La voz se corta en el trémulo viento
y en sus árboles ocultos tú respiras
¡Es rubia cada página de tu sueño
y según mueves tus dedos un incendio se esparce
Dentro de mí con vestigios tomados del sol!
Y propicio sopla el mundo de las imágenes
Y el mañana exhibe totalmente desnudo
su pecho marcado por la inmutable estrella
Que anochece la mirada como cuando va a agotar un firmamento
Oh no florezcas más en los párpados
Oh no remuevas más en las matas del sueño
Sabes qué suplica en los dedos el aceite enciende
que guarda los portales del alba
Qué fresca revelación susurra en la espera
el recuerdo convertido en hierba
Allí donde tiene esperanza el mundo
¡Allí donde el hombre no quiere sino ser hombre
¡En soledad y sin ningún Destino!
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