En
el fondo de la noche tiemblan las aguas de plata.
La
luna es un grito muerto en los ojos delirantes.
Con
su nimbo de silencio
pasan
los sonámbulos de cabeza de cristal,
pasan
como quien suspira,
pasan
entre los hielos transparentes y verdes.
Es
el momento de las rosas encarnadas y los puñales de acero
sobre
los cuerpos blanquísimos del frío.
En
el fondo de la noche tiembla el árbol del silencio;
los
hombres gritan tan alto que solo se oye la luna.
Es
el momento en que los niños se desmayan sobre los pianos,
el
momento de las estatuas en el fondo transparente de las aguas,
el
momento en que por fin todo parece posible.
En
el fondo de la noche tiembla el árbol del silencio.
Decidme
lo que habéis visto los que estabais con la cabeza vuelta.
La
quietud de esta hora es un silencio que escucha,
el
silencio es el sigilo de la muerte que se acerca.
Decidme
lo que habéis visto.
En
el fondo de la noche
hay
un escalofrío de cuerpos ateridos.
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