseguido tal altura del mío, siempre insistía en cerrar el único atisbo de aire que entraba al ojopatio de nuestros pisos.

Nunca comprendí que aún teniendo los mismos posibles, se conformara con ese tercer piso desde el que se apreciaba tanto la altura como la cercanía del horizonte, por eso cuando lo vendió entendí que su ignorancia era más grande que su fortuna.


Poema: BROTA UNA SEMILLA, de Antonio Pérez


Es la magia de la creación,

células rebelándose contra el cosmos,

creando su propia realidad,

multiplicando sus posibilidades vitales.

En poco tiempo terrenal,

construyen un microuniverso,

imperfectamente equilibrado,

dentro del reino celestial botánico.


Historia: LA TIRANIA DEL VECINO, de Antonio Pérez


Siempre me ha gustado vivir solo, con mis reglas, horarios y canales de televisión preferidos. Todo iba viento en popa hasta que un ritmo de golpes invadió mi intimidad cada vez que ponía el volumen de la televisión un poco más alto de lo normal o cuando la música era de un género determinado.

El impacto de la escoba contra el techo resonaba como si estuviera en la misma habitación. Y eso que intentaba controlar mis hábitos para que no pareciera que me gustaba fastidiar al vecino.

Como la situación no mejoraba, me armé de valor y fui a hacerle una visita a mi compañero de bloque. Se abrió la puerta y un señor mayor con audífonos apareció en el marco de la puerta. 

- ¿Le importaría dejar de golpear el techo con la escoba?

- Claro que no, acaban de ajustarme los audífonos. Ahora no tengo un doscientos por cien más de audición. Siento haberte molestado chaval.





TAREAS TALLER POESIA 10-4-2023


"EN NOCHES DE TORMENTA", de Antonio Bustos


I

Exhausto, tumbado. Estrellas por techo tengo,

y desde mi tumba,

siento el correr del frío por mis sienes.

Todo es tormenta,

la oscuridad aleja todo.

Somos tres, exactamente tres.

Hermoso cuadro minimalista somos.

La hiriente noche, 

la admirable tormenta

 y la silenciosa soledad.

Nada rompe el conjunto. 

Nadie osa presentarse delante de muerte.

¡Nosotros somos la muerte!

La tormenta y la oscuridad, 

¡ qué maravilloso matrimonio!


II

La tormenta: hermosa, heroica y cruel.

Amante perfecta, ideal, soñadora,

pero carece de piel. 

Carla es tormenta. 

Por sus cristalinos ojos se ve la fuerza.

A veces, nos acaricia golpeándonos desde su interior.

¡ Qué hermoso es ser dominado por ella !

Emana desde su interior

la belleza de la bestia.

Viento mortal contra angustia helada.

La ira de los elementos transmite a este sueño.

Yo, no puedo llegar a tal extremo infinito. 

Humano yo,

Tormenta ella.

Ahora, piel contra piel,

soy sumisamente conquistado.



"LA SILLA DE SEMANA SANTA", de Antonio Bustos


Solo faltaban cinco días para la primera salida de los tronos y una cuadrilla de sucios y harapientos trabajadores estaban colocando las sillas de Semana Santa. Esto era bastante irritante para vecinos como Don Anselmo. También vale decir que el protagonista nació con la expresión torcida y se había obsesionado con ahínco en no enderezarla durante sus 70 almanaques. Nacido en Salcedillo, un diminuto pueblo de Teruel con menos de una docena de habitantes era ateo y cabezón a línea recta y las sillas pasaban justo por encima de su camino. Hace dos años, por salud, tuvo que abandonar su casa natal y mudarse a Málaga por motivos de vida o muerte. O se mudaba por voluntad propia o sus nietos lo secuestraban, con lo que él  irritado accedió muy a pesar suyo. Pero el domingo de Ramos iba a aclarar las cosas con el ayuntamiento. Eso sí, al estilo aragonés como era costumbre en sus quehaceres. De madrugada, cogió las llaves de su coche, un 4x 4 de su misma edad acondicionado con una pesada plancha de acero encima del capó para protegerse en la misión especial de defensa de sus derechos como viejo paseante por la Alameda principal. Al romper el alba se despertó, se bebió de un golpe su copita de anís seco y se montó en el coche rumbo a la céntrica avenida. Cuando el edificio del Corte Inglés quedó a su izquierda, pisó el acelerador con rabia y siguió recto. La embestida estremeció el silencio de la noche pero don Anselmo consiguió atravesar la estructura que sujetaba las sillas con toda la potencia de su viejo coche. Aparcó con la satisfacción del trabajo bien hecho en el parking del muelle y acompañado de su bastón fue a desayunar a Casa Aranda. Mañana no habría sillas entorpeciendo la vereda.


"LA NOTA", de Lourdes Ponce


Han dejado una nota

al pie de la escalera.

Escrita con manchas de aceite,

muestra dibujos excepcionalmente

suaves en sus líneas desiguales,

trazos ilegibles, secuencias cortadas

en tramos aparentemente largos 


La nota ha subido los peldaños.

Ha llegado a la oscura habitación

donde el sol, metido en un cajón,

grita leyes inoperantes en el

logro de su libertad.


La chimenea ha dirigido

su fuego hacia los bordes

de la nota que, asustada y fría,

se desvanece.

Ha olvidado lo que quería decir,

incluso, lo que quería ser.



"EN NOCHES DE TORMENTA", de Dora Robledo


Luché, temerosa herida hundida 

en el pecho por el puñal de

tus palabras.

Acariciando el rocío de esta mañana

conseguí atravesar esta mandrágora

de vino y violetas.

Nadie dejó nunca que no lo hiciera.

Lavé mis  manos manchadas de 

tanto agarrarme a las ramas

de esta vida.

Por fin mi pulso

vuelve a ser constante.

Me levanto cada día

y un poco menos

me duele vivir.

Sonrío al Sol y saludo

a las estrellas.

Agradezco cada paso que no 

hago solitario.

El camino cada vez es

más corto y menos sombrío.

Riego a mi alrededor 

y recojo las sonrisas del mañana.

Tal vez esta noche

haya tormenta

entonces podré dormir.



"LA SILLA DE SEMANA SANTA", de Dora Robledo


Este año iba a ser diferente, la silla de esta Semana Santa no estaría en el mismo sitio, ni sería del mismo material, ni tendría esa preciosa inscripción que le había dibujado su abuelo cuando empezó a caminar.

Este año serían sólo tres en ese balcón del primer piso.

Sólo tres almas dibujando un claro cuadro familia. El nido vacío hacía mella.

Y de pronto, a lo lejos, un coche se llevaba por delante el trono del cristo y judas, algo insólito, algo nunca visto.

Ahí estaba él, el hijo pródigo, el hijo perdido, el que no daba señales desde el día anterior, jajaja.

El arcángel Gabriel en su Harley Davidson y Santiago Segura de paquete con su camiseta de la Gran Vía madrileña.



"EN NOCHES DE TORMENTA", de Antonio Pérez


Destello, luz y fuego,

sólo siento pasión y paz,

más allá del horizonte vivido,

todo tiene sentido ahora.

No luches contra el mar,

únete con él y truena con el cielo,

suelta lastre inútil,

y centellea hasta el infinito.



"LA SILLA DE SEMANA SANTA", de Antonio Pérez


Todo estaba preparado. Las túnicas, los tronos, los estandartes,... Hasta las leyendas estaban preparadas. La más famosa entre los cofrades también lo estaba. "La silla desierta", así se llamaba.

Por mucha afluencia de gente que hubiera en una Semana Santa siempre había una silla desierta en el mismo sitio de la misma calle. Nunca nadie se sentaba, ni siquiera por error. Había gente que incluso dejaba alguna vela.

En realidad, un error administrativo había hecho que la silla pareciese ocupada cuando realmente nadie pagaba por ella. Se podría decir que un espíritu moroso tiene sitio preferente en las procesiones.




TAREAS TALLER POESIA 27-3-2023


"UNA VOZ SE ELEVA",  de Antonio Bustos


Tumbado. Sordo y mudo.

Rocío lo que digo y escucho

sobre la tierra inerte

de un folio en blanco.

Mil voces acarician mis oídos.

Alguien, algún amigo,

algún Dios,

me dicta desde la lejanía 

unos ruidosos versos.  

Letras ordenadas 

por los rayos del sol

rompen el papel

con la belleza del arco iris.

Creemos que todo nace de ahí.

Una ecuación matemática 

cálida y amable.

Deseos que cambian el suelo.

Deseos que maquinan el futuro.

Irreal y palpable,

Los deseos son una voz que se eleva.


"LA PRIMAVERA", de Antonio Bustos


Estuvo lloviendo toda la santa noche. Los basureros, aunque llevaban ropa de plástico preparada en jornadas de trabajo húmedas como ésta, terminaron totalmente mojados.

Medio enfermos ya del frío, entraron en su oficina para tomar algo caliente, cambiarse de ropa, ducharse y rellenar los estúpidos formularios.  Nadie se olvidó de ellos cuando repartieron las tareas burocráticas. Todos esperaban, pues era preciso compartir vehículo debido a que sus nóminas no eran demasiado abultadas. Una vez todos limpios, se dirigieron casi militarmente y en silencio hacia el destartalado coche de Alberto. Cada uno se sentó en su sitio y mecánicamente accionaron la radio. Tenían pendiente 45 minutos de sinuosa carretera por mitad de las montañas hasta llegar más muertos que vivos a su barrio. Alberto conducía por mitad de la nada cuando una inmensa luz blanca apareció repentinamente delante de él. El detuvo el coche de un brusco frenazo. Había dos sombras con forma humana delante de ellos. El silencio abarcaba el abismo que había en todo el valle. Locos gritaron al unísono  unas palabras que se perdieron en la noche.

Acto seguido se apearon los cuatro a rendir cuentas a los que estaban en mitad de la carretera por su falta de respeto. No habían avanzado un metro cuando todo desapareció en el cielo instantáneamente, quedando únicamente una luna creciente en todo el horizonte. Nunca más volvieron a tropezarse luces ni sombras en su trayecto. No contaron nada a nadie y la experiencia cayó en el olvido.


"UNA VOZ SE ELEVA",  de Lourdes Ponce

 

Una voz se eleva y llega

de cuando en cuando

al río de aguas mansas.

Otras, sin embargo,

se elevan y arrasan vidas.

Pero ¿y  tu voz?

¿Adónde, a quién o quiénes

llega?



"UNA VOZ SE ELEVA",  de Dora Robledo


Dormida en un oasis lejano,

despierto desnuda de palabras

que se tiran sobre mi alma.

Incandescente sin pasión,

domino mi tiempo,

lo oscura y lo divino,

es ajeno a mí.

Abro los ojos y no quiero ser

cuerpo inmune al amor

a las palabras que brotan

cuando en la orilla de

sus vidas todo tiene sentido.

Luciérnaga aprendiendo a

iluminar aquel sendero

que un día creí

nunca poder abrirlo

a mis pasos.



"LA PRIMAVERA", de Dora Robledo


El 21 de marzo llegó, el Sol brilla con más fuerza y refulge en cada gota de rocío mañanero.

La luz invade mi cuerpo y me recuerda que ya llegó la primavera.

Comienzo de vida en muchos campos, animales que nacen, plantas que renuevas sus colores y el día parece más largo.


"UNA VOZ SE ELEVA", de Antonio Pérez


Las nubes, pájaros blancos en fondo azul,

envidian fuertemente todo lo etéreo,

aún más, cuando es universal,

cuando no se puede acotar.

Efluvios sinceros de calor humano,

fielmente sinceros como el viento,

sobre el mar abierto, sobre un barco,

hinchando sus velas con esperanza.


"LA PRIMAVERA", de Antonio Pérez


La reunión universal colapsaba todas las calles del centro. Cada milímetro cuadrado de cada baldosa estaba ocupada por una multitud que luchaba por mantener la posición ganada con esfuerzo y horas de anticipación. No era año nuevo, la selección de fútbol no había ganado el mundial. El deporte no tenía nada que ver. Ni siquiera una protesta ciudadana en contra de alguna estéril decisión de los políticos de turno. El amor flotaba en el aire, la tensión arterial estaba equilibrada y todos los sentidos centrados en el deleite de estar vivos. Un incendio en un depósito de pruebas de la policía había calcinado 150 toneladas de cannabis. Este año, el 20 de marzo a las 22:24, la primavera se hizo humo y entró en todos nosotros.




TAREAS TALLER POESIA 20-3-2023


ODA A LA BAHÍA DE MÁLAGA, de Dora Robledo


Por qué se borra lo que digo,

si no está del todo mal,

el decir lo que uno piensa,

aunque mienta se hace un vendaval.

Esas luces que arropan a Málaga,

todas en su litoral,

cada una, una historia,

y todas mirando al mar.

Por la noche, en su silencio,

el mar me vuelve verdad,

que la vida y sus miradas,

todos saben dónde van.

Las calles, sus gentes,

las costumbres e ideologías,

qué haríamos sin memoria,

si lo más bonito ya está por llegar.



CRÓNICA: ENCUENTROS CON HELENA Y CLEMENCE, de Dora Robledo


Fueron tres días que llenaron toda una vida de imágenes, de historias y palabras para atraer a Málaga y a quien quisiera a otra realidad también presente.

La vida, la realidad, la escucha, la música, la poesía se hicieron presentes en esta nuestra Málaga cultural, en una semana artística, puesto que coincidió con la inauguración del Festival del Cine. Fue el acto de apertura y de libertad que necesitábamos.

Siempre atentos y deseosos de más, nos deleitaron con diversos géneros artísticos y psicoanalíticos, a parte de mostrar una vez más su entrega y profesionalidad.

Gracias siempre.

Seguimos trabajando para ello.



NUNCA DICES TODA LA VERDAD, SIEMPRE EXISTES. De Lourdes Ponce


Borracho y tambaleante,

me dirijo a pedir limosna

a la ciudad de los grandes

pintores.


Recuerdo por donde paso

atravesando las calles desiertas.

Otros me acompañan,

 sin embargo. 

Y me hablan.


Al llegar al cruce

 donde las farolas parpadean

la angustia me sale al paso.

Caigo y muero.


En una mezcla de claroscuros

rodeado de ricos tapices,

mi roja nariz, los ojos vidriosos,

la boca desdentada,

decoran la galería

 junto a opíparos monstruos

 metidos en cavernas.


Al fondo, una luz destella

sobre el cristal de Bohemia,

entre dedos solitarios

y ebrias canciones.

Todos ríen al calor

del fuego encendido.


Borracho y tambaleante

me dirijo a pedir limosna

a la ciudad de los grandes

pintores.


Recuerdo por donde paso

atravesando las calles desiertas.

Otros me acompañan,

sin embargo. 

Y me hablan.


Al llegar al cruce

 donde las farolas parpadean

la angustia me sale al paso.

Caigo y muero.

En una mezcla de claroscuros

rodeado de ricos tapices,

mi roja nariz, los ojos vidriosos,

la boca desdentada,

decoran la galería

 junto a opíparos monstruos

metidos en cavernas.


Al fondo, una luz destella

sobre el cristal de Bohemia.

Entre dedos solitarios

y ebrias canciones,

todos ríen al calor

del fuego encendido.



PRIMAVERA NUEVA, de Antonio Pérez


Los astros dan fe muda del devenir,

constantes universales gloriosas,

que dirigen el escenario celestial,

con todos sus protagonistas luciendo.

A su tiempo, todo está en orden,

a la hora determinada, la luz,

sangre fluyendo fuerte y alto,

abran paso a lady primavera, está aquí.



ENCUENTROS POÉTICOS, de Antonio Pérez


El calendario nos marca fechas señaladas del año como lo fueron los días que pasamos junto a las compañeras del grupo cero de Madrid. Es curioso cómo viéndonos con muchos días de por medio, te dé la sensación de haberlas visto ayer mismo y se tienen temas de conversación de lo más variado, como si nos viéramos más a menudo. Es una sensación gratificante y al mismo tiempo inspiradora para continuar adelante con todas las actividades que se pueden hacer.



TAREAS DEL TALLER 13-3-2023


ARROJÉ A LOS VIENTOS MIS VESTIDURAS, de Antonio Pérez


El acantilado fue el juez,

jamás volvería a usar esa alma.

Fuera de cualquier eufemismo natural,

emprendería mi propio viaje.

