Romperá la tarde mi voz,
hasta el eco de ayer.
Voy quedándome sólo al final,
muerto de sed, harto de andar
pero sigo creciendo en el sol, vivo.
Era el tiempo viejo la flor,
la madera frutal,
luego el hacha se puso a golpear,
verse caer, sólo rodar,
pero el árbol reverdecerá,nuevo.
Al quemarse en el cielo la luz del día, me voy,
con el cuero asombrado me iré,
ronco al gritar que volveré,
repartido en el aire al cantar,siempre.
hasta el eco de ayer.
Voy quedándome sólo al final,
muerto de sed, harto de andar
pero sigo creciendo en el sol, vivo.
Era el tiempo viejo la flor,
la madera frutal,
luego el hacha se puso a golpear,
verse caer, sólo rodar,
pero el árbol reverdecerá,nuevo.
Al quemarse en el cielo la luz del día, me voy,
con el cuero asombrado me iré,
ronco al gritar que volveré,
repartido en el aire al cantar,siempre.
Mi razón no pide piedad,
se dispone a partir.
No le temo a la muerte ritual,
sólo dormir, verme borrar,
una historia me recordará,vivo.
Veo el campo, el fruto y la miel,
y éstas ganas de amar,
no me puede el olvido vencer,
hoy como ayer, siempre llegar,
en el hijo se puede volver,nuevo.
Al quemarse en el cielo la luz del día, me voy,
con el cuero asombrado me iré,
ronco al gritar que volveré,
repartido en el aire al cantar,siempre.
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