LA HORA DEL SACRIFICIO, de Edith Södergran





Escucha, el reloj suena.
Es la hora del sacrificio.
El reloj está sonando.
¿Qué puedes tú sacrificar aún?
Ya has estado tendida en el altar
desde hace muchos años.
Estar uno mismo sobre el are de los sacrificios
no es un tormento.
¿Qué vas a sacrificar aún?
Tú amas todavía, amas todavía,
no digas más.
Abandonaste el mundo entero,
aprendiste a caminar por caminos celestiales.
En tu mano la rosa está muerta,
el viento no roza
tus mejillas.
¿Qué vas a sacrificar aún?
Cuando llegue la hora
responderás a esta pregunta:
entonces escogerás
con la vida y la muerte como testigos.

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