HABITACIONES, de Louis Aragón

 


Hay habitaciones hermosas como heridas

Hay habitaciones que os parecerían triviales

Hay habitaciones de súplicas

Habitaciones de luz baja

Habitaciones dispuestas para todo salvo para la dicha

Hay habitaciones que para mí estarán siempre de mi sangre

Salpìcadas

En todas la habitaciones llega un día en que el hombre en ellas se

Desuella vivo

En que cae de rodillas pide piedad

Balbucea y se vuelca como un vaso

Y sufre el espantoso suplicio del tiempo

Derviche lento es el redondo tiempo que sobre sí mismo gira

Que observa con ojo circular

El descuartizamiento de su destino

Y el ruido mínimo de angustia que precede a las

Horas las medias

No sé jamás si lo que va a anunciar es mi muerte

Todas las habitaciones son salas de justicia

Aquí conozco mi medida y el espejo

No me perdona

Todas las habitaciones cuando finalmente me duermo

Han lanzado sobre mí el castigo de los sueños

Pues no sé qué es peor si soñar o vivir.

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