LOS ENANOS, de Concepción Silva Belinzón






Pocos pueden cumplir los mandamientos
el alma más hundida que un pescado;
entre vidrio y papel aplazamientos
los periódicos callan Tu pasado.
El poeta recoge sus lamentos
el oro de tu escudo maltratado
¡oh pudor! que defiende agotamientos
nuestro fardo de lodo tan clavado.
Las verdaderas tumbas aquí adentro;
el perfecto sarcófago no visto,
hacemos el amor sin ningún centro.
Su lámpara en el suelo y dos almohadas;
la pareja no mira lo imprevisto
los monstruos enanos sin espadas.

Comentarios