Una vez, siendo aún estudiante, le regalé a madre
para su santo un álbum de pinturas de Brueghel (padre)
y una semana después me lo llevé alegando necesitarlo
para mi “trabajo” (ella se rio de mí).
Pero ahora la modernidad se adentra
incluso en los cementerios, cerca de su tumba
pusieron una máquina de velas, de verdad,
una columna de metal de donde salen velas,
basta con echar dos o tres óbolos.
Volvió a ser por San Luis, vine a esta ciudad,
pero la ciudad ya no estaba, sólo un bosque tropical de
recuerdos
y la infancia me habló directamente, todas las calles
hablaban, cantaban, o también incluso gritaban, sí,
gritaban explicando lo que había ocurrido y lo que ya
no estaba, y también sobre los que yo llegué a conocer.
No estaba seguro de cómo rezar por los muertos
en ese bullicio, en medio del grito de la memoria.
Puse una maceta con pequeños crisantemos en la losa
y tan sólo a la vuelta entendí que aquello era
precisamente la plegaria, ese momento de incertidumbre.
Entonces también pensé que no había cogido ni pluma
ni lápiz, no tenía con qué escribir lo que había pasado,
por suerte me salvó una cajera
de la estación de servicio, me dio
de regalo un bolígrafo amarillo usado
y una hoja DIN-A4 sin usar.
Empecé a anotar rápido y cuando garabateé
unas frases torpes aparecieron de la nada mis colegas,
apareció Charlie Williams y también Tomaz Salamun,
percibí que seguro que a Tomaz le habría gustado
la idea del bolígrafo en la estación de servicio.
Le aclaré con sinceridad: “Pero pasó así, en serio”,
y oí como respuesta: “¿En serio,
qué quiere decir en serio?” (lo dijeron los dos, a la vez, riéndose, aunque yo sé que antes
sus estéticas eran radicalmente diferentes).
Y no cambió nada, no cambió nada;
cuando llegué a Cracovia ya era de noche,
finales de agosto, pero aún hacía calor,
el verano recordaba su juventud, incluso la noche
era cálida y elástica, nada había cambiado,
en las cuevas crecían los lentos ejércitos de estalactitas
y tartamudeaban los satélites que espiaban la tierra,
y no había cambiado nada, nada.
Comentarios
Publicar un comentario