AZUCENAS EN CAMISA, de Gerardo Diego


A Fernando Villalón

Venid a oír de rosas y azucenas

la alborotada esbelta risa

Venid a ver las rosas sin cadenas

las azucenas en camisa

Venid las amazonas del instinto

los caballeros sin espuelas

aquí al jardín injerto en laberinto

de girasoles y de bielas

Una música en níquel sustentada

cabellos curvos peina urgente

y hay sólo una mejilla acelerada

y una oropéndola que miente

Agria sazón la del febril minuto

todo picado de favores

cuando al jazmín le recomienda el luto

un ruiseñor de ruiseñores

Cuando el que vuelve de silbar a solas

el vals de "Ya no más me muero"

comienza a perseguir por las corolas

la certidumbre del sombrero

No amigos míos Vuelva la armonía

y el bienestar de los claveles

Mi corazón amigos fue algún día

tierno galope de corceles

Quiero vivir La vida es nuevo estilo

grifo de amor grifo de llanto

Girafa del vivir Tu cuello en vilo

yo te estimulo y te levanto

Pasad jinetes leves de la aurora

hacia un oeste de violetas

Lejos de mí la trompa engañadora

y al ralantí vuestras corvetas

Tornan las nubes a extremar sus bordes

más cada día decisivos

y a su contacto puéblense de acordes

los dulces nervios electivos

Rozan mis manos dádivas agudas

lunas calientes y dichosas

Sabed que desde hoy andan desnudas

las azucenas y las rosas

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