VOCES, de Antonio Porchia




SITUADO en alguna nebulosa lejana hago lo que hago, para que el universal equilibrio de que soy parte no pierda el equilibrio.
-Quien ha visto vaciarse todo, casi sabe de qué se llena todo. -Antes de recorrer mi camino yo era mi camino.
-Mi primer mundo lo hallé todo en mi escaso pan.
-Mi padre, al irse, regaló medio siglo a mi niñez.
-Las pequeñeces son lo eterno, y lo demás, todo lo demás, lo breve, lo muy breve.
-Sin esa tonta vanidad que es el mostrarnos y que es de todos y de todo, no veríamos nada y no existiría nada.
-La verdad tiene muy pocos amigos y los muy pocos amigos que tiene son suicidas.
-Trátame como debes tratarme, no como merezco ser tratado. -El hombre no va a ninguna parte. Todo viene al hombre, como el mañana.
-Quien me tiene de un hilo no es fuerte; lo fuerte es el hilo. -Un poco de ingenuidad nunca se aparta de mí. y es ella la que me protege.
-Se me abre una puerta, entro y me hallo con cien puertas cerradas.
 -Mi pobreza no es total; falto yo.
 -Si no levantas los ojos, creerás que eres el punto más alto.
 -No hallé como quien ser, en ninguno. Y me quedé, así: como ninguno.
-El mal de no creer es creer un poco.
-Sé que no tienes nada. Por ello te pido todo. Para que tengas todo.
-Vengo de morirme, no de haber nacido. De haber nacido me voy.
-Dios mío, casi no he creído nunca en ti, pero siempre te he amado.
-Si yo fuese como una roca y no como una nube, mi pensar, que es como el viento, me abandonaría.
 -Quien perdona todo ha debido perdonarse todo.
-Me hicieron de cien años algunos minutos que se quedaron conmigo, no cien años.
-Se vive con la esperanza de llegar a ser un recuerdo. 
-Casi no he tocado el barro y soy de barro.
-Creo que son los males del alma, el ama. Porque el alma que se cura de sus males, muere.
-El hombre habla de todo y habla de todo como si el  conocimiento de todo estuviese todo en él.
-Una cosa sana no respira.
-Mucho de lo que he dejado de hacer en mí, sigue haciéndose en mí, solo.
-Sí, están equivocados, porque no saben. y si supieran... Nada. Ni estarían equivocados.
-Todo es como los ríos, obra de las pendientes.
-El universo no constituye un orden total. Falta la adhesión del hombre.
-Creo que nos habitamos unos a otro, pero no habitados. Porque no podríamos habitarnos unos a otros, habitados. -Durmiendo sueño lo que despierto sueño. y mi soñar es continuo.
-Las alturas guían, pero en las alturas.
-Han dejado de engañarte, no de quererte. y te parece que han dejado de quererte.
-A veces estoy como en un infierno y no me lamento. No encuentro de qué lamentarme.
-Un rayo de luz borró tu nombre. No sé más quién eres. -Cuando me conformo con nada es cuando me conformo de todo.
-Mis ojos, por haber sido puentes, son abismos.
-Y sin ese repetirse eternamente de todo, de sí mismo a sí mismo, a cada instante, todo duraría un instante. Hasta la misma eternidad duraría un instante.
-El hombre, cuando es solamente lo que parece ser el hombre, casi no es nada.
- Sí, es entrando en todo como voy saliendo de todo.
-Hallarás la distancia que te separa de ellos, uniéndote a ellos. ?
-Cien hombres, juntos, son la centésima parte de un hombre.
-Y si no puedo decirte nada sin lo que yo me digo; lo que yo te digo, ¿es lo que yo te digo o es lo que yo me digo?
-Quería estar en algo para no estar en todo.
-Cuando lo superficial me cansa, me cansa tanto, que para descansar necesito un abismo.
-El mal no lo hacen todos, pero acusa a todos.
-Lo pagado con nuestra vida nunca es caro.
