UNA INJUSTA MANO LO HA CONSTRUIDO, de Fadwa Tuqan

 



Una injusta mano lo ha construido

y permanece de su tamaño

como una eterna miseria.

He visto sus melancólicos muros,

desgastados y deteriorados por las largas centurias, gritando:

¡Tú me quitas la luz y la libertad,

pero no podrás extinguir en mi corazón

la chispa de la esperanza!


Maldito, existirás para sofocar cada sueño

que se regenera en la medida que se alimenta.

Mi corazón nunca dejará de soñar

incluso si esta celda se cerrara para siempre.


Si mil cadenas me atan

tantas fantásticas alas me harán volar.

Maldeciré a cada persona y las de tu futuro por el tiempo que pueda.

Porque no me doblegará, nunca seré silenciado

delante de la furia.


Nunca dejaré de ser libre.

Voy a cantar los deseos de mi espíritu,

incluso si vas a aplastarme con cadenas.

Mi canción manará a raudales desde el fondo.


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