a Alberto Sánchez
(pintor y escultor)
Donde el carbón se junta con la sangre
y la ametralladora bailarina
lanza sus abanicos de metralla.
Donde todo termina.
Ya vienen las mujeres con sus hijos
de la mano, en los brazos y en el vientre.
Dentro del gran bostezo de la mina
crece un grisú de soledad ardiente.
Donde todo termina.
Apuntad bien, que sobre el barro caigan
donde el terror se junta con la sangre.
Ya están ahí los mercenarios.
Donde todo termina.
Su sangre no es abono.
Por el río que arrastra el grano oscuro
corre la sangre favorable
de obreros fusilados contra el muro.
Donde todo termina.
¡Cómo se pasa del carbón al plomo!
¡Cómo se pasa del esclavo al hombre!
Somos miles de muertos favorables.
Donde todo termina.
Incorporaos sobre nuestra muerte
y en su arsenal de polvo
fundid las nuevas armas.
Donde todo termina.
Donde el carbón se junta con la sangre
pronto desbordará los horizontes
el ejército muerto que dirige
un mariscal de hueso y de ceniza.
Donde todo termina.
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