25 DE DICIEMBRE, DOCE DEL MEDIODÍA, de Miguel Óscar Menassa






Estamos solos.

Acuñemos frases que nos hagan creer que se trata de una enfermedad. Digamos que en otra sociedad, con otros hombres, estaremos menos solos. Inventemos cuentos para nuestros hijos, donde soldados del amor hacen la guerra por la paz.

INVITEMOS A NUESTRAS MUJERES AL BANQUETE

Cometamos el único error que no se puede cometer entre hermanos. ¡Adelante! con la historia de que el hombre siempre puede más.

Hagamos un paréntesis, el hombre necesita reposo.

Sé que en otros territorios, fuera de la familia, me esperan los halagos de la comprensión. Sé que mi cuerpo sería amado por diosas y princesas. Sé que nadie dudaría de mi maldad.

Y SIN EMBARGO ME QUEDO CON NOSOTROS

elijo nuestra miserable costumbre del pan y la palabra.
elijo la cárcel donde mi cuerpo morirá cuando nadie pronuncie mi nombre.
elijo datos la vida, me quedo con ustedes, pronuncio vuestros nombres.

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