Saludo a todas las estrellas que me ven,

siento su calor en mi corazón,

justo al lado de los pañuelos rosas,

los que volaron con el resto por los cuatro vientos.


AVISO IMPORTANTE, de Antonio Pérez


Una tarjeta roja asomaba por debajo de la puerta. En realidad la había visto por la mañana temprano pero no me decidí a cogerla y ver qué era. Con decisión terminé por tomarla y leer el título que venía escrito con letras mayúsculas "AVISO IMPORTANTE". El primer pensamiento fue para el banco, pero no tenía sentido que se comunicaran de esa forma teniendo mi móvil y mi mail. Abrí lentamente la nota y comencé a leerlo embargado por una curiosidad casi asfixiante: Aviso importante 50% de descuento en la segunda unidad en supermercados "El Jamón".

Solté una carcajada y pensé "cómo no...".



TAREAS DEL TALLER 6-3-2023


SIN TIERRA, de Antonio Bustos



Muerto en la cuneta,


abrigado por las flores salvajes, 


descansa el camello. 


Perdió la droga.


Un kilo, 500 pases.


Caricias del infinito. 


Viento fresco de ultratumba.


Nieve, nieve para refrigerar


almas en putrefacción.


Ya no hay salida para él.


Dos balas a bocajarro


le cerraron los ojos.


Los párpados, 


como pesadas cortinas,


anuncian irreversiblemente


el siguiente acto: la descomposición.


CULPABA AL JEFE DE LA FÁBRICA DONDE TRABAJABA, de Antonio Bustos


Era simplemente sordo, ciego y mudo por opción. Todos en la fábrica eran sacos de leña seca con dos piernas. Estaban vacíos por dentro. Sus cabezas repletas de tonterías complacían los deseos de los unos y los otros. El siempre estaba solo en la fábrica. Se negaba rotundamente a fingirse tonto o simple. Por 1.200 euros al mes era pedir mucho. Un día, después de tontería tras tontería, él, que siempre era en exceso callado, echó sus pensamientos a sus compañeros, le dio un puñetazo al jefe y se fue. Todo en silencio. Sus ojos lo mostraban todo. Ellos nunca le volvieron a ver. Él puso, según dice la leyenda, un océano por medio. Así, recobró la paz interior que la fábrica le había robado. 


SIN TIERRA, de Dora Robledo


Recoger los frutos 

del camino la labrado,

echárselos al ganado

sin haberlos lavado.

 

Suculentos manjares

diversas palabras

poco elocuentes

que llevarse a la boca,

todo siempre tiene que ver con la tierra.


Amanece y llueve,

el campo, mi tierra

resplandece a mis pies,

sin tierra, sin camino,

sigo caminando.

 Despojada de palabras

no tengo más que añadir.


CULPABA AL JEFE DE LA FÁBRICA DONDE TRABAJABA, de Dora Robledo


Empezaba su turno. Siempre culpaba al jefe de la fábrica donde trabajaba, aunque su trabajo fuera sólo observar.

Quién cometía fallo y quién no se equivocaba al engarzar día tras día, palabra tras palabra, los mejores cuentos que necesitaban en la escuela.

Todo tenía sentido, la ratona y su ratoncito, la abuela y su cacao, la trucha y el trucho, pero entonces ¿dónde encajaba él en su historia?

¿El vigilante y la queja? ¿Quejoso y su jefe?

No era como suponía una historia que le gustase a todo el mundo, precisamente de eso se quejaba a él el jefe de su fábrica…

Él quería ser el trabajador más elocuente de la fábrica de cuentos.


SIN TIERRA, de Antonio Pérez


Solo, en la nada más absoluta,

comprendí el alcance de mi anhelo,

siempre unido a la tempestad oculta,

azotando los corazones partidos.

Luego, tras una reflexión sanadora,

concreté la línea de pensamiento,

que finalmente me salvó en el último segundo,

de morir en tierra de nadie.



CULPABA AL JEFE DE LA FÁBRICA DONDE TRABAJABA, de Antonio Pérez


Fue una chapuza se mire como se mire, la caldera nunca debió explotar, los investigadores del seguro no dan crédito al cataclismo que se llevó por delante más de cien años de historia junto con la fábrica por la que habían pasado varias generaciones de trabajadores que habían sacado a sus familias adelante gracias al sueldo que se ganaban en la industria ya desaparecida.

Todos estaban tristes, sobre todo el joven mozo del almacén que dio la voz de alarma en primera instancia. Un compañero mayor le consolaba: "No te preocupes la culpa es del jefe que no sabe dónde tiene la cara." Finalmente, la investigación aclaró que alguien intentó apagar la caldera con un barril de queroseno. Fue el que le echaba la culpa el jefe.




TAREAS DEL TALLER 27-2-2023


UNA GRUTA ESTÁ ABIERTA, de Antonio Pérez

Una línea indeterminada,

cruento resultado de la ira,

sujeta a los azarosos caprichos del destino,

sutiles pero absolutamente determinantes.

Sólo podrá existir

en la realidad definida,

con cada átomo de mi ser,

conjurados en la consecución de un sueño.


CUERPO ABAJO, de Antonio Pérez


El aire frío cortaba como una cuchilla de afeitar. Los más de 4000 metros de altitud lo hacían todo difícil, hasta pensar conllevaba un esfuerzo sobre humano. Mi misión era afianzar la cuerda guía para que los compañeros pudieran proseguir la marcha. Tras un par de acciones al límite conseguí llegar a la cornisa y afianzar la cuerda.

Los demás comenzaron el ascenso por el camino marcado por mí. Cuando todos llegaron, establecimos el campamento base en ese punto.

A la mañana siguiente, cuando me dijeron: "venga valiente, te toca subir primero", respondí, "vuelvo al refugio, sólo soy el guía, vosotros sois los escaladores famosos".



TAREAS DEL TALLER 20-2-2023


HASTA EL FIN DEL DÍA, de Antonio Bustos 



I



Hay poco tiempo.


El sol implacable rompe el horizonte. 


Sin avisar, abre la caja de la luz.


Muchos, miles de humanos,


rehúsan contemplar la mejor imagen.


Andan terminando la mentira de ayer,


durmiendo con quien las quiso un rato.


Sufrieron la combustión espontánea del amor.


Once minutos tarda todo en quemarse.


Después noctámbulas duermen.


El día fue demasiado largo.


Después del sueño, las sábanas vacías testificaran: 

 

todo fue mentira.


Ya llegó el fin del día aunque


ambas salgan coronadas por el sol.



II



Cayó la última bomba.


Nuestra etérea puta


yace repartida como una pequeña galaxia.


La imagen nos arrancó la vida


igual que el cuchillo afilado


corta la sangrienta carne.


Nuestras caras incrédulas rezan 


mil padres nuestros sin sentido.


Ya no hay forma de lavar nuestros pecados.


Nadie se mueve.


El viento.


El tiempo. 


Los minutos, desaparecen con los pies juntos.


Ya no queda vida debajo de este sol.



PAN Y VINO, de Antonio Bustos


I



Era un ladrón de poca monta. Criado en un barrio pobre,  aprendió a robar por necesidad. Tenía tres años recién cumplidos cuando sus padres se tuvieron que entregar a la muerte. El cólera los entregó. El recuerda cada noche cómo los médicos metieron a sus padres, cadáveres ya, en bolsas de plástico negras. Ahora, con cinco primaveras, sólo le queda robar. Pan y vino o cualquier otra cosa que lo mantenga vivo. 



II



Enrique corría calle abajo. Desesperado. Llevaba los ojos en blanco. Necesitaba de todo: Pan y vino, azúcar... la vida lo había desahuciado. Vivía entre cartones y ropa pestilente. Daba igual. Sólo la muerte ama a los vagabundos.




III



Ella estaba harta de su vida. Sus padres con sus eternas negaciones. Los adultos mirándola como si fuese un nicho raro donde escupir sus insultos. El contumaz odio que hacía ella emanaba de los otros niños. Tenía catorce años. Había sufrido todos los odios posibles por su condición. Quería ser libre. Sólo estar libre de las convicciones de los otros que la condenaba a ser quien no era. Iba a abandonarlo todo. En un mundo  tan grande debía de haber un sitio para ella. Cerró la puerta y se dispuso a andar hacia su nueva vida. Antes pasó por el supermercado a comprar la comida para la primera jornada: salchichón, pan y vino. El camino hacia Madrid  dispondría del resto.



HASTA EL FIN DEL DÍA, de Lourdes Ponce


Juntos en la teatralidad

de las palabras.

Propongo ir unidos

en eslabones fáciles de separar

recorriendo diccionarios

del mundo.


Por ejemplo, ¿si nos encontramos

con la palabra delfín

en el mármol de la cocina,

querrás cortarlo en juliana,

echarlo a la cazuela?


El ratón de laboratorio

es un sabelotodo muy simpático

ganador de trabalenguas.

No, ese es el de bibliotecas,

dijo la dueña.


Así podemos jugar

mientras ponemos

un disco musical.


HASTA EL FIN DEL DÍA, de Antonio Pérez


Despierta una vez más,

sólo es necesario un poco de aliento,

saltar fuera de la tumba,

rugir como un león en la selva.

Los fantasmas huyen,

mientras el Sol vences,

tendido en una hamaca,

brindando por el mañana.


PAN Y VINO, de Antonio Pérez


Saliendo a la calle, el olor embriagador del pan recién hecho invadió mi mente y mi voluntad de tal forma que sólo pude dejarme llevar. Tras deambular por interminables calles por fin llegué al punto de suministro donde estaban repartiendo el valioso alimento. Vivir en Kiev desde hace un año se había convertido en una aventura diaria (casi en un milagro diría yo) y escenas como la de aquel día así lo atestiguaban. "Sólo falta un poco de vino para completar el festín". Pensé con una mueca melancólica en la cara. Seguro que el año que viene estamos brindando por la victoria.


TAREAS DEL TALLER 13-2-2023


DECÍAN PALABRAS, de Lourdes Ponce


¿Quién es el que parlotea

como una cotorra?

¡Ah!, eres tú, ¡politicucho

de tres al cuarto!


No deseo que te ocurra,

nada malo,

ni que te dejen de querer tampoco.

No se me ocurriría dejarte,

sin comer como le pasó,

a mi abuela o a mi vecina Juana,

la que iba a las charcas a recoger ranas,

que llevarse a la tripa.


Pero si se te secara la lengua,

como se le secaron a mi abuela,

los ojos llorosos ante la fosa,

con el cuerpo frío de su hijo,

todavía te considerara un,

privilegiado de la vida.


DECÍAN PALABRAS, de Dora Robledo


Decían palabras alternas,

que engendraban alas brillantes de luz,

mirándolos al cielo,

crispaban cualquier sentido,

que lo siguieran.

Llegó el día, 

con su deslumbrante luz,

girando alrededor de las estrellas,

en sus encrucijadas.


Nadie podía leerlas,

nadie albergaba tal desazón, 

para disuadir esas palabras no pronunciadas.


Pero nada es eterno, ni el sol ni las estrellas han brillado con tantas palabras anidadas a la garganta del hombre.


EL ARRIERO, de Dora Robledo


Corre por los caminos 

con los canastos de uvas

para hacer el gran vino 

ese que embotella el arriero

en su carro de madera

caminando los caminos,

corre corre que se las pela, que el señor feudal no espera, 

que la fiesta ya ha empezado y no tienen con qué regar el venado;

No tardes arriero, no tardes

que si no el señor de estas tierras regara con tu sangre tu legado.



DECÍAN PALABRAS, de Antonio Bustos



I

El despertador me levanta con su martilleante tintineo. 
El frío indecoroso, a mi lado,
anuncia la glacial jornada.
Los whasaps entraban,
atormentando mi tranquilo móvil.
Todos, absolutamente, decían palabras. 
Todos, en contra mía, 
mandaban, solicitaban, pedían,
palabras decían como hordas infames,
ante la paz de mi existencia. 

II

Surgían palabras del manantial de sus bocas.
La muerte voceaba desde ultratumba.
Su hedor golpeaba el presente
hiriéndolo de letal pena.
Corrí, corrí de aquél, mi espanto interno.
Más, aquella muerte de dolor infinito yacía ya adherida,
para siempre,
como parásito doloroso que nunca me pierde.

III

Siempre palabras.
Iguales.
Idénticas.
Siempre. Siempre.
Sacadas del hades de sus gargantas. 
Una vez y otra.
Y otra más. 
¿ Cuándo será una palabra de amistad?


EL ARRIERO, de Antonio Bustos

Estaba cansado. Una semana vendiendo limones de casa en casa. Si durante el camino estaba solo, sufría el aburrimiento más severo. Si llegaba a una casa para ofrecer su mercancía, debía de soportar las impertinencias de los mediocres y maleducados clientes. Ahora, ya con toda la carga vendida, se disponía hacia su casa cuando se daba cuenta de que su burra, la que llamaba Marcela, no andaba. En su soledad, observaba la vieja burra. Se percató del problema rápidamente. Levantando la pata del animal constató que la herradura estaba rota y tenía una herida que le impedía caminar. Quedó unos minutos lamentándose de su mala suerte. Acto seguido, cogió el móvil y llamó al veterinario. Había que curar al animal. Todo la semana viajando, soportando el frío y el calor para ganar dos duros que van a ir a parar a la burra. ¡ Qué remedio!

DECÍAN PALABRAS, de Antonio Pérez

Era un susurro en el comienzo,
se coló por una rendija distraída,
hacia el interior más oscuro de la mente,
para iluminar paredes de cristal ahumado.
La luz fue catalizadora,
aceleró el cambio como corresponde,
hasta un puerto bueno nuevo,
excelente decían sus palabras.

EL ARRIERO, de Antonio Pérez 

Seis horas, ése era el tiempo que llevaba caminando sin parar. Por un camino desconocido para mi. Además con mi fajo de leña que pesaba lo suyo. La dirección era nueva para mí, no era un cliente habitual y tenia miedo de que se hiciera de noche. Había tenido que parar para comer algo a pesar de que me levanté con el Sol. Sin embargo, la tarde comenzaba a caer y aún no vislumbraba el final del camino. Cuando ya casi había perdido la esperanza, tras una curva cerrada, encontré el cortijo que era mi destino. Mi padre estaba allí, me esperaba montado en su caballo con otro más joven cogido de las riendas. Con una sonrisa me dijo: "ahora éste será tu potro, te la has ganado.




TAREAS DEL TALLER 06-2-2023


MAÑANA PUEDO VIVIR, de Dora Robledo


Vivir en la vida

ausente de dolor

llena de destrezas sin sentir

augurios con los ojos cerrados

sin saberse olvidados por mi.


Vivir, esa es la lección aprendida

en el amor al verso 

y en el dolor de sentir.


Vivir con la sola idea 

de noches estrelladas 

que encierran sueños en mi alcoba.


Sentir cada día como un nuevo vivir

y realizar los sueños despierto.

Saberse desprendido de alianzas inocuas

y poder seguir juntos, reunidos en este nuevo porvenir.


EL YOGURT DE FRESA, de Dora Robledo


Porque entre todos los sabores eres el que más me gusta, tu yogurt de fresa gracias por existir.

Fresa antioxidante, ácida, roja, con pepitas negras que se quedan entre dientes.

Fresa, la fruta de la pasión más fresca y mezclada con yogurt la delicia de los postres.

Incluso para bizcochos también.

Cremoso, jugoso, pero fuerte y ácido como la belleza de la rosa al caer el día iluminada por el último rayo de sol.

Así me gustan a mí, los yogures… de fresa.


MAÑANA PUEDO VIVIR, de Antonio Bustos


I
Habrá un sol en el cielo.
Sólo el sol, rodeado de nubes.
Ese será el primer indicio.
Estaremos solos.
Una sola humanidad.
¡¡Adiós bandidos!!
¡¡ Adiós putas!!
¡¡ Bye bye gente mediocre!!
Mañana podré vivir.
Mi tranquilidad y yo.

II

Decían que era una puta.
Mujer de sucias intenciones. 
Fueron víctimas contentas de ella mil corazones.
Sus almas necesitaban ser robadas. 
Esa era la explicación espejo
que custodiaba la respuesta. 

