SOY EL FUGITIVO de Germán Pardo García



Cada vez pareciéndome
más y más a mí mismo.
Al ignorado, al hondo,
al que jamás es visto.

Al que se curvo en sombras
cuando aparezco y brillo.
Al que tiende las manos
pero esconde el espíritu.

Al que en solares climas atúrdese de frío.
Al que jamás me escucha
cuando mi nombre digo.

Al que se escapa rápido
cuando me necesito,
hacia unas claridades
de inmensos laberintos.

Al que no está a mi lado
si padezco cautivo.
Al que tiene memoria
cuando busco el olvido.

Al que robó estas llamas
en que me incendio vivo.
Al que camina siempre
sin rumbos conocidos.

Cuando sembré jardines
me cultivó un espino
y desabridas varas
de emponzoñado trigo.

Gemelos implacables.
Celestes enemigos.
La luz y la penumbra.
La víbora y el nido.

Y ha llegado esta noche
a enfrentarse conmigo,
y está junto a mi puerta
contemplándome fijo.

Y al verme en este espejo
de claroscuros lívidos,
con todas mis pobrezas
y todos mis instintos;

al verme doloroso
tornar de mis abismos,
mi identidad me espanta.

¡Soy el fugitivo!

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