SECRETOS DESVELADOS DE LOS ÁNGELES DE LA POESÍA I





UN SECRETO TE QUIERO CONTAR

Desde el interior de mis tripas,
Cuando nadie mire el horizonte,
Saldrá el duende durmiente.
Guardián de mis temores.
Abrirá la jaula de hielo,
Y saldrán mil mariposas de fuego,
Brillantes como la esperanza perdidos,
Iluminando los sentimientos profundos.
Entonces, una fiel sonrisa,
Con perlas adornada,
Servirá de brújula dorada,
Para lucir sin miedo en la noche.

Antonio Pérez

DORA EN SU 37 CUMPLEAÑOS

Efemérides al fin,
Bien recibida,
Bien deseada,
Hallada en su plenitud.
Consejera atenta,
Discreta analista,
Observas el mundo,
Sinceramente ingenua.
Enorme corazón coronado,
Latiendo amor cada segundo,
Cálido y suave tiempo,
Momento imborrable.
Puesta de sol paciente,
Silencio atronador en tus ojos,
Mirada quieta,
Manos entrelazadas con las mías.

Antonio Pérez


Querida
Convivir es difícil, la mancha azul turquesa que sustentas en tu talle difiere de la mía, grande, apasionada, que ruge en mis nalgas inquietas. Es difícil equiparar la luna al sol, ¿pero no es acaso más bella la vida cuando puedo soplar con mi último aliento la vela que sostiene nuestra mirada?
Mar y desierto , peces y arena de suave deslizar que conmueven nuestros pies descalzos ¿no son nuestros dedos los que claman con su tibio aleteo la marca de lo humano, de que algún día nosotros vertimos los sueños en la madrugada? ¿No son las perlas de nuestro sudor las que sostienen el cuello de nuestros hijos, las que gota a gota pueden ahogar la voz estúpida del que dicen protector del pueblo?
Convivir es difícil, pero más difícil es naufragar en un desierto inundado de mar, de ojos, de barcos de dialéctica enamorada

Laura López




¿QUÉ QUIERES DE MI?



El fondo turbio de la ciénaga de tus ojos
hunde los narcisos de tus pechos erguidos
bajo un tumulto de libélulas depredadoras hoja a hoja
¡ah ninfa acuática! Armazón de cal y sombra



Un hombre partido en dos en la ventana
derrama sus labios por entre tu boca
para llenártela de palabras de amor e inundar ese cielo
esa garganta de pliegues jugosos que adornan tu largo talle
y lo doblan hasta la espesura de los cabellos



Yo dibujé con mis uñas desprendidas un mosaico de piel de escarabajo
alimenté tus suspiros con el arpa que eleva al viento
caminé por tu ombligo hasta casi rozar tus sueños
y ahora que el sol atraviesa mi musgo calcinado
¿Qué quieres de mi?



¿Acaso no pudo la jirafa reunir sus manchas en una sola piel
para alcanzar una noche de oscura luna?
Sabes que dándole un golpe certero al cielo
hará que las estrellas descuelguen su luz
¿Mas qué será de ellas? ¿Y qué será de mi carne suelta, cuando caiga?

Laura López


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