HOMBRE CON VASO DE VINO, de Rubén Vela





Soy el bello animal enjaulado en mis huesos.
En marfiles magníficos que celosamente me custodian.
Son mi habitación privada
donde viven mezclados
los días del futuro y pequeñas
humedades de infancia;
la memoria de algo que pasó
y volverá a repetirse:
el nombre de mi muerte.
Allí acumulo mi sed y mi alegría,
mis fatigas y asombros,
mis ropajes usados,
lenguajes como fiebres incurables
y el maravilloso amor.
Esa jaula
es mi pasaporte humano,
necesario.
Mi vestidura secreta,
mi desnudez total,
desconocida.
 

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