EL DIABLO Y YO NOS ENTENDEMOS, de Jaime Sabines




El diablo y yo nos entendemos,

como dos viejos amigos.

A veces se hace mi sombra,

va a todas partes conmigo.

Se me trepa a la nariz

y me la muerde

y la quiebra con sus dientes finos.

Cuando estoy en la ventana

me dice ¡brinca!

detrás del oído.

Aquí en la cama se acuesta

a mis pies como un niño

y me ilumina el insomnio

con luces de artificio.

Nunca se está quieto.

Anda como un maldito,

como un loco, adivinando

cosas que no me digo.

Quien sabe qué gotas pone

en mis ojos, que me miro

a veces cara de diablo

cuando estoy distraído.

De vez en cuando me toma

los dedos mientras escribo.

Es raro y simple. Parece

a veces arrepentido.

El pobre no sabe nada

de sí mismo.

Cuando soy santo me pongo

a murmurarle al oído

y lo mareo y me desquito.

Pero después de todo

somos amigos

y tiene una ternura como un membrillo

y se siente solo el pobrecito.

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