Pero para mí era otra.
Ella era un pasadizo a lo incognoscible.
Era otra dimensión, 
otro mundo.
Un espacio distinto.
¡¡Fuera la química!!
¡¡Olvida la física!!
Aquí no tienen poder.
Ella era insolentemente brillante como las galaxias al nacer.
Un sol incendiado que no quema.
Todos, tristes seres humanos que somos,
necesitamos olvidar
las miserias de nuestras almas.
Allí, entraba ella.
Su lencería hecha de polvo cósmico.
Sus dientes, 
como la explosión de toda una galaxia.
Todo en ella era galáctico. 
Diferente e ilógico.
Mortal e imprescindible. 
Dulces pezones como implosiones, materia oscura. 
Y la atracción de los rayos de luz
sobre su gran agujero negro.
No. No era una puta.

EL YOGURT DE FRESA, de Antonio Bustos

Ellos miraban y miraban el fondo del yogurt de fresa. Los astrofísicos no entendían qué hacía aquello allí. Tampoco cómo cambiarlo de sitio ni que utilidad darle. Los cosmólogos, que debían saber más, entendían menos. Ricardo, el conserje, ante tanta cara de ajo, pidió que le dejaran pasar la fregona, puesto que era su obligación. Todos los presentes se miraron los unos a los otros con la cara pálida y asintieron con la cabeza. Salieron en silencio, con una parsimonia militar ciertamente curiosa e intrigante. Cuando estuvo a solas con el yogurt, lo miró fijamente con las cejas arqueadas. Sin pensarlo dos veces se metió por el agujero de gusano que todos los científicos miraban para olvidar esta generación de humanos insalvable. Ya lo dice el refrán: si no puedes vivir con tanto idiota, mándalos a tomar viento. Evidentemente tenía que aparecer en otra época mejor. Terminó alistado en las famosas tropas de Carlos V y, al menos, algunas veces después de la jornada infernal de trabajo, se despacha a gusto con su esclava. La suerte, al menos por una vez, ha estado de su parte.



MAÑANA PUEDO VIVIR, de Antonio Pérez


Permitirme ser libre,

coger aire limpio en mis pulmones,

sentir la vida fluir por mis venas,

sin límites conocidos ni desconocidos.

Rompiendo techos impuestos,

subiendo a cumbres inhóspitas,

rodeado de futuro ecléctico,

sabiendo que mañana puedo vivir.


EL YOGURT DE FRESA, de Antonio Pérez


El kilómetro cero fue la nevera, después de meses de investigaciones y pruebas médicas se llegó al origen de la infección. Una especie de intoxicación masiva que disparó el tránsito intestinal de millones de personas en todo el mundo. Ahora sí que nos quedamos sin papel higiénico, pero con razón.

Los científicos no daban crédito de la virulencia con el que la anomalía estomacal se abría paso a través de las fronteras de todo el mundo.

Nadie hubiera imaginado que en un envase de pocos centímetros cúbicos de capacidad pudiera caber un arma de destrucción masiva de necesidad. En la etiqueta se especificaba su composición: yogurt de fresa.


TAREAS DEL TALLER 30-1-2023


GENERACIÓN FUTURA, de Lourdes Ponce


Esos locos pestañean cara

al viento.

¿Acaso piensan no rendir cuentas

al proclive e imparable futuro?

Sus dichas se asemejan a

las nuestras, queridos

monzones de verano.


¿Podrá la fuerte ventisca,

la azarosa tormenta

llegar a los campos,

asombrada por tantos manjares

a su alrededor?

Los frutos se cobijan de la lluvia

bajo los brazos

montañosos.


Todo lo que alcanza a ver

el águila queda fuera

de su alcance.

Tras mucho rodar,

los huevos de las codornices

se alojarán en cálidos interiores

bellamente decorados.


Las flores en los jarrones

beben el agua bondadosa,

corre el licor dentro

de los picos de las ranas.

Veo las carretas llegar

cargadas de tesoros, para la

generación futura.


GENERACIÓN FUTURA, de Dora Robledo


La próxima generación futura:

A ti que levantas dos palmos del suelo,

tu lustre indumentaria

atraviesa esa mirada lúdica 

y deseando volar estás.


A ti que en la escuela 

no te regalan los dieces,

que cada día albergas

en tu cabeza miles de sueños

encumbrados por la ideología

de tus padres.


A ti que cada noche escondes

en tu respirar ansioso todo lo nuevo

que te aconteció en el día.


Enséñame a esperarte,

tal cual eres,

tal cual pienses,

haciendo de tu vida 

un viaje nuevo cada día.


LA OLA DE FRÍO,  de Dora Robledo


Los termómetros se rompieron, ya no había cabida a más frío. La ola de frío estaba encima de nosotros y acusaba con arrebatar cualquier brizna de calor que con paciencia íbamos forjando con los dos trozos de madera que encontramos.

Las manos dolían cada vez más en una mezcla de no poder rozar más los dos trozos y por el congelante frío que penetraba en cada poro de mi piel.

Ni el calor humano era ya suficiente.

Íbamos a morir congelados.


GENERACIÓN FUTURA, de Antonio Bustos


No hay futuro. Lágrimas caen.
Gente muerta, ciegos sin razón
abriendo las calles cada amanecer,
luchando incansables por un objeto.
Mañana otro. Sin final.
Hay basura para todos.
Hedonismo diabólico que circula por las venas, 
destruye incansable la solidaridad. 
Hoy un móvil de mil euros,
mañana, ¿ qué será?
¿Cuál será el deseo que quede,
grabado en el cemento del tiempo?
Todo es efímero. No hay nada para mañana. 
Consumir hoy, ya, ahora,
hasta que se evapore el último céntimo. 
Entonces, ¿qué leerán de nuestros días,
que aúpe a la generación futura ?
¿ Cuál será el legado social que nos haga dignos de vivir?


LA OLA DE FRÍO, de Antonio Bustos


Me levanto. Hay cinco grados. Frío. Llevo dos semanas siendo un enorme témpano de hielo. Ropa térmica, dos pares de calcetines, gorro de lana y bufanda son parte ya perenne de mi piel. La calefacción lleva sin descanso tres semanas. Morir por hipotermia con un clima glacial o vender el hígado y los pulmones para pagar la factura de Endesa. Da igual, me dice la muerte que está sentada detrás mía. Sonriendo, me susurra: te tengo cogido por los huevos desde que dejaste de amar. Todo da igual. Con frío siberiano o con calor sahariano estás perdido.


GENERACIÓN FUTURA, de Antonio Pérez


Galopante monotonía me asediaba,

tapando el presente con un velo opaco,

distorsión surgida de la ignorancia,

oculta en el inmovilismo supremo.

Siendo todo lo que quieras ser,

no elijas ser nada,

en tal caso nunca sabrás

si alguna vez has existido.


LA OLA DE FRÍO, de Antonio Pérez


Nos habían llamado urgentemente al comedor principal para darnos una gran noticia. Era la segunda vez que sucedía desde que el cambio climático nos sorprendió en la estación de esquí. De eso hace cuatro años y desde entonces habíamos estado atrapados en el complejo. Gracias a las enormes reservas y al agua ilimitada no habíamos pasado calamidades. Únicamente estábamos aislados del mundo exterior, una formidable tormenta continua nos mantenía al margen.

Se hizo el silencio cuando el director del hotel solicitó silencio: ¡Atención todos! Nos hemos quedado sin yogur de fresa.





TAREAS DEL TALLER 23-1-2023


ENCONTRÉ OTRAS PALABRAS, de Antonio Bustos



Encontré otras palabras,
y tuve alas
y una sed distinta. 
Sigo vivo, 
con una lengua diferente 
acaricio el viento. 

Ya no me muerde la soledad,
cruel y sanguinaria enemiga de mis noches. 
Mil veces vigilé el infierno
que tapa las estrellas.
Otras palabras produce mi boca.
Mis dedos suaves tocan otra melodía,
porque, es cierto, 
soy otro distinto.



EL DISCURSO, de Antonio Bustos



I



Ella quería preparar el discurso. Tenía el bolígrafo y el papel. Disponía de toda la tarde. Se sentaba, leía, cogía el bolígrafo pero su cabeza no le dictaba nada. Algo la bloqueaba. Estaba nerviosa, iracunda y enfadada consigo misma cuando, en un momento cúspide, lanzó el papel y el bolígrafo por la ventana. No podía escribir. Le era imposible juntar dos simples letras. Se dio la vuelta y lo vio, estaba allí, una foto. La simple foto de su ex colgada en la pared le estaba jugando una mala pasada. Acto seguido, perdiendo la cabeza, la cogió. Llenó la papelera de folios con apuntes viejos que no necesitaba y encima puso la foto y su móvil. Un litro de alcohol y una hermosa cerilla completaron su paranoia. Aquello ardió durante una hora. Produjo un fuego azul tranquilizador enorme y mucho humo. Ella, sosegada completamente y llena de paz, presenciaba atentamente cómo su ex cumplía el ritual de purificación y la abandonaba para siempre. Después, cuando confirmó que sólo había cenizas, volvió despacio al escritorio. Allí, con su espíritu limpio, escribió este texto.



II



El infierno de sus ojos traspasó su piel y quedó infectado. Ahora era otro. Perdió la única pelea que tenía que ganar. Ahora todo, todo lo que valía la pena, estaba perdido. Seducido por su fatal mirada sólo tenía dos destinos: muerte rápida o esclavitud eterna. El discurso ya no importaba nada.



ENCONTRÉ OTRAS PALABRAS, de Dora Robledo


¿Por qué decir uno todo lo pensado?

Balbucear sin decir nada coherente en tu vida.

Eso es vida, sentimientos agolpados

que no esperan  ser pronunciados

cuando encuentras otras palabras

que dicen lo mismo.

Sentenciar esos momentos

de libertad,

de sueños inacabados,

que se amontonan,

querido salir al resurgir el día.

Encontrar otras palabras,

en las que la alegría,

se halla escondida,

y así dejar de vivir de la manera más triste.

Abrir los brazos del mañana,

y tirarse en paracaídas,

sin saber dónde acabarán mis pies.

Eso es ser feliz.


EL DISCURSO, de Dora Robledo


Animada en la mañana me dispuse a escuchar el discurso, alguien de aquella magnitud tenía mucho, casi demasiado carisma. ¿O tal vez era cierto todo aquello que oían mis oídos?

Dudé por un momento y no me precipité al preguntarle si al hablar de aquella historia y hacerlo en tercera persona era por quitarle importancia al discurso.

Precisamente al levantar su mirada y tenerme frente a él no dudó en ningún momento y contestó.

"Eres tú quien da este discurso".

Desperté, cogí lápiz y papel y empecé a plasmar lo que había soñado: el discurso. Las palabras iban brotando, casi apareciendo en el papel, todas de agradecimiento casi enfermizo desde mis padres hasta el día de mi muerte.

Había soñado el discurso.

Mi discurso final de vida.


ENCONTRÉ OTRAS PALABRAS, de Antonio Pérez


Desaprendí todo lo que pude,

por suerte, mucho no era,

simplemente gotas en un estanque,

un pequeño átomo en el inmenso universo.

En el amanecer del día siguiente,

abrí un libro que había perdido,

para encontrar algo que no buscaba,

para volver a empezar de cero.


EL DISCURSO, de Antonio Pérez


El silencio en la sala fue absoluto cuando el ponente de aquella noche se puso en pie para comenzar a enunciar su mensaje. Todos esperaban oír lo que otros ya habían oído y que nadie nunca había oído antes.

Llegaron las primeras palabras y todo el auditorio comenzó a asentir al unísono, más parecía un ritual religioso. Mucho respeto y atención máxima al contenido del mensaje. Sospechaban que vivían un momento histórico.

En cierto momento resonó la frase "...ayer tuve un sueño..." el resto está en los libros.



TAREAS DEL TALLER 16-1-2023


EL CRISTAL CON QUE SE MIRA, de Antonio Bustos 



I




¡¡Mirad hermanos!!


Todos gritan: 


¡¡ Dame tu voto!! ¡¡ Todo será mejor !!


Insultos, sólo dicen insultos. 


Bombas incendiarias sobre nuestras almas.


Salga lo que salga. Todo será igual. 


Cada día hay que sudar más por una hogaza de pan.


Todos, mientras tengamos aliento,


tendremos que enarbolar esperanzas perdidas.


Las mías, las tuyas y las de aquél. 


Bayoneta al hombro,


luchar en el fango,


arrastrarnos casi besando  el cieno de los caminos.


¡¡Camaradas!!


Todo depende del cristal con que se mira.


Los niños no juegan en la calle. 


¡¡Nadie hay deleitándose del caminar por las aceras !!


Nuestras calles están enconadamente enfermas. 


Y en las urnas aguarda el milagro...



II



Esta todo como siempre.


Viento mudo que araña la calle.


Frío glacial golpeando impasibles muros.


Un sol eterno, infinito, arrinconado sombras,


nacidas en el infierno. 


Todo pasa igual que ayer.


¿Mujer?, débil sueño forastero.


Voló como paloma blanca camino de la libertad del mar.


Sólo, errante, paseo mis pies sobre el asfalto.


La muerte me toca la espalda,


cariñosa susurra: fin.


Y me extingo, lentamente, 


trago a trago, 


vórtice final de todos los "gin tonic".


EL CONCIERTO, de Antonio Bustos


Ella acababa de leer no sé que cosa. Simplemente salió a la calle despavorida, loca, diciendo que había leído no sé a quién. Chillaba fuerte, iracunda. Su cara estaba marcada por el dolor. Sus arrugas irradiaban la desesperación de quien tiene el pecho abierto por una estaca. Le dolía infinitamente. Sufría mucho, se notaba la agonía en el fondo de sus ojos. Padecía tanto que corría buscando alguien que la socorriera. Pero, ¿ quién?  y ¿cómo? Eran las preguntas del millón. Mientras tanto la mujer se perdía lentamente por el horizonte. 


EL CRISTAL CON QUE SE MIRA, de Antonio Pérez


Mirando al final del cielo,

una cometa desafía al vuelo libre,

coqueteando sutilmente entre giros y colores,

subiendo cada vez más, imparable.

Es entonces, desde arriba,

cuando todos comprenden su grandeza,

aceptando con humildad su logro,

pero sobre todo, admirados de su amor.


EL CONCIERTO, de Antonio Pérez


El cartel de "no hay billetes" se había colgado semanas atrás. El mercado de la reventa se había puesto las botas y estar en el teatro aquella noche se había convertido en algo casi imposible, siendo objeto de envidia de aquellos que no se habían podido hacer con una localidad. "Hablarán de este concierto cuando pasen cien años" afirmaban las críticas de forma unánime. La expectación era máxima y se notaba la electricidad en el ambiente del patio de butacas. Finalmente, se apagaron las luces y se hizo el silencio. Los primeros acordes brotaron delicadamente y transportaron a los asistentes al éxtasis musical y casi mariano a pesar de que todos eran sordos. Sus implantes cerebrales transformaban los sonidos directamente a su mente.



TAREAS DEL TALLER 9-1-2023


LA VOZ DE LA VIDA, de Antonio Bustos


I  



Se escucha silencioso.


La vida surcando la tierra.


Año nuevo abriendo el polvo


infinito. 


La voz de la vida nace.


Irremediablemente,


la vida siempre se impone.


El violento cuchillo de la muerte


sigue paseando,


borrando la brisa que,


con tallos verdes


volverá a nacer.



II



El cielo se abre.


La puerta hacia la vida,


la invitación al goce es visible.


Se toca. Se ve. 


Sólo hay que subir,


tener alas es imprescindible. 


Volar o soñar despierto. 


La voz de la vida susurra,


incandescente, su himno.


" Impertinente e inadecuado",


Ya cuelga el cartel de muerte debajo de la gloria.



III



El ágil gato de alma viva,


príncipe espadachín de uñas armado.


Él, señor de ratones elegido.


Como en sueños de seda fina avanza, 


rompe el aire su fina capa, 


pelo marrón, bien escogido.


Bellos son sus días y


sus deleitosas noches


regalan al príncipe nocturno 


tal figura de esplendor. 


La voz de la vida es


su leve maullido,


ríos de corales y,


recuerda, el brillo de sus ojos,


el infinito goce de ser felino.

