EN LO HONDO DE LAS MINAS SIBERIANAS, de Aleksandr Pushkin





En lo hondo de las minas siberianas
conservad orgullosa la paciencia,
no será en vano vuestro dura esfuerzo
ni el alto anhelo de la inteligencia.
Esa hermana leal en la desdicha,
la esperanza, en la cárcel tenebrosa
despertará el coraje y la alegría,
y ha de llegaros la deseada hora.
La amistad y el amor hasta vosotros
penetrarán el tenebroso encierro,
igual que a vuestras celdas de convictos
llega mi libre acento.
Caerán a tierra los pesados grillos,
la prisión se hundirá, y la libertad
gozosa ha de aguardaros a la entrada ,
y el hermano la espada depondrá.

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