POEMA DE LAS COMPENSACIONES, de Juan-Jacobo Bajarlía




 Vino desde el otro lado de las sombras
         y trajo la luz y las palabras
         el horizonte que enumeraba las estrellas
         y las rutas que caían al abismo.

Vino desde las tierras que habitó el exilio
cubierto de semáforos
y de hilos enredados a su voz
         que volaban en la noche
         bajo los árboles que mordían el alba.

Pidió pan y le ofrecieron las tinieblas
         agua y le dieron el acíbar.
Pidió una mano y le trajeron un deseo
         el fervor y le trajeron una mueca
         que brillaba en la oscuridad
         y cabalgaba en los ojos.
Vino desde el otro lado de las sombras
          que habitaron el exilio.
Pidió el amanecer y le trajeron la sangre.

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