Bajo este vendaval de impiedad y de infamia.
Que anega el corazón y ciega hasta dolernos.
Sobre el cuerpo aterido de tanto despojado.
En situación de calle en situación de abismo.
De tanto despreciado de tanto depredado.
De tanto despedido por la crueldad impune.
Del poder de poderes del poder de la fuerza.
Del oro que nos hiela bajo todas sus formas.
Todavía tenemos al sol dando una mano.
El sol poncho de pobres en la miseria injusta.
Inmerecida sobre un país desolado.
Asolado por deudas de eficacia siniestra.
Todavía nos queda el roce tibio hermano.
De su abrazo en los hombros buscando devolvernos.
El calor que nos forje buscando despertarnos.
Que anega el corazón y ciega hasta dolernos.
Sobre el cuerpo aterido de tanto despojado.
En situación de calle en situación de abismo.
De tanto despreciado de tanto depredado.
De tanto despedido por la crueldad impune.
Del poder de poderes del poder de la fuerza.
Del oro que nos hiela bajo todas sus formas.
Todavía tenemos al sol dando una mano.
El sol poncho de pobres en la miseria injusta.
Inmerecida sobre un país desolado.
Asolado por deudas de eficacia siniestra.
Todavía nos queda el roce tibio hermano.
De su abrazo en los hombros buscando devolvernos.
El calor que nos forje buscando despertarnos.

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