LA PRIMERA CALLE A LA DERECHA, de Robert Desnos


Tú tomas la primera calle a la derecha

sigues el muelle

pasas el puente

golpeas la puerta de la casa.

El sol brilla

el río corre

en una ventana se estremece un tiesto de geranios

Un vehículo pasa por la otra orilla

te vuelves sobre el alegre paisaje

sin advertir que la puerta se ha abierto detrás de ti

la huésped está en el umbral

la casa está llena de sombras.

Pero sobre la mesa se advierte el reflejo

el reflejo del día sobre una fruta o una botella

sobre un plato de loza o sobre un mueble

y quedas allí sobre el umbral entre

el mundo lleno de semejantes a ti mismo

y tu soledad zumbadora

del mundo entero.

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