El que pueda llegar que llegue
Ésta es la sal de las partidas
Una perla de amor insomne
Entre manos desconocidas
Lechos de plumas en el viento
Sólo dormimos en los médanos
Tal la gitana del desierto
En la noche del Aduanero
La gitana con una cítara
Un león la huele como a una flor
Es el sueño feroz y tierno
El olfato de la pasión
Alas de nunca y de inconstancia
A través del cielo se filtran
Implacables cuerpos amantes
Con sus terribles maravillas
Todas las llaves abren la muerte
Pero la vida nunca se cierra
¡Todas las llaves abren la puerta
Del puro incendio de la tierra!
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