DE LA HABITACIÓN DEL ENFERMO AL SOL BLANCO Y ABRASADOR, de Charles Bukowski

 


eh, no estás muerto, lo
llevas bien, pero que muy bien,
¿a qué viene hablar de
palmarla?

lo que estabas haciendo mientras
sufrías lo suficiente
como para morirte,
lo que estabas haciendo en realidad no era sino
recargar las
pilas.

¡ahora, que se aparte
todo el mundo,
vienes atronando
por la vía
como una locomotora
con una carga de 90 mil
poemas por escribir
y son todos
tuyos
y vas martillando los
raíles
a veces por túneles oscuros
para luego salir
estruendoso
hacia la luz!

¿quién coño dijo que
ya no tienes
lo que hace falta?

fuiste tú quien lo dijo.

el maquinista

que ahora
nota un rebrote de
esperanza y
energía
y que
sonríe como loco con sólo
pensar en este
nuevo
día
maravilloso.

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