 


EMPEZÓ UN AÑO NUEVO Y..., de Antonio Bustos

I



Tumbada entre las dulces  sábanas, voy tentando al día. Mido mis fuerzas, calibro mi desafinado espíritu. Empezó la vida. Un día más entre basura humana. Demasiada. Otra vez más. Incansable sufro inmensamente el apuñalamiento eterno de mis prójimos. ¡Tanto bombardeo de tontería es necesario! Y la nauseabunda metralla que explota sin descanso en mis oídos. Implorando piedad a los dioses, que me atormentan,  alargó la mano y cojo un libro. Discúlpenme que no les escuche. Arrojan tanta muerte por sus bocas que yo, fatigado, necesito estar vivo.



II



Empieza el año. Acaban de dar las campanadas y contemplo tranquila y deleitosa mis doce chupitos vacíos de whisky. Estoy sola, completamente sola con mi botella de "Bourbon" que nunca defrauda. Jamás me ha dejado insatisfecha o con mal sabor de boca. Somos eternos amantes. Íntimamente una sola alma y un sólo espíritu. Ahí fuera hay mucha gente. Beben y ríen. Disfrutan de la fiesta. Algunas soportan estúpidos trozos de carne durante horas por un polvo. Aborrezco tanta tontería. Tanto ser vomitivo rondándome, sus sucios ojos anclados en mis pechos. Rozando sus patéticas partes por mis muslos. Ahora en mi dormitorio empieza mi verdadera fiesta: Baudelaire y Mallarmé. Mañana no será un gran día, lo va a ser ahora.



LA VOZ DE LA VIDA, de Dora Robledo


Tiemblan mis manos,

con el verso incandescente que es la vida,

voces de otras voces sonoras en mis párpados caídos.

Sueños de aquella noche de verano en que tu agonía vacilaba entre tu alma y la mía.

Voces de otros cuerpos aleteando en el mar de la alborada

donde aquel día

amanecí desnuda, encorvada en mis entrañas,

y descubrí que todo era mentira.

Nadie existe en el unísono del universo.

Sólo aquellos que unen sus lenguas

para por fin decir algo memorable.



EMPEZÓ UN AÑO NUEVO Y..., de Dora Robledo


Todos los caminos empezaron a tomar forma. Todas las puertas se abrieron. Sólo quedaba echar a andar con la maleta repleta de sueños, sueños que un día fueron ladrillos, fueron vergüenza de no saber completar el puzzle, fueron sin sabores que explotaban en el alma por querer subir al ritmo que marcan las estrellas.

Pero una cosa sí quedaba clara, esta vez la caída no iba a ser más fuerte, podría ser el impulso necesario para volar.


LA VOZ DE LA VIDA, de Antonio Pérez


El viento sopla en la estepa,

árboles ocultos le atienden vehementemente,

su discurso la sabia circular hace,

hasta cuando no quieren crecer.

Al final, todos cantan a coro,

celebran sin cesar la vida victoriosa,

única en el mundo cuando el silencio,

pierde la batalla definitivamente.


EMPEZÓ UN AÑO NUEVO Y..., de Antonio Pérez


Todos los contadores se pusieron a cero, compré una entrada para el parque de atracciones llamado "Propósitos de año nuevo" llegando a pensar que en algún momento me subiría a la montaña rusa del gimnasio o que, conseguiría algún premio en la tómbola del trabajo perfecto. Quizás este año consiga hacer entera la cola de espera de la atracción estrella del parque "consigue tu sueño" a no ser que me harte como pasa siempre y me pase a la fila de "mejor quietecito que se está más cómodo". De hecho para eso están los años, para hacernos recapacitar sobre los propósitos que debemos alcanzar.




 

 

TAREAS DEL TALLER 5-12-2022


CON LAS MANOS VACÍAS, de Antonio Bustos


                   I

El viento acaricia mis manos.
Miedosas, miran trillando el horizonte.
No hay nada nuevo.
Contemplo el mar brillante,
su rutina infinita de juegos de primaria.
Sigo sin ver, por más que mis ojos registren 
buscando un brillo mínimo que marque la respuesta. 
La sal del mar golpea mis manos, y ésstas buscan desatadas algo.
Su febriles dedos señalan por todas partes.
¿Qué buscarán? ¿ Cuál será el objeto de tanto desvelo?
Tal vez, sólo las estrellas, el roce del mar y la arena
lo conozcan. 
Yo seguiré, mientras tanto, 
surcando lo inabarcable desde este corazón que, según muestra,
todavía puede sembrar unas cuantas letras más. 

                       II

Vendrá la primavera a romper este frío invernal. 
El hielo abarca los corazones de los niños que,
quietos de frío, 
sufren en su espontánea niñez la falta de sol.
Intactos, frente a la chimenea,
agonizan sus juegos. 
Si la primavera nos olvida,
¿qué nos quedará entre bambalinas?


LA MONTAÑA, de Antonio Bustos


Ahí están, un matrimonio y el hermano del marido. Estamos en Orce, un pueblo de Granada que hace frontera con Almería. Allí,  nadie sale de la estupefacción.  La guardia civil se encontraba durante la investigación de un caso de desaparecidos, tres cadáveres tumbados sobre la tierra. A primera vista: Dos homicidios y un suicidio. Las disputas económicas rondaban como causa principal de la escena. Ese fatídico día la montaña fue testigo de los hechos. El dinero a él le justificó todo para cometer los hechos,  aunque después, a la vista de los cadáveres, eligiera frenéticamente formar parte de ellos. ¡Que malo es el dinero!  Ahora los familiares se quedan con la cabeza baja, enterrando a sus muertos. Lo de después lo entenderemos mañana. 

CON LAS MANOS VACÍAS, de Dora Robledo

Presente aquí,
junto a vosotros,
entrego mi alma,
reservada en una urna.
Esta mañana la encontré,
no soñaba con darla,
a ningún precio,
sólo quería que fuera,
con la sutileza de un gorrión,
que las palabras fueran,
las que la llevaran en volandas,
desnudas, vacías de cualquier pudor.
No encontré ropajes ilustres,
ni altaneras cunas,
que ocuparan su lugar.
Con las manos vacías,
no me podía yo encontrar,
ese amor tan puro,
que sin dinero fui a comprar.

LA MONTAÑA, de Dora Robledo

Siempre miro por mi ventana aquella montaña...
A lo lejos vislumbro dos cumbres. Adornan, coronan esta ciudad valiente, al sur en el mar, al norte con esta montaña.
Entre sus cauces vienen a dibujar cómo varios ríos de poca escarcha, que terminan en dos pueblos de renombre.
Las nubes suelen cubrirlas por las mañanas y a lo largo del día van dejándose de ver por partes.
A la noche, cuando las estrellas la adornan y la luna le presta su manto plateado cuando vuelo a su cumbre y me dejo resbalar por la ladera y en su base, paso las noches de espera.


CON LAS MANOS VACÍAS, de Antonio Pérez

Mirando fijamente a las esperanzas,
surcadas por vetas de excepticimo,
lleno un alambique con excelso combustible,
etéreo y frágil en su concepción.
Simplemente, para no herirme,
no sentir el inevitable sentimiento
de pérdida intransigente extrema
de percibirme con las manos vacías.

LA MONTAÑA, de Antonio Pérez

Fue como siempre había soñado, el gélido viento azotando mi cara, ver al resto del mundo muy abajo y muy pequeño. La satisfacción de haber llegado a lo más alto. Más alto que ningún otro. Por el camino he ganado y perdido, pero el balance final ha sido muy positivo. Si tuviera fuerzas volvería a subir otra vez ahora mismo. Únicamente tendría que cambiar las gomas de mis ruedas porque están destrozadas por la terrible travesía.
Se me olvidó mencionarlo, pero conseguí subir en silla de ruedas, por eso soy el primero.





TAREAS DEL TALLER 28-11-2022


TU PATRIA TE RECLAMA, de Lourdes Ponce


Un horizonte quebrado

es como un guisante gigante

tapando al sol,

como una novia abandonada,

dolorida, cruzando el mar.

Como un tapón desobediente

mirando el Sur.


Una puerta abierta al azar

es como un gato festejando

la noche sobre el árbol,

como un mendigo adolescente

absorto en la letra pequeña

de su única página,

como el ladrillo rojo abatido

por el fuerte viento.


Un soldado que lucha por su patria

es como una flor desmayada

en el lecho del río, 

como un soplo de aire mecido

en las faltriqueras de la mujer,

como la belleza rota un jueves

universal.


TU PATRIA TE RECLAMA, de Antonio Bustos


                I

Suenan las campanas de la vida.
Mi patria vieja y añorada me reclama.
Más, ¿ cómo no caer al abismo clásico y angelical de los tuyos?
El alma nueva busca verdes senderos nunca visitados. 
Tiene hambre, hambre de soledad. 
Busca nuevos juncos para esconderse del mundo y,
si es afortunado,
amar despreciando todas las formas.

                     II

El vórtice, dios, ¿Dónde esta el inicio?.
El punto uno. La salida.
El norte y el sur que hagan trozos esta caótica perversión. 
Todas las montañas son iguales. Rectilíneas
Las monedas cambian de mano con cada deseo.
Praga, bajo los surcos de la tierra, 
esperan brillar, romper el aire.
Desorden. Caos. 
El voluptuoso huracán despertó acariciando la piel del planeta. 
Todo fue mudado a contra corriente. 
Ahora todo es calma. 
Pero, sólo nos queda una pregunta:
¿Murió todo lo que conocíamos ?


TU PATRIA TE RECLAMA, de Dora Robledo

Al blandir la bandera,
en tu mano rozas el dolor.
La patria te reclama,
tu casa, tus pies, tus hijos,
llorarán tu partida.
Nadie despedirá a los cobardes,
nadie volverá para contarte,
quién durmió en tu cama,
esta noche.
Volverán dolidos, muertos los alientos,
pero nadie estará para recibirlo.
Esto es, así es la guerra,
lucha de almas de palabras,
enfrentadas y no entendidas.
Tu patria te reclama, sí, pero no para derramar sangre,
no para derramar lágrimas,
no para desvalijarnos de nuestras venganzas.
Tu patria te reclama a ti,
su sabiduría, tu poder,
el que reside dentro de ti.

TU PATRIA TE RECLAMA, de Antonio Pérez

Atronador, absolutamente apabullante,
el rumor se filtraba por la ventana,
como faunos fugitivos del Sol,
llegan a unos tímpanos agotados.
Sólo tras un segundo en vacío,
un electrón alcanza el equilibrio,
y un átomo perfecto al fin,
permite oír la llamada de tu patria.



TAREAS DEL TALLER 22-11-2022


PRESCINDIR DE LA FATIGA, de Dora Robledo


De remiendos tengo el corazón lleno,

mis batallas,

sola en mis días nublan mi razón,

que no hay dolor más grande

que tener vacío el estómago, 

un puchero, unos callos

pero ¡ay la guarnición!


Se te queda en las piernas

y pegado al corazón.

Te aprieta hasta asfixiar

pero no te llega a matar

solo el tiempo lo permite

cuando habla el estómago

se cierra el corazón.


ARTÍCULO DE OPINIÓN, de Antonio Bustos


No hay forma de estar tranquilo. Los ciudadanos de esta época somos castigados con demasiada frecuencia por los esnifadores de hierbabuena. ¡ Cuándo! ¡ Cuándo se podrá leer el periódico tranquilo! La tontería general reinante se agudiza día tras día. Esta vez ha sido el ultraderechista Mateo Salvini quien ha hecho saltar hasta al tranquilo Papa Francisco que estaba rezando el rosario. Ofrecer un bono de 20.000 euros para ayudar a parejas, sólo heterosexuales, italianas y menores de 35 primaveras. Medida conservadora con una gran tara democrática: Al resto de los ciudadanos ni agua. Representantes de la iglesia se oponen con fervor argumentando: El matrimonio es un sacramento, no se puede comprar. Señores, no es comprar, es ayudar a la parte de la sociedad que conviene a mi moral a desarrollar una Italia católica, apostólica y romana. Lo que es decir como dios manda.¡ Basta ya de tanto desorden!. 




TAREAS DEL TALLER 14-11-2022


CIUDAD SIN NOMBRE, de Lourdes Ponce


¿Alguna vez fuiste sin rumbo
por ciudadelas medievales,
glorietas empinadas
o caminos intransitables?
No conocí sus nombres
ni tampoco sus calles.
Sin embargo, anduve y anduve
hasta el amanecer.
Me llamaron de mil formas.
No contesté.
Por las señales hacia
la ciudad sin nombre
perdí el rumbo.
Desperté en mitad de 
cruces desnudos,
sin árboles a la vista,
entre sendas polvorientas.
El pesado cuerpo
dejó de acompañarme,
así descubrí cómo me llamaba
cómo llegar a la casa natal.
Me recibieron con gran agasajo
a pesar del desconocimiento
que de mí tenían mis hermanos.
-De la ciudad sin nombre vengo,
cuánto tiempo aquí estaré, no lo sé.
Puedo escribir en las paredes.
La mano sabe adónde ir,
el corazón reconoce las letras,
organizan las veredas
mejor que yo.
Impulsado por las palabras,
Volví a partir hacia lo desconocido.


CIUDAD SIN NOMBRE, de Dora Robledo

Sobre aquel yermo pedregal
refulge e aquella ciudad sin nombre
lejos de toda realidad.
En ella se incrimina la paz y el orden.

Nadie sale de allí
pues los límites se interponen.
Reinan el caos y la guerra
por un mendrugo de pan y otro de tierra.

¿Quién consigue vivir
en una ciudad que le robaron hasta el nombre?
Sólo unos pocos sobreviven a esa desazón,
ese libertinaje del hombre.


CIUDAD SIN NOMBRE, de Antonio Pérez

No busques más, el paraíso no existe,
desde los albores, erróneo era el foco,
la guía equivocada estaba,
las efemérides nos lo recordaban.
No era una meta el objetivo,
el trayecto en sí, el premio era,
sin aflicción lastrante, lastimera,
que nos alejara del placentero viaje.


LA PINZA, de Dora Robledo

Desde antaño todas usábamos la pinza, algunos para cerrar, otros para abrir todas las historias.
Hubo quien una vez la pinza se le fue, no pudieron encontrarla y para siempre la perdió.
Otro consiguió hacer de la pinza una lección dónde todo lo aprendido la pinza lo aguantó.
Allí estaba ella hipertérrita y sería queriendo desvelar toda la pasión que encerraba esa historia que de tantos escuchó.


LA PINZA, de Antonio Pérez

El bar estaba a rebosar, todas las mesas ocupadas y la barra completa de punta a punta con tres filas de espera. Tenía la garganta seca y necesitaba un trago con urgencia. Un soborno asumible a una camarera solucionó el problema. Con la calma etílica en pleno apogeo presté atención a una urna de cristal que presidía el lugar donde estaba la cajera que cobraba los importes de las cuentas. Dentro se podía apreciar una pinza de oro adornada con diamantes. Era imposible no quedarse hipnotizado por su belleza y singularidad.
-¿Por qué está la pinza en exposición?- le pregunté a un parroquiano anciano. 
- Porque en caso contrario estaría en una caja fuerte.- respondió sin pestañear.






TAREAS DEL TALLER 07-11-2022



SALIR DE LA CONFUSIÓN, de Antonio Bustos


  I



Amanece, cada mañana amanece. 


El mismo sol, exigiendo,


moviendo el mundo.


Eterno péndulo,


la duda rasga el suelo


duro e inerte de la vida.


Minutos, abarcables


mientras los ojos estén abiertos. 


La cuestión es elegir


un minuto eterno


que marque la gloria de la vida.



                        II



El agua pestilente me rodea.


Nadie sabe dónde ir.


Imposible es la casa,


todos yacen muertos. 


Inútiles del WhatsApp, 


demasiado Facebook. 


!Tanta muerte silenciosa!


¡Oh!Dolorosa muerte


esparcida cada mañana 


inundando las leves calle.


El dolor pende del hilo


en el último segundo de la vida.


Tanta estupide,


rasgar infinitamente las conciencias. 


Ya será demasiado tarde. 


Ya no hay más tiempo. 


