Me duele el alma más aún que el cuerpo
me decía un leproso enamorado;
me duele allí, allí en el costado
del mar donde mi amor habita.
Me duele la distancia, es infinita
para mí ya sin piernas desahuciado
me duele más su pena que mis costras
me duele más la suya que mi cortada mano.
Comentarios
Publicar un comentario