EN EL PARAÍSO, de Vladimir Nabokov




Más allá de la distante muerte, alma mía,

veo tu imagen así:

un naturalista provincial,

excéntrico perdido en el paraíso.


Ahí, en un claro, dormita un ángel salvaje,

criatura más o menos pavonada.

Tantéalo curiosamente

con tu paraguas verde,


especulando cómo, en primer lugar,

escribirás un ensayo sobre él,

después… ¡Pero no hay revistas eruditas,

y en el paraíso lectores no hay!


Y ahí estás tú, sin creerte aún

tu callada aflicción.

Sobre ese soñoliento animal azul

¿a quién le contarás, a quién?


¿Dónde está el mundo y las rosas clasificadas,

el museo y las aves disecadas?

Y tú miras y miras a través de tus lágrimas

esas alas innombrables. –— Berlín, 1927


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