LA MANTA, de Antonio Bustos



Día 8 de la creación. Dios se despertó temprano pero aún  estuvo diez o quince minutos más en la cama agarrado calentito a su manta . Cuando se levantó estiró los brazos hasta que crujieron. Fue al baño y se miró al espejo. Sonriendo dijo: Ahora todo funciona como un reloj suizo. Tomó el primer café de la mañana y salió a ver como estaba el mundo. " He hecho un buen trabajo",  se dijo a si mismo. Estaba Adán y Eva además de cientos de especies que se divertían cada cual con su pareja. Pájaros, mamíferos y peces gozaban de la vida cada uno a su manera. Él, celoso y furibundo sintio que estaba solo. Ahora tenía trabajo que hacer. Con paso decidido, fue a su habitación y cogio su manta. Salió a pasear sin rumbo. Al rato divisó un olmo junto a una acequia. Tendió la manta y pensó: " A ver de donde busco yo una pareja".



SALIR DE LA CONFUSIÓN, de Antonio Pérez


Dentro, en el ojo del huracán nocturno,

ruedo hacia el vórtice inalcanzable,

escribiendo runas antiguas en el aire,

siguiendo reglas no escritas por dioses difuntos.

Es entonces, en el culmen del viaje,

cuando el corazón de la amapola,

sobrecogido por la entropía del universo,

consigue salir de la confusión de su existencia.


LA MANTA, de Antonio Pérez

Llegamos al refugio casi de milagro, la ventisca arreciaba en la montaña y casi no se veía por dónde ir. Gracias a Dios había leña seca en abundancia y pudimos encender una buena hoguera. Nos sentamos frente al fuego y nos tapamos con una manta que encontramos. Era muy original, con dibujos bordados en lo que parecía una suerte de escenas trágicas en las que gente sentada frente a una chimenea terminaba muriendo de forma trágica. Para nuestro asombro, en el último cuadrado que parecía estar a medio hacer, había unas personas con nuestra misma ropa. La escena nos heló la sangre. La consecuencia fue lógica. La manta fue directa a las llamas, por si acaso. La que terminó de forma trágica fue ella esta vez.







TAREAS DEL TALLER 31-10-2022


LA NOCHE AULLABA, de Antonio Bustos


  I




Las estrellas marcan la maldita noche.


Hallowen. Noche maldita.


Cuerpos amputados paseaban la muerte cual siniestro desfile.


La luna grita angustiada.


El pánico deambula en melancólica columna.


Bestias desatadas del infierno, firman el cielo con despavoridos aullidos. 


Hallowen. Las puertas del infierno están abiertas. 


El sol las cerrará mañana. 




                       II



Era una noche bonita para morir.


Cielo inundado de estrellas,


una luna grande, luminosa marcando el horizonte.


El viento suave, melodioso, sonaba a miel y chocolate.


Me quedaban pocos momentos de vida.


El hacha gritó mi nombre.


La navaja de mi destino, apoyada en mi espalda,


señalaba el camino.


El camino era hermoso.


El sonar de las campanillas con sus pétalos brillantes,


Era un buen camino hacia la muerte. 


Mis asesinos eran incluso buenas personas.


Prestaron mucha atención a cada detalle de mi ejecución. 


Decididamente, era una buena noche para morir.



EL DISFRAZ, de Antonio Bustos.


         I



Pedro se colocó su disfraz adecuadamente. El era un hombre de 25 años que aunque no iva al gimnasio conservaba bastante bien su imagen. 


Era alto, cabello rubio y siempre bien peinado. Sus cejas negras y pobladas aportaban firmeza y confianza sobre su blanca tez. Nariz seria y unos dientes bien cuidados formaban parte de su anatomía. Entusiasmado caminaba hacia la discoteca. La muerte le corría por las venas. Hacia mucho tiempo que no mataban a nadie. Su pareja estaba esperándolo allí. Las oscuras callejuelas formaban parte de la noche. Grupos apartados haciendo botellón, alguna pareja apartada disfrutando detrás de algún contenedor de basura...  Lo típico. Sus alegres pasos habían llegado a la discoteca y su novia la esperaba impaciente. Ambos esperaron justo a media noche. Para ir calentando motores dos hachas fueron a caer sobre la garganta del desafortunado portero. Durante un eterno minuto se deleitaron  con el sonido de su caliente sangre al caer suavemente sobre la alfombra. Siguieron adelante. La música inundaba la sala y se separaron."¡ Noche de Hallowen! gritaron a la inmensidad ajena al peligro y se mezclaron con la muchedumbre. Fueron 30 cadáveres. No volverían a matar hasta la próxima noche de los muertos.






                         II



Era noche cerrada. 31 de noviembre en un barrio de desesperados cualquiera de Londres. La lluvia era intensa. El frío, salvaje y agresivo. Muy poca gente estaba tan necesitada como para retarse con la naturaleza. Los más pobres se cobijaban debajo de pestilentes puentes donde se acumulaban sin cesar los nauseabundos desechos de la sociedad. Cada vagabundo tenía su "cama" en su sitio correspondiente. Ellos hastiados de sus carencias, cogieron cada uno lo que les pudo servir y subieron con la cabeza perdida a la parte superior del puente a ajustar cuentas con la sociedad que los olvido. Un perro desahuciado finalmente por sus peores enemigos deambuló hasta el puente. Al momento de entre la helada atmósfera se le desató una infinita lluvia de piedras. Un océano de sangre manchó el puente. Automáticamente, con la precisión de un reloj suizo, recogieron las piedras, el perro fue guardado para un banquete posterior. Se inició otra vez la caza. Felinos ojos surcaban la oscuridad cuando una leve luz destacó en la calle. ¡Un carruaje! , gritaron . La sangre hervia ante un buen botín: Dinero, joyas, comida, café, té.... Los ojos de los vagabundos hirvieron ante el placer que se acercaba. Otra vez de la nada surgió el infierno de piedras, palos y cuchillos. El cochero fue abatido instantáneamente debido a la ira de sus agresores. Dentro, las dos duquesas, se abrazaban ante el desasosiego. Violentas manos, salvajemente guiadas acosaban todo. Cada taza, casa trozo de tela, cualquier cosa era un inestimable tesoro ante la desgracia infinita de los mendigos. Cuando ya no tenían nada eran víctimas fáciles del resto de vagabundos. Sus eróticos cuerpos bien lucidod desataron la lujuria. Las manos fueron a disfrutar de la suave y blanca piel. Las libidinosas bocas marcaron el segundo acto del siniestro festín. Desmayadas las duquesas fueron carne fácil para las imaginaciones sexuales de los marginados, que sucumbiendo ante el placer sin control terminaron satisfechos al amanecer. 




TAREAS DEL TALLER 24-10-2022


Aguardaba el alma, de Antonio Bustos


                  
                      I

Triste. Solo. Crujian las cortinas.
El futuro se me niega. 
Castigo de los dioses ?
Vetarme un mañana ?
La calle negra escupía odio.
Desesperados gritos
Como ruidos de taladros
apretaban mi alma.
Yo era el siguiente,
la muerte me señalaba.
Yo, osado, luchaba.
Sólo estar limpio, tranquilo,
me pulverizaba.
Exigía mi cordura a cualquier precio.
La casa se movía viviente
atestiguando el vacío.
Infames dioses!!
La soledad encogía los muros. 
Sólo. Luchar por algo.
A la muerte se le mira de frente.
Yo tengo mis poemas ya escritos.
Los sordos azulejos fueron testigos de mi caída. 
Después. 
Demasiado tarde.
El arco iris yace en la copa vacía. 
Tan solo. Demasiado solo.

                        II

La noche invade la calle.
La campana rompe el silencio.
El calendario proclama que es viernes. 
Una voz grita: Dos días libres!!
El tedioso día cae finalmente, 
Ahora, viernes, 
cataratas de cerveza se precipitan por sus gargantas.
El alegre alcohol fluye libertino,
Y, mujeres sin tino, aumentan
sin pudor la fiesta.
Todos necesitan surcar otras aguas.
Solo el dinero hará que ella marque el destino.
30 minutos,
1 hora.
Después todo será olvidado,
pues la moral y la familia
nunca se besan.


Carta a Miguel d'Ors, de Antonio Bustos


Estimado Miguel, le escribo la presente para felicitarle por su último libro: Viajes de invierno. Ha sido un gran placer para mí que usted edite el libro, compartiendolo con el mismo universo. Sacando a la luz esa parte de su carne que, siendo ya pública, deja de ser escrupulosamente suya para siempre. Es un libro lleno de vitalidad extrema hasta la última página que propone un ejercicio de reflexión, de detenerse en este mundo de turbo velocidad. Esperando mantener una cierta amistad le aporto en el sobre también mi último libro, "Rayos de azucenas". Escrito también con mi vida más personal e íntima. Hago esto a fin de que, compartiendo seamos mejores.



Con respeto y amistad.



Aguardaba el alma, de Dora Robledo


Yo escribía cartas a Paloma,

sin fecha de caducidad,

sin lugar al cual mandar,

llenas de ilusiones infantiles,

por escapar de aquel lugar.

La encontré entre las cuatro

paredes de aquella clase,

lenta, sincera, ternura y seguridad.

Era la menor de cuatro hermanos,

lima, tonta sin nada que ocultar.

la vida nos separó.

pero las letras no lo hicieron,

nos convertimos en mujeres,

con sueños, niños y algo de rencor.

Hoy ya no la veo,

pero queda en mi paredón,

esa amiga de mi infancia con quien feliz fui yo.


Aguardaba el alma, de Antonio Pérez


Sin decibelios invitados,

la paciencia se hacía fuerte,

y el silencio auxiliaba a la razón,

sólo fue necesario el momento justo.

En una esquina estaba ella,

esperando su momento para ser,

y tras media vida oculta,

sale a la luz para materializar la verdad.


Carta a una revista de poesía, de Antonio Pérez


Quiero agradecer la independencia que aportan a la humanidad que decide (decidimos) en sus líneas. Hacer una búsqueda sobre un autor y encontrar exactamente lo mismo una y otra vez puede ser frustrante. En igual medida que es gratificante sentir el aire fresco que supone leer unas líneas independientes, acompañadas de contenidos singulares que en ocasiones son únicos en su categoría.

No quiero terminar esta carta sin desearles lo mejor para el futuro pidiéndoles encarecidamente que no cambien y que sigas así.




TAREAS DEL TALLER 17-10-2022


Fabricaré en mi noche la alborada, Antonio Bustos


                         I


Las hormigas, centelleantes, 


invaden los infinitos surcos.


Rayos de sol 


rasgan, incesantes, locos,


el cielo fruto del abismo.


Amanece, impetuosa, omnipotente, extensa,


la nueva mañana. 


El tiempo, cada minuto, cada segundo,


gota a gota,


es marcado por los dioses


a golpe de aguja incandescente 


sobre los fatuos destinos.


La alborada surge, poderosa.


Sólo hay que observar su hermosa corona de luz.


La muerte corre bucólica,  cobarde, 


como sangre pestilente


desterrada de la tierra.


Humanos de opiácea alma nacen sobre la seca tierra buscando un fuego para calmar el cómputo divino. 


Simplemente salieron perdiendo.


No se puede luchar contra los dioses.



Renacer, de Antonio Bustos



Eran las 12 de la noche. Jesús tenía todos sus deberes hechos. Había cumplido fiel y estrictamente todas sus obligaciones. Fue a mirarse una última vez al espejo. Con el rigor y la solemnidad que la situación requería decidió morir. Decididamente la vida que vivía no le llevaba a ningún sitio. El camino hacia su tumba empezaba ya. Paso a paso, decididamente acortaba centímetros. Quinientos metros, cuatrocientos metros. Sólo trescientos metros. El frío de la helada noche cortaba como una navaja de barbero. Al final descansaría de tanto idiota. Convivía con demasiados tontos. En este mundo había demasiada basura y él simplemente no tenía sitio. Con paso acelerado e impaciente empezó a correr. Faltaban sólo 50 metros pero tuvo que detenerse. Sus pulmones no daban más de sí. Ahora lentamente corría el cerrojo para pasar a su eterna morada. Sólo unos metros más y tocaría su propia tumba. Descansar. Al fin iba a descansar. Relajarse. Refrescar el alma. Ahí, delante de su fosa cogió la cuerda. El nudo salió satisfactoriamente. Cogió la mochila y la dejó en el suelo. La hora clave había llegado. Colgó de la cuerda su linterna y sacó un libro, lo abrió  y comenzó a renacer. Simplemente renacer. Nada más. 



Fabricaré en mi sombra la alborada, de Lourdes Ponce


Junto al río de placer y buen humor,

Me reiré de ella como ancha es la aurora,

Fabricaré casas de pájaros extranjeros.


En mi sombra presurosa,

Una alborada detenida en el tiempo.




TAREAS DEL TALLER 10-10-2022


LA LOSA, de Dora Robledo


Yo tenía una losa,

grande y pesada,

la llevaba conmigo,

a todos lados,

y estorbaba.

Iba en el metro,

y la losa,

no sabía dónde estar.

Iba a la escuela,

y ella allí estaba,

sentada en la primera fila.

Yo nunca pedí,

tener una losa tan pesada.

Quise salir un día de

noche, me escape,...

Pero me olvidé la losa,

en la puerta de casa.

Y al volver,

mi madre con la losa,

allí estaba.


NUESTRA SEPARACIÓN ÚLTIMA, de Lourdes Ponce


Separarme de las hojas del verano

cubrirme el rostro con manzanas

de otoño

recordar los mil nombres del desierto

aprovechar la riqueza del futuro.


Cuando venzo mi estupidez

y la garganta se endurece

de tanto sostener cuerdas gastadas,

meto la nariz en la periferia urbana,

avizoro la costa catapultada

de hombres hueso y mujeres carne,

cometo delitos de sangre

me enfurezco como un animal,

como no es suficiente, escalo

insensateces maravillosas,

hundo el costado en barrizales,

suplanto la identidad de mis padres

cometo asesinato en primer grado.


En nombre de la paz,

en nombre de mis ancestros

en nombre del amor,

separadme de las uñas

ligadas a las manos,

de la naturaleza ligada

al universo,

del verso ligado a los genitales,

de lo minúsculo ligado a Dios.


Si después de ello, sigo manchando

vuestra altivez,

procurad esconderme en el grito,

con resonancias y ecos 

de lejanas montañas,

apartadme los ojos con

cucharas de plata,

segad con dulzura

las aristas del mar.

Mas conoce a quien te ofende

sin hacerle honores ni reproches,

arrebata al verdugo su orgullo

misterioso.


Separarme de las hojas del verano

cubrirme el rostro con manzanas

de otoño

recordar los mil nombres del desierto

aprovechar la riqueza del futuro.


NUESTRA SEPARACIÓN ÚLTIMA, de Dora Robledo


Mi madre siempre me llevaba de la mano aunque yo no quisiera. Siempre estaba ella allí empujándome al vacío.

Nunca hubo un colchón al otro lado del precipicio.

Y nunca entendía nuestra última separación.

Ella que se volvía loca sólo con verme dormir nunca reconoció que no me conocía.

Tiraba y tiraba de mi mano como queriéndose esforzar en que yo construyera ese camino.

No el de baldosas amarillas sino aquel funesto y pedregoso camino de la vida.


NUESTRA SEPARACIÓN ÚLTIMA, de Antonio Bustos


La impertérrita pared se marcó de lágrimas. 
Nunca un beso indebido explotó tan hiriente, 
aunque la incandescente furia 
mordió con celo el cielo.
Ahora, sigue ahí. 
Callado. Mudo. Testigo de cada puñalada. 
Las rencorosas palabras marcan la impasible pared,
donde se consumieron mil besos .
Ahora, los ladrillos lloran su eterna amargura.
Mientras, el terrorífico abismo se torna infinito. 
Todo está perdido.
La efímera onza de chocolate compartida ayer,  
es hoy olvidado pasado.  
Ya no queda nada, 
se terminó amor: fin del atardecer.






NUESTRA SEPARACIÓN ÚLTIMA, de Antonio Pérez


Siempre, la otra orilla se veía tan lejana,

las luces nocturnas fulgían como luciérnagas,

pequeñas hormigas luminosas inmóviles,

testigos del paso de la oscuridad.

Algún día un puente quebrará la noche,

y unirá a las criaturas vecinas,

en una única comunidad universal,

para el resto de la eternidad.






TAREAS DEL TALLER 3-10-2022


OLVIDÉ RESPIRAR, de Dora Robledo


Gerundios de mi vida,

anécdotas varias,

recuerdos que agolpan,

los besos al aire,

cuando olvidé respirar.


Caminos borrados,

de mi mente,

arboledas ausentes,

ciénagas ahogadas,

en mis sueños.


