RECHAZOS, de Circe Maia


          

         He aquí el primer miedo:

ser resbaloso y blando.

El pasar sin tocar, tocar sin apoyarse,

el apoyarse apenas.

No quiero

vivir como quien bebe

los días, flojo vino,

que muy pronto agria y —sin saberse cómo—

se acaba.

 

Otro miedo: perderse.

De pronto ya no estar, haber quedado

atrás, en un recodo.

Ahora ya no nos ven, ya no nos oyen.

Movimiento entre imágenes

entre sombra, entre sueños.

No quiero

ese avanzar en falso,

en realidad quietud, detención sin remedio

en realidad, la muerte.

 

Por último, este miedo

difícil de decir, ahora mismo:

lisura de papel, brillo en maderas,

silencio alrededor… Vuela en el silencio

fino miedo, aguja del instante

presente.

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