-Te ayudaré a venir si vienes ya no venir si no vienes.
-Quien no llena su mundo de fantasmas, se queda solo.
-A veces hallo tan grande a la miseria que temo necesitar de ella.
-Tú crees que me matas. Yo creo que te suicidas.
-El lamentarme todos y de todo, creciendo, ha llegado a ser el lamentarme de mí mismo a mí mismo. y crece toda-vía.
-Porque eres lo mejor, en este mundo, crees que eres lo mejor para este mundo. Nuestras creencias, ¡Cómo nos engañan!
-Lo lejano, lo muy lejano, lo más lejano, sólo lo hallé en mi sangre.
-Sí, esto está mal. Pero estuvo bien. y ahora no comprendo cómo pudo estar bien. y ahora no comprendo cómo puede estar mal.
-El misterio apacigua mis ojos, no los ciega.
-Y si llegaras a hombre, ¿a qué más podrías llegar?
-Cuando tu dol9r es un poco mayor que mi dolor, me siento un poco cruel.
-Quien dice la verdad, casi no dice nada.
-Una cosa, hasta no ser toda, es ruido, y toda, es silencio.
 -Si yo hubiera creído que lo otro era lo mismo, mi vida no habría tenido ninguna extensión.
-El lodo, apartándolo del lodo, no es más lodo.
-Los no vacíos, puntos de apoyo de los vacíos, no tienen puntos de apoyo y vagan... en los vacíos.
-Desde hace mil años me pregunto: ¿qué haré ahora? y aún no necesito responderme.
-Nada es solamente nada. Es también nuestra cárcel. -Éramos yo y el mar. y el mar estaba solo y solo yo. Uno de los dos faltaba.
-Cuando me encuentro con alguna idea que no es de este mundo, siento como si se ensanchara este mundo.
-Mi pesadez viene de los precipicios.
-La tierra tiene lo que tú levantas de la tierra. Nada más tiene.
-Habla con su propia palabra sólo la herida.
-Entra una nueva pena y las viejas penas de la casa la reciben calladas, no muertas.
-El hombre lo juzga todo desde el minuto presente, sin comprender que sólo juzga un minuto: el minuto presente. 
-Sí, trataré de ser. Porque creo que es orgullo no ser. 
-Lo indomesticable del hombre, no es lo malo que hay en él: es lo bueno.
-El día no puede burlarse de quien no se burla de la noche.
-No, no entro. Porque si entro no hay nadie.
-Nada, se dice de esto, de aquello, hasta se dice de todo. Sólo no se dice de nada.
-Quiero por lo que quise, y lo que quise, no volvería a quererlo.
-Cuando creo que la piedra es piedra, que la nube es nube, me hallo en un estado de inconsciencia.
-Sí, son millones de estrellas. y millones de estrellas son dos ojos que las miran.
-Hablo pensando que no debiera hablar: así hablo.
-La flor que tienes en tus manos ha nacido hoy y ya tiene tu edad.
-A veces creo que no existe todo lo que veo. Porque todo lo que veo es todo lo que vi. y todo lo que vi no existe. 
-Las quimeras vienen solas y se van acompañadas. 
-Cuando se lanza algún dardo para herirme, se encuentra con la herida hecha y... no puede herirme.
-Hay dolores que han perdido la memoria y no recuerdan por qué son dolores.
-El hombre, cuando no se lamenta. casi no existe. 
-Dirán que andas por un camino equivocado, si andas por tu camino.
-Un ala no es cielo ni tierra.
-Tenemos un mundo para cada uno, pero no tenemos un mundo para todos.
-El mal, débil, me agita; fuerte, me calma.
-Y seguiré navegando por mares ajenos hasta naufragar en mi mar.
-Nada termina sin romperse, porque todo es sin fin. -Cuando tú me acompañas, si es cuando creo que yo soy un hombre y si es cuando creo que tú eres un hombre, tú no eres ninguna compañía para mí, porque un hombre soy cuan- do creo que yo soy un hombre.
-La razón se pierde razonando.

Comentarios