SOBRESALTADA LA LENGUA, de Trina Mercader

 

Sobresaltada la lengua,
¿quién va a decidir el hallazgo?
Una vocación de síes
está inundando el espacio.

Carne de fe, sangre nueva
contra todos los escarnios,
afirma otra vez en pie
la alegría de sus tallos.

Un brote que nadie quiso,
que nadie esperaba, canto.

Vocación afirmativa
–carne y sangre del hallazgo–
no hay muerte para morir
lo que está resucitando.

Que nadie diga que no,
que está el alma a flor de piel
naciendo de su milagro.

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