LOS CIELOS SON IGUALES, de Pedro Salinas


Los cielos son iguales.

Azules, grises, negros,

se repiten encima

del naranjo o la piedra:

nos acerca mirarlos.

Las estrellas suprimen,

de lejanas que son,

las distancias del mundo.

Si queremos juntarnos,

nunca mires delante:

todo lleno de abismos,

de fechas y de leguas.

Déjate bien flotar

sobre el mar o la hierba,

inmóvil, cara al cielo.

Te sentirás hundir

despacio, hacia lo alto,

en la vida del aire.

Y nos encontraremos

sobre las diferencias

invencibles, arenas,

rocas, años, ya solos,

nadadores celestes,

náufragos de los cielos.

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