Estirpes desahuciadas,

por el tema matemático,

que implora clemencia,

al despertar el día.


Llora, y cuanto más llora, más olvida.

Que un día volverá a ser,

el mejor momento de su vida.


Todo para construir,

ese reto que un libro,

pone en el camino,

de aquél que lo lee...



OLVIDÉ RESPIRAR, de Antonio Pérez


Un velo neblinoso agudiza la calma,

esa paz que eleva montañas y

surge cual ave fénix e ilumina,

todas las flores del jardín.

Tan alto volé, tan fuerte soñé,

que al volver al reino del suelo,

tras marcar pasos en hierba fresca,

recuerdo tener que respirar para feliz existir.



TAREAS DEL TALLER 26-9-2022

LOS POETAS DE MI VIDA, de Antonio Pérez


La radio canta noticias rancias,

las letras apócrifas manchan el papel,

gracias a los guardianes poetas,

la razón encuentra su refugio azul.

Las sílabas ronronean bajo la pericia,

surgen planetas y universos de un grano de arena,

simplemente respirar es necesario, si sabes,

para salvar las bellas artes del caos.




TAREAS DEL TALLER 20-6-2022

 


GRITAN NOMBRES OSCUROS, de Antonio Bustos

 

I

 

El marasmo grita mortalmente. 

Su inmenso mar de vacío está ahí, eterno,

desde el principio de los tiempos.

Incluso antes del nacimiento de los cielos.

Su voz, sanguinaria,

llena inmediatamente los oídos.

El miedo no tiene fin.

Por eso resurge, 

atormentando las insignificantes cabezas humanas.

Y lentamente, 

ordenadamente 

y con sigilo extremo,

se lanzan de cabeza al infierno. 

 

 

 

II

Cada hombre tiene su amanecer. 

Los nombres son gritados por el sol

desde el infierno.

Cae una lágrima tras otra.

Ya nadie sabe nada. La multitud disimula su camino hacia la muerte.

Son manada llena de cadáveres solitarios.

No se aman. Existen aislados de todo.

Simples tiras de plástico de uno con ochenta de altura.

Caminan sin caminar. 

No van a ningún lado.

Ninguna estrella yace en su corazón. 

Solo esperan al agujero negro que marque el fin.

No saben. Sus corazones fueron mutados por frías válvulas de acero inerte.

La sangre corre sin destino.

Sin amor el hombre corre en infinitos círculos.

Al final, inevitablemente, somos y seremos parte del secarral

donde no hemos aprendido nada.

 

EL PIANO, , de Antonio Bustos

 

Siempre estaba ahí, un viejo piano traído desde un rincón perdido e inhóspito de la selva peruana, carente de valor reconocido alguno. Sin embargo formaba parte valiosa del salón. También era importante para la casa habitada por el famélico escritor. El piano formaba parte de su escritura. Sin posibilidad de afinarlo debido a su total demacración, ejercía gran influencia en el trabajo del viejo. Sin embargo, todo en este mundo tiene su enemigo, la misma muerte nos avanza sigilosamente. En el triste caso del piano eran polillas. Silenciosas e infalibles condenaban al valioso mueble a su inevitable destrucción. 

 

 

EL CUADRO, de Antonio Bustos

 

 

El cuadro llevaba colgado mucho tiempo. Todos opinaban que demasiado y que hacía ya tiempo que debía de descansar en el oscuro y alejado sótano. Decían esto porque le tenían miedo, aunque no lo dijeran directamente, lo cual sería más claro e incluso más alargador. A pesar de ello, el retrato seguía, día tras día, colgado en su sitio. Incluso al actual propietario, el viejo señor Mortimer, le daba pánico relevarlo pues su bisabuelo se había forjado una fama de iracundo y belicoso que a pesar de haber fallecido hace 90 años todavía era temida. Y el cuadro seguía allí, siendo sujeto pasivo de infinitas críticas. 

Los ojos miraban descaradamente, como con el derecho de inmiscuirse en sus mismos corazones. Día y noche igual: Buscando,  desafiando...  Una noche fría, atormentado ya Apolo del flagrante desafío se paró el cielo. Apolo iracundo lanzó un rato fruto de su desesperación. La solución ya había sido ejecutada: Quemado el problema, que el viento reparta las cenizas.

 

EN ESE VIAJE DE CRECER, de Antonio Bustos

 

 

! Humanos! ¡Las flores crecen !

Deseosas buscando la vida

Desde los infiernos ocultos por la tierra. 

 

Imponentes brotan las bellas azucenas,

Y las rosas explotan en el aire

Oprimiendo el cielo.

 

Todo crece, resuena, invade desde la muerte.

La fresca hierba del prado expande su infinito aroma.

La vida corre exaltada por sus hojas buscando un mañana. 

Hoy se rompe la muerte por el infinito tedio del sepulcro. 

Una tumba fría desesperada nos amarra en su regazo incluso después de nacer.

Pero más aún, 

Antes éramos la nada.

Ese es el único deber:

Romper como trueno el trémulo silencio de la muerte 

Mientras la roja sangre quede caliente y viva

En lo más recóndito del ser.

 

 

 

LA MIRADA DEL POETA, de Antonio Bustos

 

Ser poeta no es fácil, amigo.

Poeta es el que mira con los ojos fulminantes del rayo,

dolientes ojos que la realidad subrayan,

o colorean,

o quizás trasladen del abismo social la herida infinita .

Los ojos del poeta son antorchas eternas,

imprescindibles para el avance social.

Son las alas del humano.

Ese humano que avanza libre entre el pedregoso infierno de la vida.

Resucitar cada día, proponiendo un alma nueva,

cada vez que el sol osa imponerse victorioso cada mañana.




TAREAS DEL TALLER 23-5-2022

 

UN SOPLO NUEVO DE BELLEZA ESTA AL CAER, de Lourdes Ponce

 

La bandera ceñida a tus desplantes
es por obra y gracia de leyendas
sesgadas.
 
Sí tan solo pudieras rectificar
el camino señalado...
 
Ruge el calor en cada simpleza.
Hiere la falta de valor.
Ahogado el caballo,
¿quién te llevará a cuestas?
 
Descansa del trabajo barruntado,
pues no dará frutos comestibles.
Haz un traje sólo para ti. 

 

EN UN SEGUNDO, de Antonio Pérez

 

Años dedicados a remar,
todos en dirección equánime,
siempre complacientes y confiados,
hasta el último amanecer de marte.
Sobras en el primer mundo,
son un lujo en el tercero, sólo por existir,
mientras un gato callejero en Madrid,
vive mejor que los niños de Nueva Delhi.


TAREAS DEL TALLER 21-3-2022

 

EL TIEMPO TIENE MIEDO, de Lourdes Ponce

 

No es verdad que el tiempo  
tenga miedo 
o que las ventanas inviten 
a entrar a las bocas malhumoradas 
que pasaron de largo por delante 
de ellas. 
Si no te gustan las vistas que 
dar al jardín, puedes marcharte 
dando saltitos de rana 
y colarte en el aserradero de la esquina. 
Siempre hay algo que puedes hacer: 
un soufflé por el día del padre, 
un muñeco de trapo relleno de paja, 
poemas, canciones... 
¡haz algo, que te resbalas 
en el tiempo!. 
Quizás tenga miedo el tiempo. 
Quizás cuando te mira fijamente 
a los ojos, 
a esos ojos de sapo llorón, 
te adivina cierta creencia de vivir eterno 
con la que vacías tu intelecto. 
Y se echa a temblar, porque no es para  
menos.  
El tiempo tiene miedo de ti, de tu 
vertiginoso caer por la ladera desierta 
de la mudez. 
No, el tiempo no tiene miedo, 
son las rosas que crecieron en tu garganta 
las que se ven marchitas  
es la nieve que envuelve tus pies 
la que teme mancharse con el barro 
que pisas. 
Tener o no tener miedo, he ahí la cuestión. 

 

EL TIEMPO TIENE MIEDO, de Antonio Bustos

 

 

 
                          I
 
 
El asfalto corre desesperado,
el aire llora ante el minuto helado.
Toda la ciudad está corriendo, 
salir de si misma: su destino. 
Los pájaros que no muerdan el viento,
serán ahorcados en el enorme cadalso de la vida.
El miedo hace ríos con las calles.
Las sombras temen la oscuridad e incluso la muerte se resguarda. 
Solo la nada, el  frío vacío, 
surca las aguas hambrientas. 
Y no hay nada.
Ya no queda nada.
 
 
                         II
 
 
Sobre el tejado marrón
rueda la triste lluvia.
El niño llora infinitamente 
como si su madre, de pronto,
extraterrestre se volviese.
Y llora, llora con pena,
cascadas de lágrimas son sus ojos.
Otros niños juegan en el charco.
Sordos, salpican lágrimas.
El verano y los muertos acuden a refrescarse.
El niño llora incansable. 
La madre,
extraterrestre en la tierra,
se vuelve rayo de luz
y desaparece. 

  

EL TIEMPO TIENE MIEDO, de Antonio Pérez

 

Trémulo temblor palpitante,
estremecido de pura desazón injusta,
el monitor es testigo de la escena mundial,
sin poder interceder por nada ni nadie.
Las agujas clavadas en una esfera,
con números que no significan nada,
sólo una razón para no enloquecer,
seguir sintiendo miedo para no parar.



TAREAS DEL TALLER 14-3-2022

 

“El enemigo tiene una máquina de crear ilusiones”   (M.O.M.), de Lourdes Ponce

 

Yo esta vez me pliego para retirarme 

a la cúspide del meteorito más alto 

las hormigas han estado a punto  

de devorarme en más de una ocasión 

caminar con los pies reventados 

por puntas de lanza, no puedo. 

 

Me retiro al cosmos de la supervivencia 

allí los territorios más inhóspitos tienen 

cabañas hechas de terciopelo  

te dejan vivir en un porcentaje superior 

al de una planta carnívora 

 

Dejo mis pertenencias a quien las quiera 

un viejo reloj de arenas movedizas, 

una calavera con ojos de cristal 

vestidos tejidos en madera  

y un cuenco hueco por donde 

se ve el futuro. 

 

Ahí os quedáis, mujeres tendidas al sol 

hombres pertrechos 

animalitos de corral 

yo me pliego en cuatro partes 

y vuelo al universo. 

No me esperéis a la hora de comer.

 

 

 

“El enemigo tiene una máquina de crear ilusiones”   (M.O.M.), de Antonio Bustos

 

 

I

 

La gasolina se paga a precio de sangre.

Dice el pequeño transportista. 

Mis sueños no llegan, se diluyen

etéreos en facturas. 

Trabajo, y el volante forma ya parte de mi cuerpo.

El disco de conductor me declara el fin del día, 

pero los euros no llegan.

Y la cuenta de ahorro está ya vacía.

Sigo, trabajo bajo el yugo de los gastos infinitos.

Mañana el iva,

pasado IRPF. 

¿Más para cuando un extra,

una pequeña lluvia que riegue la alcancía?

 

                       II

 

Trabajo y más trabajo. 

los niños juegan

Ausentes del dolor.

La inflación devora mi salario.

Ya no me da ni para un poema.

Un día de trabajo,

sueldo escaso,

jornada larga.

La inflación que muerde

el carro de la compra

de cada techo. 

Cada tierno niño

que a reír juega ausente 

le toca cada onza de chocolate

más pequeña.

 

“El enemigo tiene una máquina de crear ilusiones”   (M.O.M.), de Antonio Pérez

 

Cual Aquiles poderoso pero inerme,

el hombre vanguardista y tecnócrata,

no distingue la fútil ilusión ególatra,

de la materialidad más desgarradora.

En una esfera de cristal asentimental,

Vigila el segundero del reloj vital del planeta,

mientras la parca prepara una soga,

hecha de reflejos falsos de la realidad.





TAREAS DEL TALLER 09-3-2022

 

Poema: La luz de los crepúsculos, de Lourdes Ponce

 

Mi amigo José se disolvió 

en un terrón de azúcar y nunca más 

se supo dónde tenía la cabeza y dónde 

los pies. 

 

Solía irse de madrugada a dar vueltas 

por los tejados iluminados 

Un día de esos del calendario 

trepó ciegamente al desván 

como cuando cambiaba cromos 

por años de vida y los guardaba 

en la cajita aquella de hojas rojas. 

 

Resultado de una ecuación imprevista 

fue la caída de su imperio 

quedó ciego de cintura para abajo 

sordo de cejas. 

Mi amigo José pretendía vivir 

como si nada aconteciera más 

allá de su cuerpo. 

 

Ahíta de tanto esperar una chispa 

que la prendiera, voló su alma hacia el poeta. 

Y era el poeta como un látigo 

entrando y saliendo de la boca de José 

como una noche sedienta de pólvora 

que ciega y azul, absorbe la luz de los crepúsculos. 

 

Y era el poeta alguien sin nombre. 

 

Poema: La luz de los crepúsculos, de Antonio B

  

                         I

Sumando por las aceras,

huyen, fotones de cielo y tierra. 

Van hacia el Donbas, 

a ver si la paz se siembra.

Fotones del alma mía,

que surcais las esferas.

Id andando con aprisa, 

que Ucrania esta ya negra.

Luceritos de mi alma.

tanta guerra y tanta sangre

por un pedazo de tierra.

Traed un bollo de pan tierno,

y algo imperecedero,

para miles de personas

que duermen en el frío suelo.

Van en columna de a dos

esperando vida nueva, 

esqueletos caminando

hacia la esperanza fresca. 

crepúsculos crecen.

Malditas las bombas rusas,

que por no estar en paz,

juegan,  sordas,

a la infinita guerra.

 

 

 

                       II

 

La luz del crepúsculo, 

Acariciando sus montes, 

Blancos como la nieve. 

Ay, ay !! Blancos como la nieve.

 

Niña si tu me quieres, 

Luz de mis ojos. 

Luz de mis ojos. 

Toda la vida tengo

Toda mi vida tengo

Para quererte.

Niña del sombrero grande,

De alas de golondrina. 

Dime si tu me quieres

En las encinas.

En las encinas niña,

Mil amapolas,

Lloran por no verte

Mi cuidadora 

Mi cuidadora.

 

Poema: La luz de los crepúsculos, de Antonio Pérez.

 

Como fuga de fuegos fatuos,

mirando dinteles anaranjados, rojizos,

soportando todo el amor del universo,

zozobrando ante la luz eterna.

Subiendo a una cuadriga de mármol,

con perros de la guerra tirando de rabia,

asustando a todas las flores del jardín,

que, lánguidas, contemplan el crepúsculo de Sol.



TAREAS DEL TALLER 21-2-2022

 

Poema: Yo también soy amante de la poesía, de Antonio Bustos


                               I


Flores azules, amarillas flores.

Flores como lunas,

que cayendo,   

caen las flores. Cae la vida. 

Cae del ruiseñor, toda la poesía. 


                         II


Amante de la poesía ?   

Dos versos más, se raja el papel.

¿Quién pegará sus labios?

Roto esta el poema,

¿¿¿Quién lo abrazara???

Falta hace el ritmo del aire al rondar 

la bella montaña en el despertar.

¿¿Más, será, el amor o la poesía??


                         III


Con corrientes del arroyo

se escribe la poesía. 

Enamoradas, caricias son,

versos de la alegría.

Amantes de claros ritmos

que escucha la estrella fría.

Allí resuenan los aires 

nubes de melodía.

 

 

Poema: Yo también soy amante de la poesía, de Antonio Pérez

 

Acompáñame por el boulevard,

déjame rodear tu cintura con mi brazo,

respirando el alma pura que destila tu cabello,

en cada paso firme en la senda de la vida.

Subes por encima de los cúmulos el cielo,

rivalizando con racimos de rosas rojas,

colgando de un arco iris nocturno,

que lucha por alcanzar tu nivel.




TAREAS DEL TALLER 7-2-2022

Poema: No murió nadie. De Antonio Bustos

 

La muerte yace triste,

melancólica.

Su risa retorna desde lejos caminos.

Hoy nadie reclama el descanso eterno. 

Nadie se despide de este mundo.

El frío y el hielo duermen pacientes sobre las aceras.

¿Pero donde? ¿Dónde la desesperanza y el sin sentido?

¿Nadie culmina el ataúd vacío?

¿Nadie? ¿Nadie ansia visitar la ciudad del olvido?

