Imposible saber cuándo ese rincón de mi alma se
ha dormido
Y cuándo volverá otra vez a tomar parte en más fiestas
íntimas
O si ese trozo se fue para siempre
O bien si fue robado y se encuentra íntegro en otro
Imposible saber si el árbol primitivo adentro de tu ser
siente todavía el viento milenario
Si tú recuerdas el canto de la madre cuaternaria
Y los grandes gritos de tu rapto
Y la voz sollozante del océano que acababa de abrir
los ojos
Y agitaba las manos y lloraba en su cuna
Para vivir no necesitamos tantos horizontes
Las cabezas de amapola que hemos comido sufren
por nosotros
Mi almendro habla por una parte de mí mismo
Yo estoy cerca y estoy lejos
Tengo centenares de épocas en mi breve tiempo
Tengo miles de lenguas en mi ser profundo
Cataclismos de la tierra accidentes de planetas
Y algunas estrellas de luto
¿Recuerdas cuando eras un sonido entre los árboles
Y cuando eras un pequeño rayo vertiginoso?
Ahora tenemos la memoria demasiado cargada
Las flores de nuestras orejas palidecen
A veces veo reflejos de plumas en mi pecho
No mires con tantos fantasmas
Quiero dormir quiero oír otra vez las voces perdidas
Como los cometas que han pasado a otros sistemas
¿En dónde estábamos? ¿En qué luz en qué silencio?
¿En dónde estaremos?
Tantas cosas tantas cosas tantas cosas
Yo soplo para apagar tus ojos
¿Recuerdas cuando eras un suspiro entre dos ramas?
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