A LA MUERTE DE D. LUIS DE GÓNGORA, de Lope de Vega

 


Despierta, oh Betis, la dormida plata,
y coronado de ciprés, inunda
la docta patria, en Sénecas fecunda,
todo el cristal en lágrimas desata.

Repite soledades, y dilata,
por campos de dolor, vena profunda,
única luz, que no dejó segunda;
al polifemo ingenio Atropos mata.

Góngora ya la parte restituye
mortal al tiempo, ya la culta lira
en cláusula final la voz incluye.

Ya muere y vive; que esta sacra pira
tan inmortal honor le constituye,
que nace fénix donde cisne expira.

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