Acaso, ¿habrán hoy encontrado un destino mejor?

 

Historia: Los ángeles de Alberti. De Antonio Bustos

Alberti dormía. Le era fácil coger el sueño. Después de una cena frugal, salía al balcón a contagiarse un poco de la ciudad. Sentía la cuidad. Fijaba la mirada en las arterias de la ciudad con sus luces blancas y rojas. Siempre en fila. Luces blancas primero, luces rojas detrás. Observaba también el rudo  mar al fondo. Decenas de luces quietas, estáticas mecidas por el oleaje. Barcos pesqueros arrancando al mismo Poseidón la manutención de sus chozas. Nunca se acostaba temprano. "La vejez siempre te obliga a trasnochar " decía a sus amigos. Ellos reían. El también reía. Todos al ser de la misma quinta vivían con ello. Una vez dormido, cuando la luna llevaba instalada en lo más alto del horizonte largo rato, roncaba. Alberti roncaba como un viejo y deteriorado tractor agrícola. A pesar de eso, sus ángeles aparecían cada noche para  reparar las goteras que ya a su edad aparecían casi a diario.

Todas las noches era la misma mecánica, repetitiva y constante.

Hasta que una tranquila  noche de verano, cuando ya peinaba una larga barba blanca, los ángeles no aparecieron. El dormía y dormía pero nunca se despertó. 

 

Historieta: Manual para ser poeta. De Antonio Bustos.

                            I

Primero sueña y lee. Tal vez escuches antes a Bach, o a Mozart. Alguien tiene que destapar la poesía para que puedas ir a recogerla y sembrarla en un papel. Uno nunca sabe donde los dioses la han escondido. Nadie puede coger algo que no ve.  Ante todo, eres humano. Después bebe ginebra  y sigue leyendo. Empieces por donde empieces, saldrá alguna idea de algún sitio. Será como un cometa que pasa por delante de la libreta. Tal vez la maceta de la esquina que nunca miras de repente llama tu atención y te dicta. En ese caso escribe. Si no pasa nada sigue leyendo. Para escribir tiene que pasar algo. Puede darse el caso de que Cervantes ponga la historia en tu cabeza. Tu brinda con tu vaso de ginebra y sigue escribiendo. Sigue en la pelea hasta el fin del combate. Hasta la última gota de tu sangre. Hasta que se queme delante del ordenador tu última esperanza. Cuando ya no quede nada.... Lee. Sigue leyendo como si no hubiera otra cosa en el mundo. Pasar hambre en este mundo no es malo. De hecho es un hecho común e incluso existencialmente aceptable. Sigue bebiendo. Un poco de ginebra puede hacerte escapar de este mundo. Sigue escribiendo. Gasta un lápiz y otro. Escribir en el fondo es lo único que tiene sentido y calma el alma. No te preocupes si no sale nada. A pesar de todo nunca te dejes secuestrar por la desesperación. Escribe. Exhala todo lo que tengas y escríbelo. Eso te salvará. Lo único que te quemará las entrañas incluso después de muerto será, y no habrá otra cosa, haberte muerto teniendo un poema o algo por escribir. La muerte simplemente es la parte de la vida por donde siempre se entra pero, mejor hacerlo habiéndolo escrito todo. En caso contrario es el peor de los infiernos. 

                         II

Siéntate a la mesa. Lee. Lee mucho, lee hasta que se te olvide tu mismo nombre,  saca de tu cabeza lo que has hecho hoy, expulsa de tu alma lo que eres, rechaza con paz lo que has sido. Lo que se revuelve ardientemente en tu interior ya no sirve. Es la mayor de las salvajadas. Es tu mayor enemigo.  Destiérralo. Quédate en la mayor soledad. La ausencia de todo es tu mejor compañía. Nunca hay demasiada. Ahora escribe con paz, como dormido, como anestesiado. Escribir algo de ese vacío es el fin. No hay más. 



TAREAS DEL TALLER 31-1-2022

 

 REHACED ESTE VERSO  

Aunque ruja la noche como león hambriento,

incluso si la tierra tiembla infinitamente, 

o puede ser que el cielo se cierre

y nunca vean nuestros ojos la fría lluvia

¡¡¡Rehacer este verso!!!

O moriremos en sus caducas  letras.

¡¡¡Escribid otra vez el cielo también!!! 

Tanta injusticia , tanto odio....

Tengo ya las venas secas

como estériles desiertos.

Otro verso,

otro poema.

Este mundo muere,

insalvable.

¡¡¡¡Rehaced el verso!!!!

Que aire limpio y tierra nueva

rompan el verso podrido,

ya demasiado podrido 

de este mundo de postureo vacío.

 


Antonio Bustos



REHACER ESTE VERSO 



Mimbres extraños y olvidados

sufren el ostracismo vengativo

de quien no cruzó nunca el mar

en busca del azul completo.

Innumerables iteraciones

resultan la mejor cosecha

para escoger entre todas las estaciones,

el verano, para comenzar de nuevo.


 Antonio Pérez



TAREAS DEL TALLER 24-1-2022



 NO BASTA CON OÍR PASAR LA VIDA  

 

Un perro ladra incansablemente

a la sombra de un ciprés.

Entre las hojas del aire pronuncia

su nombre, discierne que se trata

de un animal domado, nacido para

cumplir promesas iguales, 

todas del mismo color y textura.

El ciprés alarga sus ramas, oye

el llamado de las luciérnagas rojas.

Hay al menos cien, todas puestas en fila,

dirigidas por la mayor de ellas hacia

un futuro cierto.

¿Oyes ese ruido pasando por debajo de tus pies? 

Pesado como cielo plomizo, irrumpe en tu deambular.

Por calles uniformadas, acompaña tu postura

erguida de cada día.

Se meten en el intersticio de la única

oreja con que oyes.

Como hizo Van Gogh, córtala

y tírala al río,

no basta con oírla vida pasar.


 Lourdes Ponce


NO BASTA CON OÍR PASAR LA VIDA  

 

No es de recibo olvidar

el infinito surco en el aire

del aleteo de las gaviotas al volar

con su rima y su donaire.

Como hijas del embravecido mar,

parten frágiles de aventuras 

que narran en su tenue palpitar

el deseo de mujeres maduras.

Efímeras como rugidos del océano 

bailan al aire, cautivan  estrellas, 

orbe y firmamento.

Así, con todos los momentos 

en el sueño recogidos:

No basta con oír pasar la vida.

 

 Antonio Bustos




NO BASTA CON OÍR PASAR LA VIDA 

 

Estática razón inservible,

testigo de piedra en el teatro vital,

responde inmóvil a la palabra,

sin trascender ni un triste sueño.

El silencio celestial implora nubes

con relámpagos que iluminan el negro cenit,

y truenos que rompen la insana quietud

del fallecido en vida sin creerse muerto.



 Antonio Pérez






TAREAS DEL TALLER 17-1-2022

 

Poema que tenga un epígrafe de León Felipe que dice " La sangre del hombre está no sólo hecha para mover su corazón.",  de Antonio Pérez

Antes del primer alba,

limpios los barrotes de metal,

ascienden por venas hechas de cristal,

portadores de oxigeno celestial.

Un pórtico dorado es testigo,

de una selección brutalmente natural,

aceptando las dichas mayúsculas,

y cerrando las puertas al desamparo.



" La sangre del hombre está no sólo hecha para mover su corazón."

Poema de Antonio Bustos

                            I

 Sangre.

Sangre roja.

Sangre de hierro.

Sangre dinámica. 

Sangre de mis venas.

Sangre.

Solo Sangre.

Sangre de hombre

para algo más 

Que mover el corazón.

Sangre, sólo Sangre,

en una fresca mañana 

antes de que sucumba

blanca e inerte, 

a la nada.

 

                              II

 

" La sangre del hombre está no sólo hecha para mover su corazón."

Mover el corazón 

Ruge con la sangre de tus venas. 

Alza tu último deseo

Ante la ira del mundo,

Incluso ante los mismos dioses.

Haz que la muerte te reclame,

Que tu corazón te lleve

Ante peligros nunca vistos.

Allí, al otro lado

estará tu alma,

Donde la vida

Arde eternamente

Como en el mismo infierno .

Allí morirás como todos,

Allí nacerás como hombre.

 

 

Historia: La subasta. De Antonio Bustos.

Takumi era una mujer atractiva. Vivía en un estudio minimalista en un barrio industrializado y gris de Pekin. Trabajaba demasiado por un sueldo que sólo le permitía pagar facturas, arroz y alguna libra de carne o pescado para los domingos. Vivía tranquila pero hacía ya mucho tiempo que se había desviado del río de la felicidad. Incluso se decía que todo era mentira, que ya a sus 45 años no se podía tener más aspiraciones. Su rutina diaria e infinita consistía en levantarse, doblar cajas de cartón en la fábrica durante 14 horas, estar agradecida con el jefe por darle la oportunidad y caminar hasta su dormitorio a descansar para estar despejada al día siguiente. Cada día era insipidamente igual. Tediosamente igual. Fotocopia tras fotocopia. Poco a poco empezó a caminar lentamente. Ese era su ejercicio diario: la lentitud. Si el trayecto duraba 20 minutos, ella lo recorría en 40. Todo muy lento. Observando pájaros, coches, personas...  Cierto tiempo se percató de que la seguían pero ella no decía nada. Día tras día, un hombre caminaba detrás de ella. Cada día se fijaba un poco en él. Cada día aprendía un detalle. Estatura, color del pelo, tipo de ropa que llevaba... Al final un día ella se acercó y le preguntó: " Qué quieres de mi ? Me sigues cada día? " El valiente y orgulloso le respondió: " Quiero acostarme contigo. Te doy 1.000 yenes. 20 minutos. Que dices ? " preguntó con una sonrisa lujuriosa. Ella, deseosa de rompier la rutina enseñó el elástico de sus bragas negras y contestó con fuerza: " Mil quinientos".  El silencio se apoderó de la calle durante un minuto.El hombre, helado por la respuesta acusó: "No vales ese dinero y lo sabes. Te doy mil trescientos". Ella ordenó firmemente: Mil cuatrocientos y nos vamos a ese callejon. Me tomas o no me verás más. La tristeza surco la cara del hombre y cogiéndola del brazo bruscamente respondió: "Vamos". Llegaron al final del callejón donde la oscuridad los cubría y el beso a su presa. Sus manos tocaron con descaro cada parte de su femenino cuerpo. Le rompió el sujetador. La lujuria recorría su cuerpo. Ella disfrutaba dándose. El climax iva subiendo y la falda cedió al deseo. Las bragas negras inundaron sus ojos. El hombre estaba fuera de sí mismo. Ella también. El conquistó a besos sus pechos. Ella olvidó hace rato su rutina. Las bragas le quemaban y cedieron sin remedio al deseo de él. Ella se quedó estática. El  se quedó callado. Muerto en un instante. Un frío enorme le heló la sangre. Quedo inanimado, cadáver, exánime...La mujer escondía su propia arma y estaba cargada: 18 cm de carne.




TAREAS DEL TALLER 10-1-2022

 

NOCTURNO DE NAVIDAD, de Antonio Bustos

 

25 de diciembre. 

Noche que cae.

Navidad. Navidad.

El consumo brilla en la mesa,

cartera vacía. Espalda doblada.

La vida es un pozo,

y el supermercado, 

la polea que rueda y rueda.

Cada cubo, 8 horas de cansancio.

Trabajo. Trabajo. Más trabajo.

Cada cubo que sube

se pierde la vida.

Trabaja. Consume.

Consume y trabaja.

Aún así, 

el calendario promulga:

Hoy es Navidad.

 

 Relato: "Voy Papa Noel", de Antonio Bustos

 

Papá Noel aparcó su trineo en el tejado de Carlos. Siempre había regalos para un niño que, aunque mayor, siempre escribía su carta a Papá Noel. Así que, con el protocolo rutinario se deslizó por la chimenea. Tan sólo un instante después apareció en el salón de Carlos. Una elegante  sala de estar decorada con dos grandes muebles color caoba daban la cordial bienvenida con un vaso de leche y unas cuantas galletas oreo. En esos momentos de la noche ya tocaba un pequeño descanso así que cogió su tentempié y se sentó unos minutos para tomar aliento. Una vez terminado se levantó y colocó el vaso y el pequeño plato en la mesa para continuar su trabajo. A los pocos minutos, antes de que pudiera volver al trineo, sintió un fuego que se prendía en su estómago y de repente comenzó a sudar. Sin poder caminar tomó por asiento el rincón más cercano. Sentía minuto a minuto que su hora se acercaba. Cerró los ojos y rezó un padrenuestro. La muerte estaba en la habitación. Sólo faltaba que expirase. El tiempo era un cuentagotas. Un segundo, otro segundo. La incertidumbre. Ese odioso mostró se había instalado en su cabeza. Empezaba a sentir el triste sueño de la muerte. De repente. Una luz cegadora e increíblemente intensa gritó: "Voy Papá Noel". Era el arcángel San Rafael que cogiéndole de la mano lo subió al cielo.




TAREAS DEL TALLER 20-12-2021

 

NOCTURNO DE NAVIDAD, de Antonio Pérez

 

Suenan ecos de felicidad,

rondando las esquinas de la ciudad,

cándidas luces brillantes,

inundan en los hogares todos los estantes.

Canciones cálidas de verdad,

lucen por doquier en esta Navidad.

Será esta época del año,

en la que nadie va a hacerse daño.




TAREAS DEL TALLER 13-12-2021

 

RECORRIMOS EL SOL, de Antonio Pérez

 

Llegamos al arrecife del desierto,

saltando sobre dunas de azúcar,

para saborear, al filo del alba,

una deliciosa frase bien cocinada.

De postre una montaña de rubíes,

en tus mejillas esculpidas,

para alcanzar el cénit artístico,

recorriendo el Sol de puntillas.

 

EL PUENTE, de Antonio Bustos

La ciudad era fría. Estaba construida en el mismo polo norte. Allí la vida era infinitamente dura para el pelotón de soldados castigados y peor si cabe para los reclusos. Portar el título de preso allí era lo más parecido al infierno. Una vez pasabas el puente que daba entrada al complejo de trabajo tu esperanza de vida se reducía a una semana de infinito sufrimiento. Al llegar los soldados te quitaban la ropa para encender hogueras para calentarse. En ese acto te garantizaban la muerte por congelación. Momentos después, la brigada ya estaba formada: cien hombres sin futuro para arrancarle a las entrañas de la tierra carbón en el mejor de los casos. Si la mala suerte se quedaba a tu lado tu destino final era una mina de plutonio. En todo caso daba igual. La muerte tenía escasas diferencias. El cementerio era común para todos: los cadáveres, por motivos de salud general eran eliminados tirándolos desde el puente. Este era por donde empezaba y terminaba todo.



TAREAS DEL TALLER DE POESIA 29-11-2021

 

VAN A MORIRSE MUDOS, de Lourdes Ponce

 

Nunca antes se había cerrado 

la puerta con ese ímpetu de dios enfurecido.

Arrojado el libro de los muertos 

contra el muro de las lamentaciones,

ni siquiera se había mantenido 

la mariposa encerrada en su capullo.

Antes de ahora las casas tenían cerrojos 

que mantenían los piojos a raya,

crecía la hierba por encima del hombro 

y las miradas eran rectas como líneas horizontales.

 

Cuándo se modificó la tabla de Moisés 

no sabemos, tampoco importa.

Los testigos de Jehová dejaron de irrumpir 

en el cerebro de los necesitados,

las moscas dormitaban el sueño de los justos.

Cuándo se cansó la manzana de ser mordida,

el holocausto de estar en boca de la Historia,

no sabemos 

¿Quién contará que las ratas se manifiestan 

en contra del queso en las trampas? 

¿O que las manos no se utilizan para tocar 

el piano? 

¿Es que van a morirse mudos?

 

 VAN A MORIRSE MUDOS, de Antonio Bustos

                            I

 

Van, vienen, comen.

No dicen nada.

Duermen, trabajan.

Callan. Silenciosos enmudecen.

Nada que asuste a las estrellas

sale de ellos.

Paso tras paso,

minutos que mueren en el tiempo.

 

 

                         II

 

Sin ver el mar,

murió mudo.

Que en los infiernos calló,

alma triste de yugo.

Nunca, nunca, jamás

la orilla fresca surcó. 

