En noches de tormenta
especialmente
cuando afuera
el vendaval ruge
y del pelágico furioso
a la espantosa voz
los cielos responden y
sacuden todo.
Del alfarrábio que esta alma
ávida sondea
Buscando, agotada de tanto estudio
veo ante mí, a través de la
habitación silenciosa,
pasar lentmente,
en una vuelta lenta.
De ahí al cambio de luz
(Cualquier cosa que el viento
se desvanezca o el viento
cobre vida,
En largas sombras y
Esplendor del sol),
Fantasmas silenciosos de
otra época. La sugerencia de
la noche vivida. Dioses
demonios, monstruos,
reyes y hombres.
Comentarios
Publicar un comentario