POESÍA "ADIÓS PUES" DE MIGUEL OSCAR MENASSA
Adiós, pues el poeta ha de seguir viajando.
y si mi amor os desgarra al romperse,
ese es el sonido, fuerte, de la libertad,
ruido de cadenas haciéndose pedazos.
Adiós, pues ya he estado aquí, en mi sitio.
Y os entregué mi amor, mi cuerpo hecho pedazos,
la voz clarividente de mis versos
y esa mirada mía, abierta al universo.
Adiós, pues el poeta ha de seguir viajando
y como alguien me ha amado en este pueblo
y como alguien, seguramente, alguno me ha mirado,
no lo pienso más, antes de irme,
antes de comenzar la nueva travesía,
toco esos labios, beso esa soledad.
AGRADECIMIENTO
Luces que agonizan en el anochecer de la vida.
Alegres canciones despiden el alma
el trabajo bien hecho una vida para otros
la espectacular obra hecha hombre
Abandonarse a la escritura, al arte, al psicoanálisis….
No hay mayor logro que haber sido de todo para todos.
Gracias maestro por hacernos llegar las herramientas para una vida mejor!
Dora Robledo
EL MAESTRO
A Miguel Óscar Menassa
Y escribiste tu nombre,
asido como estabas a otros nombres:
de poetas, pintores, mujeres, ciudades...
Y volcaste inquietudes rojas, azules, verdes,
amarillas, sobre un lienzo vivo.
Y muchos te oyeron cantar versos.
Contabas con enamorarte cada día,
creímos en la fuerza del tango.
Y supimos la diferencia entre la
mujer y yo, entre el hombre y yo.
Maestro carnavalero, ahora que me reconozco más humana,
he de sobreponerme a la edad,
he de acompañar a tus hijos,
y leer, sobre todo leer la nomenclatura
de los símbolos amorosos que tejiste para mí.
Lourdes Ponce
EN EL CAMINO DE LA VIDA
A Miguel Óscar Menassa, por siempre.
Un faro en el horizonte,
una melodía agradable que llega desde la distancia,
el agua fresca en la cara por la mañana,
palabras sabias en el momento necesario.
Ese fue Miguel para muchos de nosotros,
el reflejo perfecto de un espejo imperfecto,
viento en las velas de un navío viajero,
el recuerdo inmortal de la genialidad hecha carne.
Antonio Pérez
Al maestro Miguel Óscar Menassa
Hoy, lloro a versos
como el mar que fue danzando en la cubierta de tu barco alado, en tu verdadero viaje, poeta, maestro, creador, inagotable de vida, amor y ciencia.
"El cielo llora sobre la ciudad" se enredó en este día al percibir tonos verdes sobre el ocre donde cayeron copos como lágrimas en el latir de tu nombre.
Freud y Lacan hablados 1 fue mi primer libro, mi primera vez en este tango poeta, en este latir de ciencia constante
a golpe de vida, con los tropiezos y las elevaciones.
Caminar con "los pies a la altura de los pies", decías.
Siempre estaba tu mano amable, tus palabras.
Me pensabas y me ayudabas a seguir a pesar de todo.
Un día me dijiste que te hice feliz y yo giré y giré sobre las noches inciertas.
Te acordabas de mí, me decías, cuando te llamaba y tú voz inundaba mi consulta.
Cuántas veces fue posible mi vivir....
conocerte, escucharte, leerte, fue un regalo,
un privilegio en este ser mortal y sigue siéndolo.
En la mañana, la luz inundaba tu cuerpo cerrado,
qué jardín interior el de tu rostro,
el de las personas que te aman y aún las que algún día lo harán.
Cuando conocí de ti yo era malecón y muralla, una vida sin rumbo, deshilachada en ideología sin parto, atada de sombras.
Me impresionó tu talante, el brillar de tu deseo, la fuerza de tus versos, tu saber, genio generoso que batallaba a través de ti y de los soldados de la palabra que te acompañaban, tus poetas y psicoanalistas despiertos, en acción.
Tus palabras abrían, certeras, tantos pasos...
Eras un padre diligente y justo
que sabías pensarnos, eras alimento en tierras áridas y seguirás siéndolo por siglos.
Maestro creador de todo lo posible irrigabas alegría a todos los que te conocimos
qué risa socarrona, qué guiños feroces al vivir, a la jugada fuerte, al mazo ganador siempre.
Qué trabajador infatigable!
Psicoanálisis y Poesía
!qué significante en el enroque de la vida y la muerte!
Jamás conocí a nadie que llevara la dicha a manos llenas, que curtiera las alforjas de tanta humanidad.
Creador indispensable en este mundo,
me enseñaste a amar, a prender el porvenir con la alegría del trabajo, a escribir mis primeros versos, a balbucear en la valentía de entregarse, a hablar en la magnitud de tu legado.
Gracias, infinitas gracias, por hacerme vivir por primera vez y llenar de sentido una vida.
D.E.P siempre vivo,
magnífico,
en la plenitud,
en el continuar tu legado,
compartir tus enseñanzas.
Gracias
Laura López
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