Vendrá
la muerte y tendrá tus ojos
esta
muerte que nos acompaña
desde
el alba a la noche, insomne,
sorda,
como un viejo remordimiento
o
un absurdo defecto. Tus ojos
serán
una palabra inútil,
un
grito callado, un silencio.
Así
los ves cada mañana
cuando
sola te inclinas
ante
el espejo. Oh, cara esperanza,
aquel
día sabremos, también,
que
eres la vida y eres la nada.
Para
todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá
la muerte y tendrá tus ojos.
Será
como dejar un vicio,
como
ver en el espejo
asomar
un rostro muerto,
como
escuchar un labio ya cerrado.
Mudos,
descenderemos al abismo.
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