En una temprana mañana

Con la luna por babor,

rompiendo a estribor las olas,

murió el niño soñador.

Con esa espina de pena

clavada en el corazón 

sufre dios mismo,

y llora el cielo 

lo que la vida arrancó.



TAREAS DEL TALLER DE POESIA 15-11-2021

Poema: No murió nadie, de Antonio Bustos

La muerte yace triste,
melancólica.
Su risa retorna desde lejos caminos.
Hoy nadie reclama el descanso eterno. 
Nadie se despide de este mundo.
El frío y el hielo duermen pacientes sobre las aceras.
Pero ¿donde? ¿Dónde la desesperanza y el sin sentido?
¿Nadie culmina el ataúd vacío?
¿Nadie? ¿Nadie ansia visitar la ciudad del olvido ?
Acaso ¿habrán hoy encontrado un destino mejor ?


TAREAS DEL TALLER DE POESIA 8-11-2021

Poema: Vuelve, vuelve, de Antonio Bustos

                            I

Las golondrinas cantan 
su dorado olvido.
Enamoradas de bellos corazones 
acariciaran las aguas sempiternas.

Allí me cruzaron tus ojos 
hastiados sin refugio,
buscando un cuerpo
entre las infinitas espinas.


Luchando por la vida
amamos al río desbordado 
de nuestros efímeros sueños.

Tantas caricias derrochadas,
tanto presente efímero,
tanto, tanto que con volar
fuimos pájaros. 
Tanto. 
Pesado equipaje
para almas tan desventuradas. 
Sucumbimos al cruel tormento 
de sernos ajenos
habiendo sido tan cercanos.


                        II

Cae, sólo cae, abre las venas
de esta reseca tierra.
Nunca cosechará los sueños
que anhela su orgulloso corazón. 

Pero arde, arde silencioso,
lágrima en el vacío. 
Lágrima de roja sangre.
de odio y celos
que destrozaban su alma.
Espinas, espinas que brotaron.
Brotaron y sólo le quedó
el dolor como compañía. 


TAREAS DEL TALLER DE POESIA 11-10-2021


Poema: No pude encontrarte, de Antonio Bustos

                           I

No pude encontrarte.
Cerré los ojos del alma.
No estabas allí.
Vivíamos desde la lejanía,  
pero tus ojos no se cruzaron  
lentamente con los míos.
Amor. Silencio. Luz.
Alma. Paz.
Oigo tu corazón
 a pesar del abismo.
Veo tus labios
 enamorado
de cada ocaso.
La lluvia llora tu ausencia 
y cada rayo de sol
 te reclama. 
Mas, el libre gorrión, 
sigue cantandos
obre la tenue rama 
del fresco abedul.

                              II

A un arroyo 
 
no pude encontrarte, 
las cadenas  sujetaban demasiado.
Falté al baile de tus recodos  
y no pude sembrar contigo
la luz que el amanecer exigía.
Ahora, tendido en la cama, 
susurro a las estrellas 
lo que se quedó en los labios  
para que no caiga 
al abismo del olvido.


Historia: El apagón, de Antonio Bustos

La luz se fue. Mala suerte tuvo el malabarista. De tres antorchas encendidas con las que estaba trabajando, Dos cayeron al suelo. La madera prendió rápidamente tal como si la hubiesen mojado de gasolina. La alfombra tampoco ayudó mucho a frenar el fuego. El incendio crecía por segundos. En un primer momento intentó apagarlo con el pie. Imposible. La segunda decisión fue apagarlo con agua. Demasiado tarde. El apartamento ardía tal como si fuera el mismo infierno. Allí, sin poder escapar, sintió que desde las tinieblas pedían su alma. Cuando ya se desmayaba y rezaba su última oración, sintió como alguien le tiraba con una fuerza colosal de su oreja. Era su madre que, con la destreza natural que sólo pueden desarrollar ellas, salvaba la vida de su hijo pequeño. Él, al ver su rostro, indignado hasta el infinito, evitaba salir del dormitorio. Era preferible morir dentro que sufrir el castigo maternal.



TAREAS DEL TALLER DE POESIA 12-7-2021


Día y noche deambulan, de Antonio Bustos

 

I
 
Los días mueren rápido.
Demasiado efímeros,
maldito tiempo que nunca cesa.
La noche oscura,
eternamente apagada
muerde la dulce sábana.
Muertos los sueños,
perversa inmortal  noria,
siempre rajando la carne,
siempre corriendo,
siempre muriendo.
 
II
 
Deambulan sin destino, 
día y noche,
en su callado paso eterno.
Como hermosas naranjas
del árbol divino.
Mandamiento es:
Saciarse de zumo
del divino vergel.
Que mañana sea
inalcanzable tal vez.

 



TAREAS DEL TALLER DE POESIA 5-7-2021

LA ORILLA DE LOS ESPEJOS, de Antonio Bustos
 
 
Miseria, sólo miserias.
 
Paseando insensibles
 
son los espejos de la  orilla.
 
Cuchillos de dolor infinito,
 
el grito mudo del infierno 
 
desgarra el alma eterna.
 
Los malditos reflejos sin piedad
 
muerden,
 
cortan,
 
asesinan como lobos furiosos.
 
Foto a foto,
 
lentamente. 
 
apuñalando durante el negro banquete,
 
deleitándose lentamente 
 
de la mastodóntica tortura.



TAREAS DEL TALLER DE POESIA 28-6-2021

 

TÚ, MUJER, de Lourdes Ponce

 

A brazas nadando en ese mar
de cristal que resbala y exuda
el vapor de tu aliento anaranjado.
 
A contracorriente, con los peces
observando el movimiento
de las aletas de tu nariz,
las piernas aperturando afluentes
de espuma rizada.
 
Tú, mujer de inusitada boca,
fosforescente mirada,
tibia languidez desmayada
acógeme en el interior
de tu cavidad marmórea.
Seré una veta más en tu pelo,
entregaré mis escamas al ocaso de tu frente.
No me olvides, mujer traviesa
que una noche apareciste callada y quieta
sobre el horizonte rojizo.
 
Tú, mujer, eres el futuro que me aguarda,
novedad hecha con polvo de perla blanca,
transparencia graciosa, sutil forma……

 

TÚ, MUJER, de Antonio Bustos

 

I
 
Mujer perdida,
muere olvidada.
Rompe sábanas de hombre cada mañana.
La muerte cercena,
el alba aprieta
y la sangre corre por la ventana.
El amor se fue,
esputo del alma.
Diez lágrimas secas 
yacen en la cama.
Y el ánima rota
de tanto mal usarla.

 

 

 

II
 
Ella, anegada de lágrimas,
grita su nombre sin voz
hasta el sin fin de los planetas.
La locura voluptuosa
te rompió
la tenue volátil tela
del leve existir.
Decía un cometa mudo
como caricia perdida
que soñó
dentro de sus labios.

 

TÚ, MUJER, de Antonio Pérez

 

Descubre el secreto del Sol,
amasa con tus manos el deseo supremo,
por encima de todos los principios,
y los caminos absurdos sin caminar.
Llena tu pecho de olor a rosas,
con delicados pétalos de ambrosía,
recolectada en el jardín de los dioses
cuando el hombre sólo era un niño.



TAREAS TALLER DE POESIA 21-6-2021

LOS VELOS DE LAS TINIEBLAS, de Lourdes Ponce 

Esa Luz que pasa por tu puerta 

ansiosa por darte los buenos días 

no es más que el producto 


de tu fantasía 

bien lo sabes 

los ojos no son los que miran 

el color desabrido por el que 

le dieron el primer premio 

a tu voz infantil y menuda 

es un producto de los señores 

de las tinieblas que nada tiene 

que ver contigo 

no malgastes los días arrojando 

piedras al río  

pues no hay piedra 

que pueda herir una superficie 

inexistente 

ni sumatorio que reduzca tu  

capacidad poética 

no hace falta añadir sal 

al agua del mar 

que te sostiene. 



Los velos de las tinieblas, de Antonio Bustos

 

I

 Las rameras expulsaban

Sus infinitos quejidos.

El ocaso las dejó sin sexo

Y la muerte les echo su lazo

Ahorcando las sin fin.

El infierno soltó las tinieblas.

El sol se apago.

La luna se quebró

Bañando el cielo

De su pestilente sangre.

Las tinieblas engullen

Iracundas y extasiadas

los gritos famélicos de amor.

Rameras y putas libidinosas caminan sin rumbo

Hasta la destrucción que no tiene fin.

Se apagan versos

Con el hastío de sus tumbas.

El sueño quema más

Que el mismo lucifer.

  II

 El amor susurraba por la ventana

Besos eternos de chocolate.

Una escelso brilló inundaba tu rostro.

Volviste más hermosa

Que nácar pulido.

Tus cabellos rubios

Como rayos de sol

Te acariciaban los tuyos

Ojos de diamante.

La brisa te admiraba.

A vos envidiaba

La luz de las parturientas estrellas

Y el mismo sol

Tornabase opaco de celos.

Bailando los planetas están

Celebrando tu divina presencia.

Tu, solo tu,

Eres la que da color a todo.



Los velos de las tinieblas, de Antonio Pérez

Surcan las ondas sónicas rosas,

cortando partituras etéreas invisibles,

escritas con lágrimas de violines antiguos,

   que nadie escuchó cantar jamás.

Como una cortina frente a la luna,

las notas musicales desfilan por el pentagrama,

provocando un tumulto musical indecente,

capaz de rasgar los velos de las tinieblas.


TAREAS TALLER DE POESIA 14-6-2021

 
NO DIGAS QUE SON POCO LAS PALABRAS, de Antonio Bustos

 
El infierno llegó para quedarse.
El frío y la muerte rompieron
Las cadenas del cielo. 
Somos ya cadáveres errantes ?
Aquí,
Solo arden las palabras.
Frío, frío, solo frío.
Hielo que corroe
Perdiendo
El último poema.
Se ha de lograr ante todo 
El amor efímero de dos palabras,
Sumando,
Igual que mariposas,
la reacción espontánea
De sus significados etéreos.

 

NO DIGAS QUE SON POCO LAS PALABRAS, de Antonio Pérez

Sin nada que completar,

opinas lo mucho que llena un palabra

en el momento justo

y la compañía adecuada.

Rompiendo barreras invisibles,

sólo flanqueadas en espíritu

siguiendo las indicaciones de un loco

que habla para no volverse cuerdo.


ODA: LA PERCHA, de Antonio Bustos  23-5-2021

 

Suspendida del armario

Oh, tu!!  Rompiendo la madrugada.

Labios arqueados, risueños e impávidos

Soportando en la mañana

La nueva camisa blanca.

Uniforme de batalla

Sincero donde los haya.

Que engrandeces el servicio

Con sudor en la mañana.

 

Mi querida vieja percha:

Servicio impagable regalas

Velando toda la noche

Con la camisa colgada.


TAREAS DEL TALLER DE POESIA    31-5-2021



CONFLICTO DE LUZ Y VIENTO, de Lourdes Ponce Álvarez    31-5-2021

 

En el hueco que forma la silueta 


de tu boca al besar 


se eleva un soplo de viento 

 

hacia tus ojos y no te deja mirar. 



 
CONFLICTO DE LUZ Y VIENTO, de Antonio Pérez Vázquez   31-5-2021

 
Luce en una ostra oscura,
plantada en un fondo marino artificial,
rocoso en exceso desmedido
a merced de vientos elíseos irreverentes.
La escalada agresiva no tiene fin,
siempre elevando frentes opuestos,
a un paraíso bélico inútil,
para
 conseguir una sonrisa sincera tuya.



A TRAVÉS DE LA TEMPESTAD VOY, de Antonio Pérez Vázquez         23-5-2021


Luchando cual titán inverosímil,


trepando por montañas de terciopelo,


manchadas por gotas celestiales,


siempre lúcidas en la pelea.


Trocando los puntos cardinales, 


en una ruleta mágica de los elementos,


se torna en ojo del huracán pacificador,


la tempestad que nos arrastra a todos.





IRÓNICO DESAFÍO, de Laura López García        20-5-2021

 

Decir lo que dice el río,

larga palabra semejante a labios,

larga palabra que no acaba nunca.

                          Octavio Paz

 

 

¿Nace el agua de frotar dos palabras húmedas

 por las lágrimas de los que algún día treparon por el insulto,

para embravecer un océano de justicia sumida en la derrota?

¿Es el pelícano el pico de aquel jornalero que, cavando su propia tumba y labrando un 

 

poema con esos dedos de tierra y sal,


¡oh saco gular!


almacena escamas para vestir las pieles


con una armadura de palabra?


Vencer es un instante,


también un camino que forja la cerradura,


una explosión de partidas donde un pececillo de plata,


insecto de traza apolínea, devora la cola de encuadernar


libros, deshaciendo. en el movimiento,


un árbol de hojas con la sombra del caballo de Troya


abriéndose a la luz.


Y no es irónico desafío, es la realidad del cíclope,


aquel que por su ojo desintegra esperanzas


y cuencos vacías, hambre y sed


de una página en blanco, de unas palabras


que puedas construir un cuerpo de gigantes


y un David de alcance, con su honda,


un magnífico sueño.

 

 


ELEGÍA, CASTIGADO SIN BOCADILLO EN EL RECREO, de Antonio Bustos       13-5-2021.

 

Ohh!! Desdichado chiquillo!!!

Que de nuestro sufrimiento ríes

Aún a pesar del doliente castigo

Que cargan tus huesos.

Que apestados de burlas sin fin

Nos encarcelas.

Maleducado sin hartura

Ya no te muda nada.

Colmadas están nuestras paciencias.

Secas de corregirte tus belicosas formas.

Más, aún así, eternamente

Nos mantienes clavado bajo tu tedio.



SÓLO QUIERO MILAGROS, de Lourdes Ponce    26-4-2021


Un rayo de luna quebró el sentido

cruzó la amapola el cielo sereno

manchado de las escamas de todos los peces

que dormitados, allí moraban.


El más grande de ellos

rayado por gruesas líneas verdes

fue a parar junto a la luna

que, ensimismada en otra cosa

se lo comió.


El milagro se produjo cuando 

en las cavidades de los ojos de 

aquella luna soñadora

salió una pecera rectangular

de la que brotaban colores fulgurantes


sobre el más intenso de todos

bailaba aquel pez de gruesas líneas verdes

dejando escamas en el cielo sereno

que cruzó la amapola silenciosa.



NO ME HABLES DEL CIELO, de Antonio Pérez Vázquez

 

De espaldas al mundo que me mira,

repaso cada estrofa vital del hormiguero,

profundizo en las entrañas del arco iris,

has llegar al fondo del caldero mágico.

Encontré lo que no buscaba justo ante el espejo,

en las antípodas del cielo,

cantando las bondades de la indiferencia,

ante el inexorable paso de las nubes. 



HOY, de Laura López García


Hoy me dejé las manos olvidadas en un rincón,

la voz dormida sobre ausentes palabras,

duele la garganta por los gritos que no pude

sobre auqellos surcos de tierra con gusto a jornalero amable.

Un sueño hizo el resto, me abrió un ojo bajo el sol,

construyó la nada.


Quiero para caminar, esas manos y esa voz.

¿No ves que las piedras y el eco me llaman?

Quita de mi sombra, mi niño, este mar que me engaña.

Al comienzo, eran llamas,

hoy eres tú, soy yo, un diente de nácar.


Bajo el resplandor es bello verlo caer,

y aunque lo levantara en un espejismo de carne,

seguirá en estas calles, en estas madrugadas.

¡Ah! El dolor alcanza el borde, partido en dos, en tu casa.

El mundo ya no es un lugar transitable,

no encontré el tren hacia otras vidas,

mi billete de ida lo cambié por la siesta de los ojo de nadie

¡qué viveza saltar en el libre latido del estruendo de la sangre!


Pero hoy quiero subirme al caballo de los vientos,

soltar estas riendas que aprisionan mis palabras.

Si atravieso las nubes no han de ser, por altas, más amargas,

es el cielo de mi boca el que sumido, me atrapa.



Comentarios

  1. Me encanta con que sutileza relata su estado de querer libertad ... gracias Laura por hacerlo posible en este precioso poema. Gracias por compartir. 💋

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    1. Gracias Dora por tus palabras, la poesía es grupal, gracias a los compañeros, el ejercicio de hacer, los maestros... sin otros no es posible. Un beso

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