DONDE TODO TERMINA, de Raúl González Tuñón


                                                        

                                                        a Alberto Sánchez

                                                        (pintor y escultor)

Donde el carbón se junta con la sangre

y la ametralladora bailarina

lanza sus abanicos de metralla.

Donde todo termina.

Ya vienen las mujeres con sus hijos

de la mano, en los brazos y en el vientre.

Dentro del gran bostezo de la mina

crece un grisú de soledad ardiente.

Donde todo termina.

Apuntad bien, que sobre el barro caigan

donde el terror se junta con la sangre.

Ya están ahí los mercenarios.

Donde todo termina.

Su sangre no es abono.

Por el río que arrastra el grano oscuro

corre la sangre favorable

de obreros fusilados contra el muro.

Donde todo termina.

¡Cómo se pasa del carbón al plomo!

¡Cómo se pasa del esclavo al hombre!

Somos miles de muertos favorables.

Donde todo termina.

Incorporaos sobre nuestra muerte

y en su arsenal de polvo

fundid las nuevas armas.

Donde todo termina.

Donde el carbón se junta con la sangre

pronto desbordará los horizontes

el ejército muerto que dirige

un mariscal de hueso y de ceniza.

Donde todo termina.

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