LA SOLEDAD O ELLA, de Raúl Gustavo Agruirre




Ella abre sus brazos al horizonte
pero el mar es tan grande
que sólo una gaviota la atraviesa

ella abre sus brazos al mundo
abre sus brazos pero es tan grande el dolor
que sólo se acercan los niños

ella abre los brazos a la oscuridad
abre los brazos pero no viene nadie
y entonces el hombre que la habita fuma
y la hace toser.

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