LA SOLEDAD Escena I, de Rafael Alberti




Vendrá.

Vendrá.

Lo ha escrito.

La semana que viene.

Mientras, blanqueo la casa,

arreglo la cocina,

termino de pintar el techo de la alcoba.

Ahora

tengo una nueva cama,

dos sillas de nogal,

una cómoda, un buen palanganero,

una mesa que no se tambalea…

somos dos solamente… ¿Qué más puedo querer?

Afuera,

en mitad del jardín,

engordan los tomates…

Hay acelgas, lechugas,

rábanos, zanahorias…

Las patatas,

reventando en la tierra,

sólo están esperando su llegada.

Las ramas del durazno se doblan… El ciruelo

no puede aguantar más… Cuando los miro,

parece que me dicen: “No nos toques. Ya viene.”

Tengo un gallo cantor

y hasta siete gallinas ponedoras…

Todo está preparado.

Vendrá. Pienso que el martes…

si no, a lo más tardar,

la mañana del miércoles…

o quizás en la noche… Sí, mejor… ¡En la noche!

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