I
NADA
Ni las plumas que al carecer de norte
producen coaliciones estelares
ni el prolongado gemir de las sirenas
ni el vaivén de las casas al mediodía
ni las persiana cerradas sobre el crimen
ni el calor súbito de oportunidades inesperadas
ni el desarrollo progresivo de la estúpida sorpresa
Es icomprensible.
Si supieras decirme la hora del día
de un encuentro casual
China empenachada
inestable China honesta
camino venerable de ratas
la voz de tierra de las parteras
dormita venciendo en africanos trances
la solidez arcangélia de otomíes tiradores de rifle.
Era otoní
con un coche de verano
y una piel extensible para guardar relojes
un caballo de heno
para un invierno mediano
destinado a castañetear los dientes entre semana
pendiendo de un clavo herrumboso
vetusto
Era un japonés y tenía
un pez de alambre y pluma
contando cuentos de alambre
en orejas de esparto
si ahora tengo una soga
soy más rico que un cargador
más rico que un aspirante a canónigo
soy un amigo íntimo del Obispo de X.
Tengo caballos de carrera
fotografías de estrellas de cine
un cienpiés forrado de skungs
Corre tras el pekinés disfrazado de ballena de relojería
dispuesto a dar la hora cada veinticuatro horas
mientras la aguja recorre su distancia
tengo una peluquería
y unas coronas de papel dorado fino.
Si fuera tolteca dirían
éste es un tolteca de primera
debió de haber nacido a mediados de mayo
o algún otro mes
según el calendario más o menos antiguo.
Si fuera chino volaría con alas de cuerda
y con zapatos de tennis
tendría mi borla de mandarín para domingos .
Me preguntaría la gente dónde queda China
y no sabría decirle si está en este mundo o salió
tendría varias hojas de papel de China
y escribiría con pincel asuntos chinos
sobre el cultivo de arroz
Si fuera sirio-libanés
no iría nunca en compañía a los restoranes
porque inmediantemente descubrirían que era una reunión
sirio-libanesa
y no podría negarlo.
Si fuera caballo de carrera
tendría un sombrero de copa
un traje de etiqueta
y algunos frascos vacíos de aspirnia
coleccionaría botones para cuando me volviera tortuga
tendría zapatos de triple suela de fieltro
comería estopa y bebería petróleo
si fuera una cantante de ópera tendría ocho cines
prvados
sonoros y caldeados donde se diera eternamente mi fa
sobreagudo
Si fuera carbonero
tendría un palacio de diamantes en una playa de cartón
Un lebrillo de madera tosca incrustada de clavos
de hierro
para comer carbones ardientes
Si fuera farmaceútico
bebería cianuro en vasos de astrakán y de piel de sapo.
Y no saldria sino en las noches cubierto de obleas
eléctricas.
Si fuera un coche de caballos
querría ser una locomotora abandonada en una playa
si fuera un tigre querría ser un Kiosko de periódicos
o un anuncio de teatros
o una botella de limonada
o el duque de Saint – Simon
o la peluca nueva de la señora de Motespan.
II
En Alaska era un globo aaerostático
teñido de azul cubierto de martas
destinado al transporte de agua caliente
tenía doce banderolas rizadas de pelo de cabra
bajo las tormentas me volvía un brioso alazán
Tahur bicorne
Las planicies de hielo dejaban oír música
de orquesta a la sordina.
Ni un sólo recuerdo sobre la blancura
una esperanza apenas de algo negro.
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