POLLERA DE NOCHE, de Miguel Óscar Menassa








Es la calle angosta
perdiéndose dos cuadras adelante
entre el árbol inexplicablemente verde
y unas casas bajas nunca bien dispuestas.

Y tú por la calle,
caminando hacia el infierno de humo
de este bar
donde yo espero,

rubia desde antes
impúdica desde antes
te ocultas
corres
pero nunca llegas.

Otras mujeres hablan y fuman
mi cansancio
metidas infieles
en sus ropas estrechas de canto.

Nuevas,
infecundas mariposas de septiembre
me esperan
en algún lugar oculto del invierno
y me tocan el alma.

Comentarios